La colocación de las nuevas patas de la figura del Torico, el momento más difícil en su recuperación

La colocación de las piezas de resina, que sustituirán a las patas que se perdieron tras la caída del Torico, será el momento más delicado en el trabajo de rehabilitación del símbolo de la ciudad de Teruel, que se está llevando a cabo en el Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín. Hace un mes se trasladó hasta sus instalaciones la emblemática figura, que se encontraba depositada en el Museo Provincial. El Ayuntamiento de Teruel, propietaria del bien, encargó a la Fundación los trabajos de restauración del emblema: una figura de 45 kilos que desde hace siglo y medio y hasta junio de 2022 presidía la principal plaza de la ciudad.

Una vez estudiadas las diferentes piezas que se trasladaron en un envoltorio especial y realizadas distintas pruebas de texturas y colores, la restauradora de la Fundación, Rosana Herrero, se dispone estos días a colocar las nuevas patas que ha fabricado para la escultura de hierro.

Hacer unas nuevas patas ha sido un proceso laborioso, pero para el cual tuvieron la suerte de contar con un molde del Torico proporcionado por el Ayuntamiento, que se encargó hace unos años para preparar la réplica de la figura que desde 2021 se puede visitar en el Museo de la Vaquilla.

A partir de esa pieza se realizaron unos moldes de silicona de las dos patas traseras que se perdieron en el suceso del 19 de junio de 2022 y del trozo que falta de una de las delanteras. Estos moldes se llenan de una resina especial y antes de que se solidifique se coloca una varilla de fibra de vidrio corrugada de 2 centímetros. En la pieza original se va haciendo una pequeña incisión para poder introducir la varilla hasta unir las dos partes.

“Este es el momento más delicado”, asegura Rosana Herrero, que desde hace un mes se está enfrentando a la restauración de esta figura con la carga que supone saber que es una pequeña escultura de hierro con un gran valor sentimental.

Además de colocar las nuevas patas se reintegrarán otras piezas que sí que se pudieron recoger en la misma plaza cuando se precipitó al suelo la figura al retirar una sogas que se habían sujetado a la columna del Torico, con motivo del Congreso Nacional del Toro de Cuerda.

 

En el caso de la pata delantera derecha se han unido las tres piezas en la que quedó fracturada y en la izquierda falta una trozo intermedio y se realizará la reconstrucción volumétrica con otra pieza de resina. Los pitones de los cuernos, que también se soltaron y se pudieron recuperar aquel fatídico domingo de junio, se podrán pegar directamente. Una vez recuperado el volumen de la figura, se le dará una patina de color respetando sus diferentes tonalidades y una protección.

La Fundación ha encargado una nueva placa metálica como base de la escultura, porque la que había quedó fracturada en al menos cuatro trozos. Esta pieza era muy importante porque en ella iba atornillada la figura por sus cuatro patas y a su vez llevaba otros dos agujeros para que se pudiera atornillar a la columna de piedra.

A una columna que resulta muy difícil que vuelva. Los técnicos no aconsejan que el Torico sea una figura conmemorativa. Así lo dice el director gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, porque aunque tras la restauración la figura va a quedar en buenas condiciones, “no está pensada para que sea una figura conmemorativa”.

Cada primer o segundo sábado de julio los turolenses suben por la columna del Torico hasta la figura para ponerle el pañuelo y dar por iniciada la fiesta de la Vaquilla. Desde 2022 se hace a la replica de bronce que se colocó unas semanas después de que se precipitara la escultura que ahora se está restaurando.

 

Fuera de estas fechas también se ha accedido para celebrar triunfos deportivos, ya en los últimos años con plataformas.

Los trabajos de restauración, valorados en unos 9.900 euros, finalizarán previsiblemente en el mes de abril. La Fundación entregará entonces la figura al Ayuntamiento con un informe de restauración. A partir de entonces habrá que garantizar una condiciones idóneas de conservación para una figura que desde la segunda mitad del siglo XIX ha estado al intemperie pero que ahora ha sido sometida a un proceso de recuperación. “A los ojos de los restauradores sí que se podrán diferenciar las diferentes piezas pero para el público no las diferenciará”, comentó Jiménez.

Eso no quiere decir que su estado no sea delicado y no está lista para volver a lo alto de la columna de su plaza.

La alcaldesa, Emma Buj, es conocedora de esta situación que ya le han transmitido los técnicos y -aunque prefiere tomar una decisión cuando tenga el informe de restauración en sus manos- considera que el futuro destino de la figura no es una decisión que tenga que tomar en solitario. Por ello, lo dará a conocer al resto de grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Teruel.

“El Torico no puede volver a estar expuesto al aire libre, no sería aconsejable pero su nueva ubicación no va a ser una decisión unilateral, se tomará en el seno del Ayuntamiento”, afirmó.

 

En cualquier caso la responsable municipal rechazó hacer una consulta popular, como en su día propuso Teruel Existe, que es el principal grupo de la oposición, porque “se produciría un sesgo ya que en la consulta no se podría ver reflejada toda la población”, comentó siguiendo el argumento que ofreció cuando la propuesta se debatió en el pleno municipal en enero de 2024.

Mientras llega el momento de tomar una decisión, los trabajos continúan en el Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín. Para acometer esta tarea minuciosa se parte del informe El Torico. Estudio y propuesta de intervención, que realizó la restauradora del Museo de Teruel, Pilar Punter, donde ya se planteaba la reintegración de la materia perdida con resina adicionada con cargas inertes e incorporar una armadura en el interior de las patas traseras, como se ha hecho con las varillas de fibra de vidrio.

En cuanto al color de la resina, ha sido necesaria la realización de diferentes pruebas para encontrar con la tonalidad que se podía dar a la mezcla, que es una material especial formado por varios componentes para hacerlo resistente ya que por su ubicación, en las patas del animal, iba a sostener un gran peso.

Los restauradores recuerdan que -una vez finalizada la recuperación- habrá que pensar en colocarlo en un soporte especial para una pieza tan pequeña y a la vez tan pesada. El original pesaba 45 kilos y otro 8 kilos el soporte metálico.

La Fundación Santa María de Albarracín ya trabajó en la recuperación de la columna de piedra de la fuente del Torico derribada en junio de 2022. Se tuvo que actuar de urgencia y para darle una solución técnica adecuada para lograr estabilidad al fuste fracturado se colocaron barras de fibra de vidrio de grandes dimensiones, una técnica que se emplea habitualmente en la restauración en distintos materiales.

El apunte

Una caja con una base de arena, donde la figura del Torico se encuentra situada con las patas hacia arriba es la mesa de operaciones para que la restauradora intervenga en su recuperación. Se trata de que no se produzcan movimientos en momentos tan delicados como los de ensamblar las patas realizadas a partir de resina.

Responsables municipales

Una semana después de que el Torico llegara al Centro de Restauración de Albarracín, la alcaldesa y el concejal de Infraestructuras visitaron las instalaciones para conocer cómo los restauradores iban a abordar la restauración. En el encuentro, además del director de la Fundación, Antonio Jiménez, y la restauradora Rosana Herrero, también participó María Méndez, profesora del curso de Conservación y Restauración de Materiales Metálicos de la Fundación.