Francisco Javier Sáenz, homenajeado en el nuevo número de la revista Turolenses del IET
El último trabajo de Sáenz antes de su fallecimiento fue precisamente la coordinación del dossier central de la publicación, que está dedicado a la cultura de la muerteEl número 24 de la revista Turolenses, editada por el Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, rinde homenaje a la figura de Francisco Javier Sáenz, fallecido este año, que fue secretario general de la entidad durante 35 años. La publicación se presenta este viernes 13 de diciembre, a las 19:00 horas, en el salón de actos del Museo Provincial de Teruel, en un acto en el que intervendrá la directora del IET, Inmaculada Plaza; el director de la revista, Javier Alquézar, y el ex director del Museo, Jaime Vicente Redón.
Será una cita diferente porque, al margen de los contenidos de la nueva entrega, el protagonismo recaerá en el homenaje a Francisco Javier Sáenz, secretario general del IET entre 1985 y 2020, fallecido en junio de 2024, ha señalado la DPT en una nota de prensa.
Precisamente, el último trabajo de Sáenz fue la coordinación del dossier central de la revista, que está dedicado a la cultura de la muerte. Además de organizarlo, escribió tres de los seis textos que lo conforman, en los que habla acerca de la aparición de las tradiciones funerarias y cómo variaban según el tamaño de la localidad o de los rituales funerarios, desde la vestimenta del difunto hasta la visita al cementerio, pasando por el velatorio, el entierro, el luto, las misas aniversario y los recordatorios. Asimismo, aborda la imparable popularidad de la festividad anglosajona de Halloween y la falta de respaldo por parte de la iglesia católica.
En el acto se recordará los inicios de esta publicación, hace once años. Sáenz estaba entre ese grupo de personas comprometidas con Teruel que, capitaneadas por el andorrano Alquézar, hicieron posible esta publicación. Puesto que la finalidad de sus páginas era y es dar a conocer la provincia a los turolenses, residentes y emigrados, Sáenz propuso ponerle el nombre de Turolenses y así se bautizó.
En el acto intervendrá Jaime Vicente Redón, antecesor de Sáenz en el puesto secretario general del IET. Saénz entró a formar parte del Instituto como secretario general en el año 1985, con Gonzalo Borrás en la dirección y Antonio Gargallo como vicedirector, iniciándose una etapa de profunda trasformación.
El IET supo adecuarse al espíritu de los tiempos y en una década se convirtió en un centro no solo dedicado a la promoción de la investigación de alto nivel, sino comprometido en la difusión cultural a nivel provincial, nacional e internacional. Entre los ochenta y los noventa se consolidó como un ejemplo de dinamismo, creatividad y cabal entendimiento del hecho cultural, algo que sigue manteniéndose hoy día.
Durante los 35 años que Sáenz estuvo al frente de la secretaría de la institución, se crearon el Centro de Estudios Mudéjares (CEM) y el Instituto de Estudios Humanísticos (IEH) y se adscribió el Centro de Estudios de Arte del Renacimiento (CEAR) al IET; se consolidaron las convocatorias de becas, las ayudas a la investigación y nació la convocatoria de creación literaria; se organizaron congresos, jornadas, cursos, exposiciones… ; aparecieron la colección de Cartillas Turolenses, la colección dedicada a Luis Buñuel y la colección Lo Trinquet y la revista cultural Turia, en la que él mismo colaboró en numerosas ocasiones, se vinculó al Instituto coincidiendo con el desempeño de su cargo.
La investigación antropológica de la provincia turolense por parte de Sáenz se materializó en artículos y participaciones en revistas especializadas y divulgativas, pero sobre todo en sus monografías Tiempo de fiesta. La fiesta en Aragón y Teruel en fiestas.
Saénz también contribuyó al archivo fotográfico del IET con más de 20.000 imágenes de pueblos, monumentos y fiestas, especialmente, entre diapositivas de 1980 y 1990 y fotos digitales. Una de sus pasiones eran los exvotos (ofrendas a la Virgen o a los santos en recuerdo de un beneficio recibido, que se cuelgan en las paredes) y recorrió toda la provincia para capturarlos con su objetivo.