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Las nuevas escenas dan cabida a todo el elenco de actores de la Fundación Las nuevas escenas dan cabida a todo el elenco de actores de la Fundación
Instante de la escena ‘¡Qué cruz!’ estrenada ayer. Bykofoto/Antonio García

Las nuevas escenas dan cabida a todo el elenco de actores de la Fundación

‘¡Qué cruz!’ se suma a las propuestas teatrales en la plaza del Torico
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José Luis Rubio

Resoplando entre sollozos y el dorso de la mano dramáticamente apoyado sobre la frente, el personaje de doña Aldonza, de la familia de los Muñoz, se lamentaba el sábado por la mañana por la pérdida de una joya. “¡Ay, la cruz, que la he perdido!”, repitió entre aspavientos en los primeros compases del estreno de otra de las nuevas escenas que este año ha incorporado la programación teatral de las Bodas de Isabel de Segura.

¡Qué cruz! es otra de las escenas que se han incorporado al guión de la fiesta y que, sin tener una relación directa con la trama del drama de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, permiten dar visibilidad a todos los actores que se habían presentado a los casting y que no habían logrado un papel en la dramaturgia troncal de la fiesta. Así lo confirmó el director teatral de la fiesta, Alfonso Pablo, que también es el responsable de esta escena paralela afirmando que “las llamadas paralelas, que son las otras que no son de leyenda”.

El texto, escrito por Alfonso Plau, se basa en “hechos documentados”, refirió Alfonso Pablo. “si se perdía alguna joya o algo de valor, se recompensaría con el doble de lo que costara”, explicó el director teatral. En la trama también se refleja cómo “no podía haber criadas o gente que trabajara al servicio de judías que fueran cristianas o musulmanas”, que está recogido en el Fuero, insistió el responsable artístico. “Con esos dos hecho hemos jugado”, dijo refiriéndose a una “escena teatral en la que la dramaturgia juega a favor de lo que es el teatro contemporáneo”.

Aunque la escena, en sí misma, no guarda relación con la historia amantista, sí permite poner en contexto histórico el momento en el que se desarrolla la historia de amor frustrado de los Amantes de Teruel. Además, permite relacionar más la recreación de febrero con su precuela de octubre, La Partida de Diego, recurriendo a personajes que sí aparecen en las escenas de esa segunda recreación.

La realización de escenas paralelas permite, además, dar visibilidad a todo el elenco de actores y actrices que tiene la Fundación de las Bodas de Isabel en cartera. “Hay 150 actores y actrices y la representación de la leyenda asume entre 50 y 60 (...) La política de la Fundación siempre ha sido que toda la gente que se ha presentado (a los casting) tenga un papel”, razonó Pablo.

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