Un coloquio aborda el compromiso de las empresas de Teruel con la sostenibilidad

Una mesa redonda analizó este martes el compromiso de las empresas turolenses con la sostenibilidad. Entre las ideas que salieron a relucir en el debate, está las ventajas que las empresas familiares aportan en este sentido, aunque sin olvidar los problemas que planean sobre ellas. Por otro lado, se habló de cómo el medio rural puede ser un ejemplo de sostenibilidad en muchos aspectos, sobre todo en lo referente a la alimentación de cercanía.

La ponencia se enmarca en el ciclo Reflexiones sobre Teruel: presente y futuro, propuesto por el Joven Consejo Científico del Instituto de Estudios Turolenses, y que incluye un total de seis debates, cuatro de ellos en la capital turolense, uno en Mirambel (que ya se realizó el pasado sábado 14 de diciembre) y otro en Calamocha previsto para este jueves 19 de diciembre.

El grupo de debate de este martes estuvo compuesto por la profesora en el departamento de Dirección y Organización de Empresas, Ana Gargallo; el director del Consorcio Aeropuerto de Teruel, Alejandro Ibrahim; el responsable del área de Comercio y Desarrollo Territorial de la Cámara de Comercio e Industria de Teruel, Rodrigo Villarroya y la investigadora en la cátedra Térvalis de Bioeconomía y Sociedad, Irene Zarauz. La adopción de modelos de economía circular y la eficiencia en el uso de recursos que permitan minimizar el impacto ambiental sin comprometer la generación de beneficios fue uno de los temas que se abordaron. Asimismo, se analizó la importancia de las alianzas estratégicas entre empresas, instituciones y comunidad local para fomentar un ecosistema más sostenible y resiliente, en el que la innovación, el compromiso con el medioambiente y el bienestar social vayan de la mano.

Rodrigo Villarroya centró su intervención en la economía sostenible que aportan las empresas del medio rural y planteó la necesidad de que el emprendimiento esté enfocado hacia las energías renovables y la sostenibilidad, puesto que ahí está el mayor nicho de empleo del futuro. Por otro lado, destacó que el medio rural “es mucho más sostenible que las ciudades en muchos aspectos”, entre los que citó la reutilización o el consumo de productos de cercanía o el trueque.

Por su parte, la profesora Ana Gargallo incidió en las implicaciones que tienen las empresas familiares y las cooperativas para la defensa de la sostenibilidad, una idea que está en su propio ADN, según dijo. Planteó que uno de los deseos de toda empresa familiar es “dejar un legado” y todas tienen una perspectiva de continuidad a largo plazo que va muy ligada a la sostenibilidad.

Sin embargo, la falta de relevo generacional es uno de los problemas a los que se enfrentan y hay que analizar el porqué del mismo para, en la medida de lo posible, hacerle frente. Así, indicó que los hijos de empresas familiares que son rentables “tienen una vía social extra”, pero planteó que muchos no la siguen y hay que buscar el motivo, que puede estar vinculado al reconocimiento social o a la necesidad de adaptación al mercado, entre otras cuestiones, según dijo.

Necesidad de reflexión

Varios de los ponentes destacaron la importancia que tiene reflexionar sobre estos temas porque “es la mejor forma para buscar soluciones”, dijo Ana Gargallo y puso a modo de ejemplo el tema del relevo para muchas empresas turolenses ubicadas en el medio rural.