La entrega de este domingo corresponde, con escasas modificaciones, al texto que desde la dirección del Museo provincial de Teruel se me encargó para la exposición "La sábana de Regina. 1936" que se ha podido contemplar esta semana con motivo del "Día Internacional de los Museos" y que habla las condiciones socioeconómicas del momento histórico -y trágico- que le tocó vivir a la joven Regina Cruzado, vecina de Villarquemado.
La verdad es que se trata de una instalación original y única en la historia del Museo de Teruel para ilustrar el tema del "poder de los museos para transformar el mundo que nos rodea (...) para provocar cambios positivos en las comunidades a través de la educación, defender los valores democráticos...", tal como se apunta en el díptico de la exposición.
La población de Villarquemado a principios de los años 30 del siglo pasado, estaba en torno a los 1.700 habitantes (1.661 en 1930) dedicados a las actividades agrarias, pecuarias, así como domésticas. Las familias eran numerosas, en general, como ocurría con la de Regina ya que en su casa l@s hij@s eran dos varones (Julio y Andrés) y tres mujeres (Mónica, Ester y Regina). Se había producido un incremento de los efectivos demográficos en el primer tercio del siglo XX lo que dificultaba la manutención de las familias.
Los censos de población de estos años están repletos de jornaleros e ínfimos propietarios de tierras pero en el caso de Regina esto no era así ya que la actividad principal de la familia Cruzado-Salesa, aunque pudiera de disponer de algunas tierras, era la carpintería por lo que se supone que presentaba una situación económica ligeramente superior a gran parte del resto de vecinos.
Otra característica a destacar era el alto porcentaje de analfabetismo de la época, especialmente entre las mujeres. Sin embargo, Regina asiste a la escuela regularmente y adquiere una formación cultural superior a la media, seguramente, a lo que ayudó el ambiente familiar tal como me contó en una entrevista hace unos años Julio Cruzado Iranzo cuando afirmaba que en su casa siempre había existido una preocupación por los libros, por la lectura y por la cultura.
La proclamación de la II República en Villarquemado fue recibida, como el resto de España, con alegría e ilusión por el futuro por los vecinos Bernabé Esteban y Vicente Guillén que lo cuentan en sus "Memorias". Más libertades, reforma agraria, mejoras en la educación... eran algunas de las grandes expectativas que levantaba el nuevo régimen. No es de extrañar que Regina, en esos momentos con 15 años, se sientiera atraída por la nueva situación política del país.
Por su parte, el nuevo alcalde republicano, Nicolás López Aguar, preocupado por elevar el nivel cultural de sus vecin@s, tal como se refleja en las actas municipales, organizó la biblioteca local de tal manera que se abrría para el préstamo de libros el 20 de noviembre de 1932, apenas cinco meses más tarde del decreto de junio del Gobierno republicano.
Además, en 1934 se consignaron en el presupuesto 120 pesetas trimestrales para la compra de libros y funcionamiento, dotación considerable para la época y única pues no la localizamos en otros municipios que se acogieron al citado decreto. Otra decisión curiosa y que muestra el interés por la cultura de la Corporación, es el traslado de la enciclopedia Espasa a casa del secretario porque los labradores y jornaleros no podían consultarla ya que su horario de trabajo en el campo no coincidía con el de la biblioteca.
Meses después de abril de 1931, va llegando a Villarquemado prensa de ideas anarquistas y anarcosindicalistas desde Valencia a Bernabé Esteban y desde Zaragoza a Cristóbal Fombuena, por lo que un grupo de jóvenes fundan el Sindicato Obrero Campesino "El Porvenir", de filiación cenetista frente a otro sector que se unió a la UGT. En su local se programaban todo tipo de actividades formativas y culturales como clases para adultos impartidas por el ex seminarista Vicente Marco, conferencias sobre diferentes temas como una sobre el método anti-conceptivo Ogino... No es de extrañar que tanto Regina como su familia frecuentasen y participasen en las actividades del centro.
Pero llega julio de 1936 y se produce el levantamiento militar contra el régimen legal de la II República, cuando, según Bernabé Esteban, se estaba constituyendo la organización de Juventudes Libertarias en la que pudieron participar Regina y sus herman@s, pero los militares rebeldes, iniciaron la represión contra l@s integrantes de organizaciones de izquierdas y, en especial, contra las mujeres porque no aceptaban que se formasen culturalmente y participasen en actividades públicas y políticas.
Es así como trece mujeres de Villarquemado fueron ejecutadas, seguramente en los Pozos de Caudé, y entre ellas Regina que contaba con 20 años. Otros familiares fueron también objeto de represión brutal (muerte, confinamiento, encarcelamiento, destierro...). Había que acabar con aquellas mujeres del mundo rural como Regina que habían luchado por la libertad y por un mínimo de igualdad y justicia social.
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