Montalbán, la Hoz de la Vieja y Olba tratan de recuperar la normalidad un mes después de la dana

Un mes después, los municipios de Montalbán, Olba y la Hoz de la Vieja, los más afectados por la dana del 29 de octubre, tratan de recuperar la normalidad tras el devastador paso de la gota fría.

Aunque afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, los destrozos en infraestructuras municipales, caminos y ramblas, además de los causados por la tromba en propiedades particulares, fueron enormes.

La furia del agua se cebó el pasado 29 de octubre con Montalbán. La riada entró por la rambla saltando de la canalización que había en la calle de la rambla para desbordarse con violencia y arrastrar todo lo que encontró a su paso. La tromba levantó el pavimento de la calle e incluso parte de la red de suministros de ese vial, arrastró vehículos, entró en casas particulares y derribó tapias a su paso.

Tras el suceso, el Ayuntamiento sigue todavía trabajando para devolver cierta normalidad a sus vecinos, mientras se derriban los últimos elementos de la primera de las cinco viviendas que habrá que demoler en el casco antiguo del municipio tras haber resultado seriamente afectadas por la tormenta y presentar riesgo de derrumbe. Una vez que se haya terminado la demolición de este primer inmueble se procederá a los siguientes para tratar de no colapsar el tráfico en la parte antigua del casco urbano.

“Ya estamos terminando con la primera de las demoliciones”, confirmó el alcalde de Montalbán, Carlos Sánchez Boix, que confirmó que “luego habrá otras que a lo mejor serán los dueños los que ejecutarán, e iremos avanzando poco a poco en quitar todos esos peligros”, dijo, a la espera de todos los informes de los técnicos y de llegar a algún tipo de acuerdo con algunos de los propietarios de las viviendas que hay que derribar

“Estamos elaborando proyectos e informes de seguridad de todo, de calles, de muros, de escolleras, y se está preparando todo para cuando firmemos el convenio o tengamos también ya un poco las partidas económicas, pues se haga licitación urgente por emergencia”, añadió Sánchez.

Precisamente, la firma de los convenios con otras administraciones para poder hacer frente a los costes de la gestión de la catástrofe es uno de los dolores de cabeza que más acucian al consistorio. El lunes se espera la visita de la directora general de Administración Local para conocer y afinar el borrador del convenio que suscribirá el municipio con el Ejecutivo regional.

El alcalde calificó ayer de “locura” lo vivido en el último mes. “Aún estamos nerviosos con todo lo que hay que hacer, todo el trabajo pendiente aún de calles, de derribo de viviendas por seguridad de los vecinos y de las casas colindantes, y de hacer calles y escolleras. Hay tenerlo todo preparado antes de que pudiese venir (otra riada), pues tener todo preparado para que no tengamos el problema que tuvimos”, añadió.

Un mes después, el Ayuntamiento ha sacado de la rambla más de 20.000 toneladas de materiales que llegaron arrastrados por el torrente. En total, más de 800 viajes de camión que han ido repartiendo su carga entre la escollera de la zona de recreo junto al Río Martín, los más de 80 kilómetros de caminos rurales arruinados por las escorrentías, y una escombrera a donde han ido a parar las arcillas y los restos de vegetación.
 

Desde el pasado 29 de octubre, en Montalbán ha habido trabajando un contingente importante de maquinaria pesada. Sobre todo en los primeros días, aunque no han dejado de trabajar. “Desde prácticamente el principio, teníamos un T6 que es un Bulldozer, teníamos dos giratorias, teníamos dos (máquinas) mixtas, teníamos dos minis y teníamos también una pala cargadora grande, además de cuatro camiones”, enumeró el alcalde de Montalbán.

Algunas de esas máquinas fueron proporcionadas por la Diputación de Teruel y también por el Gobierno de Aragón y la Comarca de Cuencas Mineras, pero otras muchas fueron contratadas por el propio Ayuntamiento, que se felicitó por tener empresas en el propio municipio con este tipo de máquinas.

Los trabajos encargados por el consistorio a estos profesionales superaría el importe de 100.000 euros, una cantidad que los responsables del Ayuntamiento reconocen que es “inasumible” para las arcas municipales, por lo que esperan con los brazos abiertos la llegada de las ayudas del Estado y la Comunidad Autónoma.

Los trabajos de adecuación de la rambla, aguas arriba del casco urbano, se han detenido desde hace unos días, después de haber empezado la retirada de materiales adecuando un cauce por el conducir una eventual nueva avenida. Aunque los trabajos se han interrumpido, el ayuntamiento ha prohibido la circulación por ese punto. Mientras, y después de haber recargado los caminos con los materiales retirados del casco urbano, el municipio aguarda “ la motoniveladora y el rulo de la Diputación para arreglar esos caminos”.

Hoz de la Vieja

Mientras, en la Hoz de la Vieja están preocupados por la provisionalidad de la red de suministro de agua. Reparada de urgencia tras haber sufrido importantes daños el 29 de octubre, en el municipio preocupa que ante la amenaza de que las temperaturas empiecen a desplomarse, los tramos que tras la reparación quedaron al descubierto sufran roturas por congelación.

En el pueblo están “a la espera de que me terminen los arreglos de la red de saneamiento y de abastecimiento de agua porque, aunque tenemos agua todos los vecinos, son unos arreglos provisionales y hay que dejarlo bien, sobre todo ahora que está helando”, explicó la alcaldesa, Laura Royo, temiendo que pudiera producirse algún reventón de la instalación.

La provisionalidad también afecta a las distintas pasarelas que comunican una mitad del casco urbano con la otra, salvando la rambla. “Las pasarelas las pusimos todas, pero están a falta de de terminar de arreglarlas, porque están también con locaciones provisionales”, explicó la edil, señalando, además, que alguno de estos puentes resultaron muy deteriorados por la riada que los arrancó todos. “Hay una que estaba súper doblada y a la que le faltan muchísimas tablas y hay que arreglarlo”, señaló Royo.

Sin embargo, en este pequeño municipio de poco más de 80 habitantes no se atreven a marcarse un plazo para que la situación vuelva a ser la que había el 28 de octubre, antes de que la riada se llevara los puentes y el sistema de abastecimiento de agua y saneamiento y entrase en las casas más próximas al cauce de la rambla. “Desde el Instituto Aragonés del Agua me dijeron que iban a asumir ellos la dirección de obra y todo, pero no han venido a hacer nada. Han venido dos o tres veces, pero nada más. No tengo ni proyecto, que me dijeron que me lo mandarían para que lo viese, ni nada de nada”, lamentó la regidora.

Una de las prioridades que se marcaron desde el día después de la tormenta fue la limpieza de la rambla para retirar todo el material que el agua había depositado en el fondo del cauce para prevenir que una eventual nueva riada pudiera provocar todavía más daños en el municipio. Ese objetivo sí se ha cumplido, después de retirar más de 2 metros de tierra y grava del lecho del cauce.

Los puentes de Olba

En la cuenca alta del Mijares, Olba fue otra de las víctimas de la dana en la provincia de Teruel. La fuerza del río arrastró pasarelas y puentes dejando incomunicados a algunos de los barrios del municipio. Mientras, desde el municipio se reclama la implantación de algún sistema de aviso aguas arriba que avise de crecidas.

Una de las actuaciones prioritarias fue restituir el paso de vehículos hasta el barrio de Los Ramones, después de que el torrente se llevara por delante ese paso. A los pocos días de la riada, los equipos desplegados por la Diputación de Teruel lograron abrir de nuevo el paso construyendo una escollera provisional y una nueva plataforma. Está pendiente todavía, sin embargo, la pasarela peatonal que comunica el barrio de los Giles.
 

El alcalde de Olba, Federico Martín, insistió ayer en la necesidad de intervenir en las infraestructuras que se levantaron tras la dana con carácter provisional y consolidarlas para que resulten definitivas. Se refería Martín al puente de Los Ramones, que precisaría, dijo el alcalde, de la consolidación de la escollera, además de la restitución del camino asfaltado que conduce a ese paso y del que la riada se llevó cerca de 70 metros de pavimento.

El Ayuntamiento de Olba recibió ayer la memoria valorada de los daños sufridos en el municipio por la tormenta y cuyo montante supera los 557.000 euros. De ese presupuesto, casi la mitad corresponde a la construcción de una nueva pasarela en el barrio de Los Giles, que ya ha sido evaluada por la Confederación Hidrográfica del Júcar implementando todas las medidas de seguridad.

La ayuda de la Diputación

El presidente de la Diputación de Teruel, Joaquín Juste, recordó que “desde la DPT, desde el minuto uno nos pusimos a trabajar para intentar corregir y arreglar rápidamente los desastres que provocaron la dana en nuestra provincia”. Juste relató cómo a Montalbán se mandaron camiones y máquinas giratorias para limpiar los materiales que había arrastrado a todo el municipio. A la Hoz la Vieja se envió una giratoria y un camión, para restituir los pasos y en 24 horas quedó también resuelto. “En cuanto al tema del agua, en los ayuntamientos del Bajo Martín, que no agua tenían por turbidez, llevamos con los bomberos también lo mismo en la zona de Mazaleón, en el Matarraña, los bomberos llevaron agua para que rápidamente, inmediatamente, tantas empresas”, señaló el presidente provincial.

Juste cuantificó en más de 3 millones d euros la cantidad que ha tenido que invertir la institución provincial en trabajos de emergencias para atender al 90 por ciento de los pueblos de la provincia, que han reclamado su ayuda. “Hemos empezado a restituir los que estaban peor y vamos, poco a poco, llegando a esos 124 municipios”, señaló.