La personalización en los tratamientos de cáncer marca un futuro de esperanza

La especialización y la personalización de diagnósticos y tratamientos contra el cáncer son el presente de la investigación y se plasmarán en un futuro cercano en las nuevas terapias, un proceso en el que la Inteligencia Artificial (IA) tendrá mucho que decir. Mientras tanto, las transferencias de conocimiento entre investigadores y profesionales clínicos ya se dejan ver en algunos avances en inmunoterapia, radioterapia intraoperatoria o hipertermia oncológica impensables hace unos años. Todo ello, junto a la prevención y el destierro del tabú, salva vidas. Así se puso de manifiesto en las dos charlas que esta semana programaron las juntas locales de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Calanda y Alcorisa, con participación del responsable del Grupo de Oncología Molecular del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragon (ISS), Alberto Jiménez Schuhmacher, y la facultativa especialista en Oncología Radioterápica del Hospital Miguel Servet, Reyes Ibáñez.

Los expertos divulgaron de forma didáctica algunos avances de la investigación contra el cáncer, con ejemplos y alentadores datos que arrojan esperanza sobre el avance de la ciencia en el laboratorio y su aplicación en los pacientes a través de las terapias.

El Grupo de Oncología Molecular es una ambiciosa iniciativa de investigación a nivel nacional que, desde el año 2017, busca desarrollar nuevas soluciones para diagnosticar y tratar algunos de los tipos de cáncer más agresivos y complejos. El equipo de Schuhmacher pretende crear “misiles de precisión” que localicen y ataquen las células tumorales sin dañar los tejidos sanos. El grupo es multidisciplinar y combina un amplio abanico de técnicas de biología molecular, modelos de experimentación, screenings y ensayos de biología celular con el objetivo de desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y tratamientos que, no obstante, no estarán listos de hoy para mañana.

El doctor acercó los conceptos de célula y gen para poder explicar qué es el cáncer, y revisó los principales tipos de tratamientos.

La clave es que “cada cáncer tiene su nombre y apellido”, y cada persona lo desarrolla de una forma distinta, por lo que hay que ir a por un “tratamiento de precisión y especializado para cada paciente”, desgranó Schuhmacher. En este sentido, advirtió, “la investigación de hoy es la medicina del mañana y se tarda 10 años en desarrollar un nuevo fármaco”, salvo cuando se ponen todos los recursos al alcance como las vacunas del covid-19.

“Ya no daremos cañozanos, que funcionan, sino que iremos hacia cuestiones más precisas”, resumió el doctor. Recientemente ha investigado la detección precoz de cánceres de pulmón, en el marco de un premio que convoca la Lung Ambition Alliance. La investigación ha consistido en una biopsia virtual para el diagnóstico de tumores no invasiva, mediante imagen inmunodirigida con anticuerpos. “Ahora ya no le llamamos genéricamente cáncer de pulmón. Cada diagnóstico es específico y los tratamientos también lo son”, indicó el experto.

La prevención es vital

“Conforme tengamos mejores conocimientos tendremos que ir hacia diagnósticos más tempranos, para eliminar antes los tumores. La cirugía ya es curativa”, dijo Schuhmacher, quien junto a Ibáñez incidió en la importancia de la prevención y el seguimiento de los cribados (mama, próstata, colon) para un tratamiento precoz, evitando fases irreversibles.

También recordaron cómo los hábitos y el estilo de vida influyen en las posibilidades de padecer un cáncer, e instaron a aparcar el estigma del enfermo.

Schuhmacher que hay más esperanza de vida hoy porque “más de la mitad de los tumores se curan” y alertó de que “uno de cada dos europeos tendremos cáncer”, pero “el reto es morir con cáncer y no de cáncer”, apostilló. En 2030 se espera que el 70% de los pacientes puedan sobrevivir. Algunos tumores que hace poco eran “sentencia de muerte, hoy son salvables”, como el de tiroides, tipos de melanoma o leucemia linfocítica crónica. Por último Schumacher afirmó que los recursos públicos para la investigación en cáncer en España equivalen a 7 kilómetros de inversión en AVE.

Las fases de la investigación

Por su parte, Ibáñez desgranó las fases de la investigación. La primera es la “ciencia pura”, donde se estudia la oncología molecular y la genética del cáncer. Después se traslada la investigación de modelos preclínicos a estudios en humanos. Y en un tercer escalón se evalúa la eficacia y la seguridad de esos tratamientos, bien sean fármacos o tratamientos con radiaciones, quimioterapia u otras tecnologías.

La oncóloga explicó algunos casos concretos de éxito en inmunoterapia o terapia dirigida, y también “en el ámbito de la radioterapia intraoperatoria, utilizada sobre todo en cáncer de mama, que ha pasado de ser innovación a un estándar en Aragón”, con más de 1.500 pacientes tratados en una década. También subrayó la hipertermia oncológica.

Vaticinó que en pocos años los tratamientos “van a cambiar rápido”, con grandes avances de la mano de nuevas herramientas como la IA, que permitirá un diagnóstico por imagen y planificar los tratamientos.

Aragón contará con una unidad de investigación en terapias celulares avanzadas para tratar distintos tipos de cáncer. Un espacio multidisciplinar junto al Hospital Clínico de Zaragoza, integrado por personal investigador, médico y técnico específico orientado a la aplicación de nuevos tratamientos de inmunoterapia. Habrá una sala blanca.