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CSIF denuncia defectos en cuatro oficinas de Correos del Bajo Aragón CSIF denuncia defectos en cuatro oficinas de Correos del Bajo Aragón
Humedades en las paredes de una de las oficinas de Correos. CSIF

CSIF denuncia defectos en cuatro oficinas de Correos del Bajo Aragón

Alcañiz, Andorra, Alcorisa y Calanda están afectadas
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La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado las numerosas deficiencias que presentan seis oficinas de Correos en la provincia de Teruel y en concreto cuatro del Bajo Aragón. Entre los principales problemas señalados se encuentran la falta de calefacción, como es el caso de la oficina de Alcañiz y climatización, humedades en Alcorisa, dificultades de accesibilidad en Calanda, puertas en mal estado, luminarias fundidas y deficiencias estructurales como la ausencia de bajantes en los tejados. Ante esta situación, el sindicato reclama la puesta en marcha urgente de un plan de mantenimiento que permita abordar las reformas necesarias, con el fin de mejorar tanto las condiciones laborales de los empleados como el servicio que se presta a los usuarios.

Según Rosa Sánchez, responsable de CSIF Correos en Teruel, muchas de estas deficiencias llevan años sin resolverse. "Algunas se solucionarían con pequeñas intervenciones de mantenimiento, pero en otras son necesarias actuaciones de mayor envergadura. Hemos comunicado estos problemas a la empresa y seguimos esperando una solución. La situación pone en riesgo la salud laboral de los trabajadores y perjudica a los usuarios que acuden a las oficinas", declaró.

Entre los casos más graves destaca la falta de calefacción. En la oficina de Correos de Teruel capital, los empleados han trabajado hasta esta semana con temperaturas interiores que rondaban los 13 grados, mientras que en Alcañiz el problema se arrastra desde julio, cuando se averió la bomba de frío y calor. Esto provocó que los trabajadores soportaran el verano sin aire acondicionado y ahora enfrenten el invierno sin calefacción.

Los problemas de accesibilidad también generan serios inconvenientes. En Calanda, la puerta de acceso a la oficina es tan estrecha que las personas que se desplazan en silla de ruedas no pueden entrar al edificio, lo que dificulta el acceso de los usuarios con movilidad reducida.

En Andorra y Alcorisa, la principal preocupación son las humedades que afectan tanto a las instalaciones como al confort de los trabajadores y usuarios. Mientras tanto, en Calamocha, la falta de bajantes en el tejado del edificio provoca que, cuando llueve, el agua caiga directamente sobre la acera de entrada, generando un riesgo adicional de resbalones y caídas durante el invierno debido a las heladas.

En otras oficinas como de la Teruel, en la unidad de reparto, el portón de entrada para vehículos permanece averiado, lo que complica el uso de los servicios de carga y descarga. Además, se han detectado fallos en los cables de carga de las furgonetas eléctricas, lo que afecta la operatividad del reparto.

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