“Don Pedro, no dudo de que seáis un buen esposo pero no os quiero ni os voy a querer”

“Una boda que vale por cientos”. Los niños y niñas de Teruel saben que llega un enlace muy especial, que es el más importante de los que se pueden celebrar en esta villa de frontera. Así comenzó la primera de las escenas teatrales de este viernes de la recreación histórica de Las Bodas de Isabel de Segura, que se celebran este fin de semana. “A lo mejor no hay ni boda, porque Isabel ha dicho que no se casa” advertían los pequeños actores -donde se pueden encontrar los isabeles y diegos del futuro- porque se habían enterado que la novia, hija de los Segura, no quería desposarse con don Pedro Fernández de Azagra por muy hermano del tenente que sea. Su intervención inicial se llevó los primeros aplausos del público que abarrotaba la plaza de la Catedral en esta mañana de viernes.

Esta representación teatral ha experimentado variaciones con respecto a las anteriores ediciones. Dirigida por Marian Pueo con textos de Héctor Clemente, que es también el actor que representa a Azagra, la puesta de escena estuvo muy cuidada.

Andrea Gálvez, que interpreta en esta edición a Isabel de Segura, muestra desde el primer momento su negativa a desposarse con don Pedro de Azagra porque su corazón pertenece a Diego de Marcilla a pesar de que don Pedro Fernández de Azagra está totalmente enamorado de ella. “Estáis preciosa, me dejáis sin palabras”, le dice nada más verla.
 

Lo que para unos era emoción para Isabel era un mar de dudas. “¿Qué estoy haciendo?”, se preguntaba ante el enfado de su padre que no entiende el comportamiento de su hija. Ella es franca con don Pedro de Azagra. “Lo siento pero no puedo”, le dice y esta situación desespera a su padre que se acerca a Isabel dispuesto a pegarle, pero Azagra frena a su futuro suegro. “En el momento en el que le coloque el anillo no permitiré que nadie le falta el respeto a mi esposa”, le espetó Azagra a Segura.

“Don Pedro, no dudo que seáis un buen esposo pero no os quiero ni os voy a querer”. Esa confesión tan clara y concisa, sin embargo, no es significativa para su futuro esposo convencido de que le podrá hacer cambiar de opinión. Ella insiste: “Mi corazón nunca podrá latir por vos y menos si se me obliga a hacerlo”, pero Azagra le insta a hacer una tregua entre el amor y el deber, que Isabel tendrá que aceptar resignada ante la insistencia de su familia y la de Azagra.

Comienza la ceremonia, pero cuando el párroco de Santa María de Mediavilla pregunta si hay alguien que se oponga al matrimonio, Guillermo, el hermano pequeño de Diego, sale a escena recordando que Isabel le juró amor a otro hombre y se comprometió con su hermano cinco años antes. Pero la insistencia de Guillermo se topa con el muro de la autoridad. Los Azagra consiguen echarlo para proseguir con la ceremonia.

Toca entonces leer los votos, pero prefieren improvisarlos. “No tengo ganas de seguir jugando este pulso”, asegura una novia vestida de blanco que se da por vencida, mientras que don Pedro, señor de Albarracín, se aferra a la posibilidad de convencerla.

”Hoy os desposo, pasáis a ser mi vida, seremos uno”, le dice antes de proceder al ritual de las arras en señal de matrimonio.
 

Azagra besa a su ya esposa ante vivas del público alentados por Doña Elfa, esposa del tenente y organizadora de esta boda entre dos familias principales del Teruel de 1217.

Tras el brindis por los novios al que invita el abad de San Arnoldo, Isabel y don Pedro se suben de nuevos a sus caballos y se dan un baño de multitudes entre el público que no quiso perderse la representación de esta ceremonia en espera de nuevos capítulos de la leyenda que se representarán en la tarde de este sábado con la llegada de Diego de Marcilla y sus tropas y la petición del beso a Isabel, un momento que se mantendrá fiel al texto original en espera de los cambios que se producirán durante la representación de los funerales este domingo al mediodía.

Mientras esos momentos cruciales llegan, la ciudad de Teruel está inmersa en el siglo XIIIˆy las calles bullen de turolenses y visitantes que han venido a disfrutar de una villa que está de celebración porque hasta ella ha llegado el joven rey Jaime I en busca de tropas para combatir al infiel. Las gentes de la villa le agasajaron a su llegada y hoy acudirá a las justas para seleccionar caballeros.

La Fundación Bodas de Isabel y la Federación deˆGrupos han organizado un amplio programa de actividades para trasladar al ambiente de la Edad Media a todos los que llegan a Teruel para vivir esta recreación histórica que con 29 ediciones opta a ser reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Para que su calidad tenga repercusión más allá de las fronteras nacionales periodistas de distintos países se están haciendo eco de lo que ocurre en Teruel estos días.
 

Tras la comitiva nupcial por el Centro Histórico, la periodista Ana Segura y la historiadora Anabel Lapeña leyeron desde el balcón del ayuntamiento el pregón de Las Bodas de Isabel 2025, con referencias a las historias de las Reinas, Damas y Señoras de la nobleza en la Edad Media, como Segura y Lapeña hacen habitualmente en su labor de divulgación en el pódcast de Aragón Radio del mismo nombre.

Las danzas de la boda vinieron a continuación de la mano del grupo Mamfredina antes de que los actos continuaran en la iglesia de San Pedro, donde se entregaron los premios Tirwal.

Las actuaciones siguieron por la tarde con exhibiciones de danzas medievales y nuevas escenas del programa de Las Bodas de Isabel, que dan el contrapunto a la tragedia y que reflejan situaciones que bien podrían ocurrir en el siglo XIII.

“Son escenas paralelas que no forman parte de la leyenda pero que aportan humor para compensar la carga dramática y dan contexto a la historia”, subrayan desde la Fundación Bodas de Isabel. Volverán a representarse durante la jornada de hoy.

En un tono más solemne, se recibió al Rey Don Jaime I, de visita en la villa, que encabezó un desfile que partirá desde el campamento militar recreacionista situado en el parque Los Fueros. La elección de este lugar como inicio del desfile, uno de los eventos más esperados, se corresponde con el propósito de la Fundación de llevar los eventos y actividades fuera del Centro histórico de la ciudad.

Al encuentro de Don Jaime acudieron los grupos de la Federación de las Bodas de Isabel de Segura, en el Desfile de los habitadores de la villa, que en la plaza del Torico realizaron el vasallaje y las ofrendas ante el Rey Jaime I, entre ellas los Alimentos de Aragón.
 

Durante toda la jornada se desarrollaron además exhibiciones y muestras en diferentes jaimas de los grupos, que contarán durante la jornada de hoy, siguiendo el programa que se puede consultar en las redes sociales y en la aplicación de la Fundación Bodas de Isabel.

El campamento de la Escalinata, con la Compañía Teruel Frontera como anfitriona, que cuenta con grupos venidos de diferentes provincias españolas así como de varias ciudades francesas, también tiene un amplio programa de actividades como una batalla entre mujeres.
 

El secreto mejor guardado

Isabel portaba un espectacular vestido de varias piezas en el que predominaba el color blanco y los tonos claros y que incluía ocres, dorados y plateados, a diferencia de los trajes de anteriores ediciones de colores más fuertes. La pieza interior era una camisa margomada en color blanco, delicadamente adornada en las mangas de seda con bordados de motivos vegetales, en hilo plateado y pequeñas perlas, al gusto de la época. Sobre ella, la novia lucía una salla encordada a ambos lados con unas amplias mangas sueltas, que son “mangas perdidas”, que en la época iban cada vez haciéndose más abiertas hasta llegar a ser prácticamente una tira que caía desde el hombro. Esta salla o largo brial está confeccionado con un delicado tejido de brocado de jacquard con mucha textura, en ocre con hilos plateados, que daba luminosidad a la novia. Sobre ambas piezas, iba una espectacular capa en una tela de color blanco hielo, adornada con una piel muy clara en el cuello y todo el frontal. Todo el conjunto, diseñado por el equipo de la Fundación Bodas de Isabel, ha sido confeccionado por Mari Luz Icart de Original Dessin.

El vestido se completa con un precioso y delicado tocado, de Araceli Sancho, Hascouture, a modo de corona, en color dorado con adorno de perlas y un sutil velo sobre el elaborado peinado realizado por Eugenio Cardona Peluquería.

El espectacular conjunto, en esos tonos tan claros, enfatizaba la dulzura e inocencia de Isabel, sobre el resto de personajes de la ceremonia.