El pleno municipal del Ayuntamiento de Teruel en la sesión de este lunes
Los turolenses ya pueden presentar alegaciones al Plan de Urbanismo de Teruel tras aprobarse el documento inicial
Emma Buj destaca lo ambicioso del plan al no prever sólo nuevas zonas de desarrollo sino apostar por la regeneración de los barrios tradicionales
Los turolenses ya van a poder consultar a partir de ahora y durante tres meses, uno más de lo que contempla la ley, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) después de que el Ayuntamiento de Teruel aprobara este lunes en pleno el documento inicial del mismo, un paso importantísimo que se da con todos los informes favorables aunque sin consenso. Tal como estaba previsto, la aprobación salió adelante con los votos a favor del Partido Popular y de Teruel Existe, el voto en contra del Partido Socialista y la abstención de Vox, que pusieron objeciones a un documento que calificaron de poco ambicioso. La alcaldesa de Teruel, la popular Emma Buj, aseguró en cambio que el plan era todo lo contrario, muy ambicioso al no prever sólo nuevas zonas de desarrollo en la ciudad, sino apostar por la regeneración de los barrios tradicionales.
Tras el paso dado este lunes por el pleno municipal queda ya menos para que la ciudad de Teruel cuente con su nuevo PGOU, puesto que lo aprobado es por ahora el documento inicial. El equipo de gobierno municipal, que integra en solitario con mayoría absoluta el PP, lo tildó de “paso de gigante”, puesto que supone un avance definitivo para su aprobación tras años intentando la modificación de un planeamiento que data de 1985.
En cuatro décadas la ciudad ha cambiado muchísimo pero no se ha dado ese boom de crecimiento poblacional que preveía el PGOU de 1985, y el nuevo plan lo que prevé es un desarrollo urbano más ordenado y contenido pensando no sólo en nuevas zonas para la construcción de vivienda sino en la regeneración de las ya existentes.
Así lo destacó el PP en el pleno ordinario de julio en el que se aprobó el documento, y que salió adelante con el respaldo de los populares y de Teruel Existe, mientras que el PSOE votó en contra tal como puso de manifiesto en comisión, y Vox se abstuvo.
Estos dos partidos consideraron que al documento le faltaba ambición, como dijo la portavoz de Vox, Elena Fernández, mientras que el portavoz socialista, José Antonio Guillén, echó en falta un diagnóstico y un planteamiento integral para la ciudad, además de incidir en omisiones puesto que a su juicio no analiza en profundidad la vivienda pública, y tampoco busca un equilibrio entre conseguir una ciudad compacta y evitar que el precio del suelo se eleve y repercuta en los compradores.
Por su parte, el portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, principal grupo de la oposición, dijo que querían que saliese cuanto antes el nuevo PGOU por el bien de la ciudad, aunque también admitió que “tendría que haber sido más ambicioso”. Dijo que intentarán que se subsane presentando alegaciones durante el periodo de exposición pública.
Tras este paso importante que supone la aprobación del documento inicial, habrá que aprobarlo provisionalmente una vez notificada la declaración ambiental estratégica por el órgano ambiental y las consideraciones que en ella se hagan, así como las modificaciones que puedan hacerse a partir de las alegaciones que se presenten durante su exposición pública. Si esas modificaciones supusiesen un cambio significativo, volvería a abrirse un periodo de exposición pública antes de la aprobación provisional. La aprobación definitiva es competencia autonómica y deberá ser el Consejo Provincial de Urbanismo quien lo refrende cuando se llegue a la fase final de la tramitación.
Todos los ciudadanos podrán conocer ahora los pormenores del documento puesto que estará en exposición pública y tendrán derecho a presentar alegaciones. El documento consta de 6.754 páginas y 1.107 planos y la previsión es que esté vigente hasta el año 2045. La previsión de crecimiento poblacional que hace sitúa el número de habitantes de la ciudad para dentro de dos décadas en 41.190 personas.
El concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, indicó que con esa población, el documento estima que podrían construirse en ese tiempo en la ciudad hasta 8.580 viviendas en los terrenos previstos por el nuevo planeamiento.
Cruzado detalló los pormenores del documento y justificó su redacción no solo por las cuatro décadas que han pasado desde el anterior, sino porque el de 1985 estaba “mal dimensionado” al haber contemplado suelo residencial para una población de 62.292 habitantes; una cifra “muy alejada de la realidad actual”.
El concejal recordó que buena parte del suelo que se clasificó entonces se remitía a ordenación pormenorizada mediante planes especiales, con lo cual se había dejado casi el 46% pendiente de ordenación. Añadió que se han producido “importantes cambios” tanto en la normativa urbanística como en la ambiental y sectorial, y además ha habido un “cambio de paradigma en el diseño de las ciudades”. Apuntó que en la actualidad se prima el desarrollo sostenible frente al desarrollismo de los años 80 que “no veía límites a la ocupación del territorio”.
Durante la explicación del documento, indicó que en los sectores de suelo urbanizable ahora se plantean densidades medias de no menos de 50 viviendas y no más de 75 por hectárea. Dijo que se apuesta por una ciudad compacta dando continuidad a la existente, para lo cual se desclasifican todos los sectores alejados de la ciudad “y sitúa el suelo urbanizable colindante con la ciudad existente”.
Cruzado indicó que el plan persigue la “recuperación” de la ciudad que ya hay y la regularización de “las edificaciones ilegales en suelo no urbanizable que formen un núcleo de población, en la mayoría de los casos sin parcelación, sin ordenación y sin resolver adecuadamente los servicios de abastecimiento, planeamiento, suministros eléctricos o recogida de residuos”. Apuntó que en este aspecto se definían 21 ámbitos en el plan general.
El responsable de Urbanismo precisó que se califican en el documento 1.211.515 m2 de suelo industrial y terciario frente a los 720.929 m2 evaluados como necesarios. También recoge una reserva estratégica en Suelo No Urbanizable Genérico de 79,19 hectáreas para la ampliación de Platea; y se hace un ordenamiento pormenorizado de casi la totalidad del Suelo Urbano No Consolidado en 45 unidades de ejecución en Teruel urbano y 27 en los barrios rurales. Para zonas verdes el PGOU califica 220.713 m2 a razón de 5,23 m2 por habitante.
Otras cuestiones en las que incidió Cruzado es que se dota de itinerarios peatonales de largo recorrido para conectar los barrios urbanos entre sí y con el Centro Histórico, extiende el carril bici no solo para bicicletas sino para los nuevos modos de transporte eléctrico, y se peatonaliza totalmente el Centro Histórico además de dotar a los barrios rurales de una red de itinerarios peatonales y en bicicleta para conectarlos con la ciudad.
En cuanto a la movilidad rodada, el concejal señaló que se quiere mallar la red viaria principal para conectar el eje central, la ronda de barrios, el eje oeste y la N-234, además de contemplarse la mejora de los barrios urbanos con el nuevo hospital, y la conexión de los que están a distinta cota, así como dotar de plazas de aparcamiento al Centro Histórico, San Julián, Arrabal y Carrel.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, destacó que esta era la primera vez que en casi 40 años se aprobaba inicialmente el documento del Plan General con todos los informes favorables, puesto que la otra vez que se hizo fue “fallida” al hacerlo 48 horas antes de que entrara en vigor una nueva Ley Urbanística de Aragón y con informes desfavorables.
Recalcó por ello la “importancia” de lo aprobado este lunes en el Ayuntamiento. Incidió en el modelo de ciudad compacta tal como establecen todas las normativas, pero aclaró que eso no supone tener calles estrechas sino todo lo contrario.
Aclaró que el plan de 1985 había generado unas bolsas de suelo dispersas por su desarrollismo atendiendo a un crecimiento de la población que no era real, y precisó que con el aprobado ahora se podría crecer más, si es necesario porque aumenta más la población, mediante una modificación y de una forma “ordenada” con “crecimientos contiguos a los ya existentes”.
Recordó ante las críticas socialistas sobre la falta de un modelo de ciudad, que ese diagnóstico ya fue aprobado por ocho partidos políticos en el avance del Plan General que se hizo.
Comentó que las bolsas de suelo dispersas como las provocadas por el plan de hace cuatro décadas hace que los servicios públicos cuesten más dinero, los desplazamientos de la gente tengan que ser más largos o que los barrios no hayan estado conectados.
Con el actual, en cambio, dijo que se ponía un “foco mucho más alto y vemos la ciudad de forma completa”, con la pretensión de ir hacia una urbe “radioconcéntrica” contenida dentro de las vías de comunicación que la rodean. Argumentó que eso facilitará los desplazamientos y un mejor acceso y diseño de los equipamientos.
Buj aseguró que el plan plantea un modelo de ciudad “mucho más amable” para los turolenses y “que permita que se aproveche mejor el tiempo” y que los barrios “estén llenos de vida”. Dijo que eran “muy ambiciosos” puesto que se prevén nuevas zonas de desarrollo y a la vez se hace una “apuesta muy fuerte” por “regenerar” los barrios tradicionales.
El portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, incidió durante su intervención en que urge modificar el plan y “echar a andar” porque “falta suelo”. Por eso dijo que a pesar de apoyar la aprobación del documento inicial, el plan “debería ser más ambicioso” e “incluir terrenos que no se han incluido”, tal como manifestaron en las alegaciones que presentaron y que volverán a presentar en esta nueva fase de exposición pública.
Por el Partido Socialista, su portavoz, José Antonio Guillén, criticó que el documento que se llevó para su aprobación inicial no cuenta con un “diagnóstico” que permita articular acciones y medidas para definir el modelo de ciudad que se quiere al no tener un “planteamiento integral”.
Justificó también para no apoyar su aprobación que el documento tiene “grandes omisiones” que afectan a la “ordenación urbanística” de la ciudad, entre ellas que no se analiza en profundidad el mercado de la vivienda pública, o que no se ordenan espacios como el que existe entre la ciudad y el nuevo hospital al haberse dejado en blanco como “terra incógnita”.
Algo parecido sucede con las viviendas fuera de ordenación, dijo, al no hacerse una propuesta para todas, lo que supone una “oportunidad perdida”. También se refirió a que no se haga mención al futuro uso del Hospital Obispo Polanco. Compartió el planteamiento de una ciudad compacta, pero advirtió que hay que ser más flexibles porque se está orientando la construcción hacia espacios donde no se ha edificado porque sus suelos “no eran los más atractivos”.
Admitió que hay que sacar las instalaciones industriales, pero después el coste del suelo se va a incrementar y puede dificultar el acceso a la adquisición de vivienda. Reconoció que el suelo hay que gestionarlo de forma sostenible y racional, pero “no a costa de todo”.
“El suelo tiene que ser un elemento que nos dé capacidad de desarrollo económico, social, de crecimiento urbanístico, que nos dé oportunidades de hacer una ciudad que aspira a crecer” y “con mayor bienestar y calidad de vida”, dijo el portavoz socialista. Argumentó que la concepción que se daba al suelo a partir de lo que dice la ley era “excesivamente literal”, que no podía ser una “reliquia” sino “usarlo de forma racional” facilitándolo, puesto que de lo contrario habrá un “embudo en el que la parte del suelo condiciona muchísimo el precio de la vivienda”. Recalcó en este sentido que las pocas posibilidades que tenía un ayuntamiento de influir en el precio de la vivienda era facilitando suelo. Insistió en que “falta suelo” y eso puede conllevar un incremento del precio de la vivienda “que no es deseado”.
Guillén se refirió por otra parte a que hay unas 135 operaciones urbanísticas recogidas en el documento, cada una con su ficha de ordenación, aparte de las memorias económicas, y criticó al equipo de gobierno que solo les hayan dado 25 días para estudiarlo. Dijo que no les parecía “de recibo” que para la elaboración del documento hayan tenido “siete años o seis años y pico, y la oposición tenga 25 días”.
Argumentó que hubiera sido deseable tener más tiempo para ver toda esa documentación habiendo tenido que verlo de “forma express”. Consideró que eso no era lo deseable y que no se podía “abogar en la búsqueda de consenso con estos plazos”.
Por último se refirió a que se está condenando al “ostracismo” a los barrios rurales al limitarles y quitarles suelo urbanizable, además de retirarles la posibilidad de tener vivienda de protección oficial.
La portavoz de Vox, Elena Fernández, justificó la abstención de su grupo porque veía el plan “poco ambicioso” y “tímido”, puesto que ellos plantean más espacio para construir y la “liberalización del suelo donde no esté protegido”. Además, calificó de “absurdo” que en un Plan General se contemplase la perspectiva de género.
Por otra parte, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, se comprometió en el pleno municipal a convocar en el último trimestre del año el Patronato Pro Estudios Universitarios, a raíz de una propuesta de resolución presentada por el grupo municipal de Teruel Existe. La misma salió aprobada por unanimidad de todos los grupos, que consideraron adecuado el momento para hacerlo.
La alcaldesa sí advirtió que no quieren interferir con la campaña electoral del equipo rectoral que está prevista para finales de año, pero que la voluntad es avanzar en nuevos estudios como se está planteando ya desde el Ejecutivo aragonés, no solo con Medicina sino con el incremento de plazas como ha sucedido con Informática. Buj argumentó que la Universidad tiene posibilidades de crecimiento en Teruel, y por ese motivo se cedieron los antiguos terrenos de las antiguas Anejas.
El portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, pidió que en ese patronato se informe del estado actual de la implantación de nuevos estudios, los nuevos másteres de acuerdo con la actual política del Rectorado, y los proyectos que se van a desarrollar en el Campus de Teruel.
Marín recordó que ha pasado un año y medio desde la última reunión del patronato en diciembre de 2022, en el que se hizo mención a la implantación de un máster internacional sobre Psicología computacional, además de dar una orientación diferente al grado de Ingeniería Electrónica y Automática para vincularlo al sector aeronáutico.
José Antonio Guillén (PSOE) dijo que todos estaban de acuerdo en que cuantos más estudios haya, mejor, y Elena Fernández (Vox) señaló que había que “remar todos a la vez” para lograrlo.
Lo que no prosperó fue otra resolución de Teruel Existe sobre la realización de una Escuela Infantil Municipal y la modificación del convenio de colaboración con el Ejecutivo aragonés en esta materia. El PP votó en contra con el argumento de que estaba trabajando en ello, aunque a la oposición le molestó que contestaran que nos les gustaba que les dijesen lo que tenían que hacer.
Tras el paso dado este lunes por el pleno municipal queda ya menos para que la ciudad de Teruel cuente con su nuevo PGOU, puesto que lo aprobado es por ahora el documento inicial. El equipo de gobierno municipal, que integra en solitario con mayoría absoluta el PP, lo tildó de “paso de gigante”, puesto que supone un avance definitivo para su aprobación tras años intentando la modificación de un planeamiento que data de 1985.
En cuatro décadas la ciudad ha cambiado muchísimo pero no se ha dado ese boom de crecimiento poblacional que preveía el PGOU de 1985, y el nuevo plan lo que prevé es un desarrollo urbano más ordenado y contenido pensando no sólo en nuevas zonas para la construcción de vivienda sino en la regeneración de las ya existentes.
Así lo destacó el PP en el pleno ordinario de julio en el que se aprobó el documento, y que salió adelante con el respaldo de los populares y de Teruel Existe, mientras que el PSOE votó en contra tal como puso de manifiesto en comisión, y Vox se abstuvo.
Estos dos partidos consideraron que al documento le faltaba ambición, como dijo la portavoz de Vox, Elena Fernández, mientras que el portavoz socialista, José Antonio Guillén, echó en falta un diagnóstico y un planteamiento integral para la ciudad, además de incidir en omisiones puesto que a su juicio no analiza en profundidad la vivienda pública, y tampoco busca un equilibrio entre conseguir una ciudad compacta y evitar que el precio del suelo se eleve y repercuta en los compradores.
Por su parte, el portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, principal grupo de la oposición, dijo que querían que saliese cuanto antes el nuevo PGOU por el bien de la ciudad, aunque también admitió que “tendría que haber sido más ambicioso”. Dijo que intentarán que se subsane presentando alegaciones durante el periodo de exposición pública.
Tras este paso importante que supone la aprobación del documento inicial, habrá que aprobarlo provisionalmente una vez notificada la declaración ambiental estratégica por el órgano ambiental y las consideraciones que en ella se hagan, así como las modificaciones que puedan hacerse a partir de las alegaciones que se presenten durante su exposición pública. Si esas modificaciones supusiesen un cambio significativo, volvería a abrirse un periodo de exposición pública antes de la aprobación provisional. La aprobación definitiva es competencia autonómica y deberá ser el Consejo Provincial de Urbanismo quien lo refrende cuando se llegue a la fase final de la tramitación.
A exposición pública
Todos los ciudadanos podrán conocer ahora los pormenores del documento puesto que estará en exposición pública y tendrán derecho a presentar alegaciones. El documento consta de 6.754 páginas y 1.107 planos y la previsión es que esté vigente hasta el año 2045. La previsión de crecimiento poblacional que hace sitúa el número de habitantes de la ciudad para dentro de dos décadas en 41.190 personas.
El concejal de Urbanismo, Juan Carlos Cruzado, indicó que con esa población, el documento estima que podrían construirse en ese tiempo en la ciudad hasta 8.580 viviendas en los terrenos previstos por el nuevo planeamiento.
Cruzado detalló los pormenores del documento y justificó su redacción no solo por las cuatro décadas que han pasado desde el anterior, sino porque el de 1985 estaba “mal dimensionado” al haber contemplado suelo residencial para una población de 62.292 habitantes; una cifra “muy alejada de la realidad actual”.
El concejal recordó que buena parte del suelo que se clasificó entonces se remitía a ordenación pormenorizada mediante planes especiales, con lo cual se había dejado casi el 46% pendiente de ordenación. Añadió que se han producido “importantes cambios” tanto en la normativa urbanística como en la ambiental y sectorial, y además ha habido un “cambio de paradigma en el diseño de las ciudades”. Apuntó que en la actualidad se prima el desarrollo sostenible frente al desarrollismo de los años 80 que “no veía límites a la ocupación del territorio”.
Durante la explicación del documento, indicó que en los sectores de suelo urbanizable ahora se plantean densidades medias de no menos de 50 viviendas y no más de 75 por hectárea. Dijo que se apuesta por una ciudad compacta dando continuidad a la existente, para lo cual se desclasifican todos los sectores alejados de la ciudad “y sitúa el suelo urbanizable colindante con la ciudad existente”.
Cruzado indicó que el plan persigue la “recuperación” de la ciudad que ya hay y la regularización de “las edificaciones ilegales en suelo no urbanizable que formen un núcleo de población, en la mayoría de los casos sin parcelación, sin ordenación y sin resolver adecuadamente los servicios de abastecimiento, planeamiento, suministros eléctricos o recogida de residuos”. Apuntó que en este aspecto se definían 21 ámbitos en el plan general.
El responsable de Urbanismo precisó que se califican en el documento 1.211.515 m2 de suelo industrial y terciario frente a los 720.929 m2 evaluados como necesarios. También recoge una reserva estratégica en Suelo No Urbanizable Genérico de 79,19 hectáreas para la ampliación de Platea; y se hace un ordenamiento pormenorizado de casi la totalidad del Suelo Urbano No Consolidado en 45 unidades de ejecución en Teruel urbano y 27 en los barrios rurales. Para zonas verdes el PGOU califica 220.713 m2 a razón de 5,23 m2 por habitante.
Otras cuestiones en las que incidió Cruzado es que se dota de itinerarios peatonales de largo recorrido para conectar los barrios urbanos entre sí y con el Centro Histórico, extiende el carril bici no solo para bicicletas sino para los nuevos modos de transporte eléctrico, y se peatonaliza totalmente el Centro Histórico además de dotar a los barrios rurales de una red de itinerarios peatonales y en bicicleta para conectarlos con la ciudad.
En cuanto a la movilidad rodada, el concejal señaló que se quiere mallar la red viaria principal para conectar el eje central, la ronda de barrios, el eje oeste y la N-234, además de contemplarse la mejora de los barrios urbanos con el nuevo hospital, y la conexión de los que están a distinta cota, así como dotar de plazas de aparcamiento al Centro Histórico, San Julián, Arrabal y Carrel.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, destacó que esta era la primera vez que en casi 40 años se aprobaba inicialmente el documento del Plan General con todos los informes favorables, puesto que la otra vez que se hizo fue “fallida” al hacerlo 48 horas antes de que entrara en vigor una nueva Ley Urbanística de Aragón y con informes desfavorables.
Recalcó por ello la “importancia” de lo aprobado este lunes en el Ayuntamiento. Incidió en el modelo de ciudad compacta tal como establecen todas las normativas, pero aclaró que eso no supone tener calles estrechas sino todo lo contrario.
Aclaró que el plan de 1985 había generado unas bolsas de suelo dispersas por su desarrollismo atendiendo a un crecimiento de la población que no era real, y precisó que con el aprobado ahora se podría crecer más, si es necesario porque aumenta más la población, mediante una modificación y de una forma “ordenada” con “crecimientos contiguos a los ya existentes”.
Recordó ante las críticas socialistas sobre la falta de un modelo de ciudad, que ese diagnóstico ya fue aprobado por ocho partidos políticos en el avance del Plan General que se hizo.
Comentó que las bolsas de suelo dispersas como las provocadas por el plan de hace cuatro décadas hace que los servicios públicos cuesten más dinero, los desplazamientos de la gente tengan que ser más largos o que los barrios no hayan estado conectados.
Ciudad radioconcéntrica
Con el actual, en cambio, dijo que se ponía un “foco mucho más alto y vemos la ciudad de forma completa”, con la pretensión de ir hacia una urbe “radioconcéntrica” contenida dentro de las vías de comunicación que la rodean. Argumentó que eso facilitará los desplazamientos y un mejor acceso y diseño de los equipamientos.
Buj aseguró que el plan plantea un modelo de ciudad “mucho más amable” para los turolenses y “que permita que se aproveche mejor el tiempo” y que los barrios “estén llenos de vida”. Dijo que eran “muy ambiciosos” puesto que se prevén nuevas zonas de desarrollo y a la vez se hace una “apuesta muy fuerte” por “regenerar” los barrios tradicionales.
El portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, incidió durante su intervención en que urge modificar el plan y “echar a andar” porque “falta suelo”. Por eso dijo que a pesar de apoyar la aprobación del documento inicial, el plan “debería ser más ambicioso” e “incluir terrenos que no se han incluido”, tal como manifestaron en las alegaciones que presentaron y que volverán a presentar en esta nueva fase de exposición pública.
Por el Partido Socialista, su portavoz, José Antonio Guillén, criticó que el documento que se llevó para su aprobación inicial no cuenta con un “diagnóstico” que permita articular acciones y medidas para definir el modelo de ciudad que se quiere al no tener un “planteamiento integral”.
Justificó también para no apoyar su aprobación que el documento tiene “grandes omisiones” que afectan a la “ordenación urbanística” de la ciudad, entre ellas que no se analiza en profundidad el mercado de la vivienda pública, o que no se ordenan espacios como el que existe entre la ciudad y el nuevo hospital al haberse dejado en blanco como “terra incógnita”.
Algo parecido sucede con las viviendas fuera de ordenación, dijo, al no hacerse una propuesta para todas, lo que supone una “oportunidad perdida”. También se refirió a que no se haga mención al futuro uso del Hospital Obispo Polanco. Compartió el planteamiento de una ciudad compacta, pero advirtió que hay que ser más flexibles porque se está orientando la construcción hacia espacios donde no se ha edificado porque sus suelos “no eran los más atractivos”.
Admitió que hay que sacar las instalaciones industriales, pero después el coste del suelo se va a incrementar y puede dificultar el acceso a la adquisición de vivienda. Reconoció que el suelo hay que gestionarlo de forma sostenible y racional, pero “no a costa de todo”.
Facilitar suelo
“El suelo tiene que ser un elemento que nos dé capacidad de desarrollo económico, social, de crecimiento urbanístico, que nos dé oportunidades de hacer una ciudad que aspira a crecer” y “con mayor bienestar y calidad de vida”, dijo el portavoz socialista. Argumentó que la concepción que se daba al suelo a partir de lo que dice la ley era “excesivamente literal”, que no podía ser una “reliquia” sino “usarlo de forma racional” facilitándolo, puesto que de lo contrario habrá un “embudo en el que la parte del suelo condiciona muchísimo el precio de la vivienda”. Recalcó en este sentido que las pocas posibilidades que tenía un ayuntamiento de influir en el precio de la vivienda era facilitando suelo. Insistió en que “falta suelo” y eso puede conllevar un incremento del precio de la vivienda “que no es deseado”.
Guillén se refirió por otra parte a que hay unas 135 operaciones urbanísticas recogidas en el documento, cada una con su ficha de ordenación, aparte de las memorias económicas, y criticó al equipo de gobierno que solo les hayan dado 25 días para estudiarlo. Dijo que no les parecía “de recibo” que para la elaboración del documento hayan tenido “siete años o seis años y pico, y la oposición tenga 25 días”.
Argumentó que hubiera sido deseable tener más tiempo para ver toda esa documentación habiendo tenido que verlo de “forma express”. Consideró que eso no era lo deseable y que no se podía “abogar en la búsqueda de consenso con estos plazos”.
Por último se refirió a que se está condenando al “ostracismo” a los barrios rurales al limitarles y quitarles suelo urbanizable, además de retirarles la posibilidad de tener vivienda de protección oficial.
La portavoz de Vox, Elena Fernández, justificó la abstención de su grupo porque veía el plan “poco ambicioso” y “tímido”, puesto que ellos plantean más espacio para construir y la “liberalización del suelo donde no esté protegido”. Además, calificó de “absurdo” que en un Plan General se contemplase la perspectiva de género.
Patronato Pro Estudios Universitarios
Por otra parte, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, se comprometió en el pleno municipal a convocar en el último trimestre del año el Patronato Pro Estudios Universitarios, a raíz de una propuesta de resolución presentada por el grupo municipal de Teruel Existe. La misma salió aprobada por unanimidad de todos los grupos, que consideraron adecuado el momento para hacerlo.
La alcaldesa sí advirtió que no quieren interferir con la campaña electoral del equipo rectoral que está prevista para finales de año, pero que la voluntad es avanzar en nuevos estudios como se está planteando ya desde el Ejecutivo aragonés, no solo con Medicina sino con el incremento de plazas como ha sucedido con Informática. Buj argumentó que la Universidad tiene posibilidades de crecimiento en Teruel, y por ese motivo se cedieron los antiguos terrenos de las antiguas Anejas.
El portavoz de Teruel Existe, Enrique Marín, pidió que en ese patronato se informe del estado actual de la implantación de nuevos estudios, los nuevos másteres de acuerdo con la actual política del Rectorado, y los proyectos que se van a desarrollar en el Campus de Teruel.
Marín recordó que ha pasado un año y medio desde la última reunión del patronato en diciembre de 2022, en el que se hizo mención a la implantación de un máster internacional sobre Psicología computacional, además de dar una orientación diferente al grado de Ingeniería Electrónica y Automática para vincularlo al sector aeronáutico.
José Antonio Guillén (PSOE) dijo que todos estaban de acuerdo en que cuantos más estudios haya, mejor, y Elena Fernández (Vox) señaló que había que “remar todos a la vez” para lograrlo.
Lo que no prosperó fue otra resolución de Teruel Existe sobre la realización de una Escuela Infantil Municipal y la modificación del convenio de colaboración con el Ejecutivo aragonés en esta materia. El PP votó en contra con el argumento de que estaba trabajando en ello, aunque a la oposición le molestó que contestaran que nos les gustaba que les dijesen lo que tenían que hacer.
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