Dinópolis inicia la temporada con lleno de público y una gran afluencia de visitantes de Madrid

Dinópolis inició este sábado su vigésimo quinta temporada con un lleno de público espectacular al coincidir con puentes de fin de semana escolares tanto en Madrid como en Barcelona. La celebración del Día de Andalucía el pasado viernes hizo también que el 9% de los visitantes procediese de esa comunidad autónoma. Fue no obstante la Comunidad de Madrid, con el 42,12%, el lugar de donde procedía la mayor parte del público. Desde el viernes se sentía en la ciudad la apertura de Dinópolis por la presencia de turistas en sus calles, en la mayoría de los casos parejas con niños.

Los visitantes se encontraron con un parque paleontológico reluciente tras la parada de dos meses durante que se aprovecha para poner al día las instalaciones e incorporar novedades. La gran atracción de este año es el nuevo corpóreo del dinosaurio Oblitosaurus bunnueli instalado en Tierra Magna, en donde se exhiben las reconstrucciones en vida de estos grandes vertebrados del Mesozoico descubiertos en la provincia, y al que los niños se quedaban mirando porque está muy cerca de la valla y el diseño que ha hecho la Fundación Dinópolis ha sido pensado para que el público pueda observar los detalles de su cabeza.

Lo que estaba a rebosar también, a pesar de la llovizna, era la Paleosenda, totalmente remozada, y la Sima Misteriosa, el gran juego de aventura que el año pasado estuvo cerrado y que ha sido renovado en su totalidad para el disfrute de los niños, que hacían gala de su espíritu aventurero subiendo y bajando por sus toboganes, rampas y vericuetos.
 

El complejo paleontológico estuvo a rebosar desde primera hora de la mañana, y para hoy domingo se espera una afluencia similar gracias a que tanto en la Comunidad de Madrid como en Barcelona fue festivo escolar el viernes y también lo será el lunes. Ese puente ha favorecido la llegada de visitantes.

Aunque no se facilitaron cifras, el aspecto que tenía el complejo era de un lleno total similar a un día de temporada alta, con filas en todas las atracciones, espectáculos y espacios expositivos para entrar a las distintas dependencias, desde Mar Jurásico al Último minuto y el Museo Aragonés de Paleontología, además del ride del Viaje en el tiempo que lleva camino ya de cumplir un cuarto de siglo y que sigue fascinando.

De acuerdo con los datos facilitados por Dinópolis a primera hora de la tarde, el 42,12% de los visitantes procedía de la Comunidad de Madrid, el 14,67% de la Comunidad Valenciana, el 10,33% de Aragón y el 9% de Andalucía. De Castilla-La Mancha llegó el 7,60%del público, mientras que el 5,71% lo hizo desde Cataluña.

Todas las instalaciones eran una auténtica ebullición, al igual que los espacios exteriores del parque como la Paleosenda con la renovada Sima Misteriosa y el resto de instalaciones puestas al día y mejoradas, y Tierra Magna con las reconstrucciones en vida de los dinosaurios turolenses. Debido a la lluvia no estaban operativas las atracciones del Saurio Park.

Buenas expectativas

La directora gerente de las instalaciones, Higinia Navarro, manifestó que las expectativas vuelven a ser “muy positivas”, ya que “siempre empezamos la temporada así”. Prueba de ello es que desde que lleva funcionando Dinópolis han pasado por sus sedes más de 3,8 millones de personas. “Al año tenemos más visitas que habitantes tiene la provincia”, recordó.

“Veinticuatro años después Dinópolis sigue siendo un motor turístico”, indicó Navarro, que aseguró que por las reservas se espera también una “afluencia espectacular” para hoy domingo, en un año en el que además se ha adelantado la apertura a principios de marzo.

Buena parte del éxito de este fin de semana se ha debido a la llegada de madrileños. El director comercial de Dinópolis, Carlos Hernández, comentó que al enterarse en Fitur que en Madrid era festivo escolar tanto el viernes como el lunes, enviaron desde hace dos semanas el autobús tematizado a recorrer las calles de la capital española.

Hernández explicó que el autobús estaba todavía con el vinilo del año pasado y que en los próximos meses se tematizará con el nuevo para esta temporada, ya que es uno de los recursos habituales para la promoción del parque en sitios como la Comunidad Valenciana. A la vez se hará promoción en línea y se lanzará de nuevo una campaña en las principales salas de cine para captar público de las zonas más alejadas de la mitad oriental del país. Este año además coincide con el estreno de la película Jurassic World 4 a principios de julio.

El director comercial comentó que se harán también las habituales campañas en centros comerciales y ferias, con la mirada puesta también en el veinticinco aniversario de la inauguración de Dinópolis, que se celebrará el año que viene. La mirada está puesta igualmente en el visitante 4 millones, que estará a caballo entre la actual temporada y la de 2026.

La directora gerente de Dinópolis comentó que todas las subsedes abrieron sus puertas este sábado, excepto Legendark en Galve, donde se trabaja para subsanar los daños provocados el año pasado por las tormentas, además de dotar de nueva musealización a las instalaciones. La previsión es que pueda abrir para el verano.

Aunque no es novedad, Navarro destacó la reapertura de las instalaciones de la Sima Misteriosa, que estuvo cerrada todo el año pasado al público, y la renovación de los materiales de la Paleosenda. Los trabajos para poder abrir a tiempo se prolongaron hasta un día antes, incluida la renovación de la arena en la zona de juegos.

Entre los visitantes del primer día prevalecían las familias con niños, incluso de otros países como un matrimonio de Holanda con sus dos hijos atraídos por la proyección que tiene Dinópolis. Pero Madrid era la procedencia más frecuente debido a las fiestas escolares del viernes y del sábado.

Susana viajó desde la capital española con su pareja y sus tres hijos. Era la primera vez que visitaban Dinópolis aunque ya habían estado antes en Albarracín. “Hemos aprovechado el puente para escaparnos unos días”, comentó, tras reconocer que les encantaba “la tranquilidad” de Teruel frente al agobio diario que entraña vivir en Madrid. Su pareja, Daniel, manifestó que la ciudad de Teruel “es muy cómoda de visitar y para moverse por ella andando”. Su plan es quedarse hasta el lunes, visitar hoy domingo Albarracín y recorrer la senda fluvial del Guadalaviar al haber oído hablar de ella como atractivo para pasear.

Fascinación

Arantxa también llegó desde Madrid con sus padres y su hijo, pero en un viaje en el mismo día por el interés del pequeño, Rodrigo, de conocer Dinópolis. El niño comentó que le gustaban los dinosaurios porque vivieron en un mundo “totalmente distinto” al nuestro. Añadió que le encantaban los fósiles porque le resultaban “extraños” a la vez que “muy valiosos”. Viajaron en el día pero regresarán para visitar el resto de las sedes de Territorio Dinópolis, dijeron.

Desde Barcelona se desplazó Manuel con su pareja y sus dos niños para visitar Dinópolis por segunda vez. La primera vez que lo hicieron fue cuando la niña, Martina, tenía 3 años. Hoy tiene 11 y su hermano pequeño, Joel, la edad que tenía ella cuando estuvieron por primera vez.

Explicaron que había sido una experiencia muy bonita cuando estuvieron la primera vez y que habían querido repetirla. Martina dijo que a pesar de ser muy pequeña recordaba que le “gustó mucho”.

Se desplazaron en autocaravana, llegaron el día anterior y hoy y mañana seguirán ruta en función de cómo esté el tiempo. Aseguraron que para ellos la provincia no es un lugar desconocido ya que viajan con frecuencia al Matarraña. “Nos gusta la belleza natural de Teruel”, comentó Manuel.

De Alicante era Silvia. Viajaron dos parejas y tres niños y era la primera vez que visitaban Dinópolis aunque en la provincia llevaban desde el miércoles esquiando en las pistas de esquí. Explicó que siempre habían tenido en mente visitar Dinópolis y no lo habían hecho hasta ahora. Aunque llevaban poco rato, habían podido recorrer ya varios sitios del parque paleontológico y los niños, de 9, 12 y 13 años, comentaron que les estaba gustando mucho, en especial el paseo con barca del Último minuto.

Disfrazado de dinosaurio

Entre los niños que recorrieron este sábado Dinópolis en su primer día de apertura al público destacó por su pasión Telmo, de tan solo 3 años, que no paraba de rugir como los dinosaurios a cada paso que daba.

Iba disfrazado de dinosaurio y su padre, Alejandro, comentó que le encantaban.

Son de Zaragoza y era la primera vez que visitaban Dinópolis. Aunque acababan de entrar, Telmo estaba emocionado y su padre dijo que con solo ver el hall de acceso “esto tiene muy buena pinta”. Iba con su pareja y un bebé, y Telmo no paraba de moverse inquieto con su traje de dinosaurio. Afirmó que el que más le gustaba era el Tiranosaurio y que tenía ganas ya de verlo.

A su lado, otros niños se movían inquietos y nerviosos como él a la espera de encontrarse de frente con los grandes gigantes que poblaron la provincia hace más de 66 millones de años. Pasado ese tiempo han vuelto a la vida gracias al trabajo de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel y, más allá de sus huesos fosilizados, todo el estudio de campo que realizan ha permitido reconstruirlos, así como los ambientes en los que vivieron.

En Tierra Magna daban fe de ello la amplia variedad de géneros y especies nuevas descubiertas en Teruel que se exhiben en este espacio, al que este año ha llegado un nuevo ornitópodo del Jurásico Superior que rinde homenaje a Luis Buñuel, Oblitosaurus bunnueli, cuya reconstrucción en vida ha llevado a cabo Daniel Ayala con el equipo científico y técnico de la Fundación Dinópolis.

Había quienes comentaban que era el dinosaurio nuevo que se ha incorporado este año, y una niña lo miraba fijamente como hipnotizada. Sus familiares le preguntaron por detrás qué pensaba, y la pequeña respondió: “¿Está vivo?”. Eso es Dinópolis, el renacer de los dinosaurios gracias a un trabajo de años en el que la investigación científica de los paleontólogos ha hecho posible mostrar cómo eran los animales que poblaron la provincia hace millones de años, con tal realismo que pareciera que nunca se hubiesen extinguido.