Los arquitectos turolenses, preocupados por la falta de suelo para viviendas

La Demarcación de Teruel del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón ha presentado 107 alegaciones al PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), entre las que destacan las relacionadas con la necesidad de más viviendas. Estas alegaciones abarcan tanto aspectos generales como específicos del nuevo planeamiento urbano y han sido elaboradas por un grupo de arquitectos, en su mayoría residentes en Teruel, que aportan una visión profesional desde su experiencia, “con un profundo conocimiento de la ciudad y sus necesidades”, destacan desde la Demarcación en una nota de prensa.

El Colegio valora el “gran esfuerzo” realizado para dotar a la ciudad de un instrumento urbanístico claro y bien trabajado que analiza “muy bien” la situación presente y el Plan General de 1985.

Con carácter general, se refieren a la apuesta por la ciudad compacta para subrayar la importancia de incluir acciones concretas para desarrollar esta idea y proponen la deslocalización de actividades “disonantes” hacia la zona industrial, el diseño de vías principales más amplias y áreas de estacionamiento adecuadas para descongestionar el Centro y atender necesidades específicas de eventos culturales y deportivos.

También destacan la necesidad de proteger los espacios naturales, actualizar ordenanzas para dar vida a locales comerciales inactivos y aprovechar los desniveles de la ciudad para potenciar su atractivo visual.

Sobre el suelo urbano no consolidado la Demarcación solicita un análisis más detallado de las desclasificaciones y de las unidades de ejecución y cambiar el sistema de gestión del modelo de compensación al de cooperación incluso al de expropiación en casos prioritarios. “Esto permitirá superar el estancamiento actual, promoviendo un desarrollo más eficiente y ágil de los suelos urbanos no consolidados, con la intervención del Ayuntamiento”.

Los arquitectos turolenses han mostrado asimismo su preocupación por la escasez de suelo residencial y el impacto que esto puede tener en los precios, por lo que destacan “la necesidad urgente de prever suelo urbanizable en las inmediaciones del nuevo hospital de Teruel” facilitando la creación de alojamientos, equipamientos y servicios de apoyo como restaurantes y comercios esenciales para pacientes, acompañantes y personal sanitario.

En la misma línea, plantean elevar la edificabilidad para aumentar la previsión del número de viviendas “salvo en zonas donde el impacto visual, arquitectónico o ambiental sea negativo”.

Por otra parte, la Demarcación plantea la necesidad de mejoras en los equipamientos educativos, sociales y culturales. Lo ejemplifica en colegios como el Ensanche, el Pierres Vedel, el Miguel Vallés o el IES Santa Emerenciana o los centros de San Blas y Villalba Baja, con limitaciones para futuras ampliaciones, por lo que se sugiere que el PGOU asigne parcelas adecuadas para el desarrollo de nuevos equipamientos.

En cuanto a los equipamientos sociales, consideran necesarios mejorar la oferta de bibliotecas públicas y áreas de estudio. También se señala la oportunidad de reutilizar espacios infrautilizados como los conventos del Centro para fines culturales o dotacionales.

En el ámbito sanitario y asistencial, se plantea la importancia de planificar residencias de la tercera edad cerca del nuevo hospital.

Además, proponen una nueva regulación para viviendas dotacionales de alquiler especialmente en áreas de rehabilitación.

En materia de movilidad la Demarcación plantea el mallado de la red con itinerarios alternativos y evitar el asentamiento de actividades que puedan obstaculizar infraestructuras claves como el itinerario Cuenca-Teruel o el corredor Cantábrico-Mediterráneo de Alta Velocidad. Cuestionan la inclusión de usos residenciales e industriales en el entorno de la Vega y proponen un modelo enfocado a la conservación de la biodiversidad.

En cuanto al suelo urbanizable no consolidado la Demarcación subraya la dificultad que va a suponer su desarrollo por proponerse su gestión mediante unidades de ejecución de extensión excesiva y con gran cantidad de propietarios involucrados.

“La gran cantidad de unidades de ejecución propuestas implica la aparición de equipamientos fragmentados dispersos y de escasa entidad”, subrayan y proponen una serie de medidas para revertir esto.

En las alegaciones relativas a suelo urbanizable, “mostramos nuestra preocupación por la implantación de determinados usos en zonas con riesgo de inundaciones”. Además, se propone fortalecer la protección de la vega del río Turia.

Se presentan también alegaciones a las normas urbanísticas con propuestas destinadas a mejorar la claridad y la coherencia del documento y la viabilidad de su aplicación.

Centro histórico

La Demarcación del COAA propone impulsar la rehabilitación de edificios mediante medidas realistas dentro del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico BIC. “La flexibilización de los requisitos exigidos haría viable las intervenciones en el Conjunto Histórico revitalizándolo y evitando la pérdida de inmuebles”.