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Seria advertencia del Arenas a un  CD Teruel que quiere pero no puede (2-0) Seria advertencia del Arenas a un  CD Teruel que quiere pero no puede (2-0)
Buen trabajo del centro del campo del equipo de nuevo, pero sin resultado positivo. CD Teruel

Seria advertencia del Arenas a un CD Teruel que quiere pero no puede (2-0)

Primera derrota liguera del equipo, que vuelve a no marcar y acumula cuatro jornadas sin vencer
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Tres empates ante tres adversarios con empaque habían logrado esconder, al menos atemperar, las carencias de este CD Teruel recién remendado tras la desbandada después del descenso de Primera Federación. El equipo viene mostrando poca mordiente y poco gol, pero su orden y buen trabajo colectivo le permitían navegar invicto mientras Mendia termina con la reconstrucción. Este sábado, en Getxo, en el campo del histórico Arenas, esas carencias quedaron desnudas por completo. Dos goles uno al inicio de cada tiempo suponen la primera derrota de la temporada para el conjunto mudéjar al que le urge, como respirar, abrir caminos en tres cuartos para asustar a sus rivales, porque por ahí se le crecen.

Unai Mendia presentó en Vizcaya el mismo once que en la jornada anterior, con Ander Dufur recién recuperado de su tobillo, en el banquillo. Comentaba el entrenador guipuzcoano que no sería fácil el encuentro en un escenario tan peculiar como el del Histórico, pero los rojillos, ayer de azul marino, llegaban dispuestos a asaltarlo con el exarenero Asier Parra como mediocentro. Pero no pudo comenzar peor el partido para el conjunto mudéjar. Un centro chut de Collado, desde el vértice izquierdo del área grande con mucha rosca y a media altura, se fue envenenando hasta colarse haciendo inútil la estirada de Taliby Konaté.

La tromba de agua que caía sobre la jaula de Getxo desde antes de empezar la contienda, y que sufrían los futbolistas en un terreno de juego cada vez con más charcos, impedía a unos y otros jugar el esférico en corto, aunque lo intentaban ya con el uno a cero. Y así llegaría a la contra, dos minutos después de encajar el gol, el Teruel con una clara oportunidad en la que Febas, con una tremenda volea, estrellaba el esférico en el travesaño. Se plantó bien el Teruel en el área, con movimientos inteligentes de Peru Ruiz, destacado todo el choque a pesar de que sigue sin ver puerta. Se la puso franca a Febas para simplemente empujar, pero se le hizo de noche al ilerdense.

La tuvo entonces el Teruel en un emocionante inicio de ida y vuelta, pero poco después era Iradi el que también respondía para el Arenas con un disparo a la cruceta. No se había cumplido el cuarto de hora de partido y los rojinegros, otra vez con el omnipresente Collado, dispusieron de una nueva y clara oportunidad que terminaría en las manos esta vez de un bien colocado Taliby. Porque, de hecho, la reacción turolense al gol local se fue esfumando. Mediado el periodo, dominaban los locales el juego, mas las situaciones de peligro ya no eran tan claras porque los turolenses frenaban los ímpetus de los pupilos de Ibai Gómez con intensidad y faltas tácticas. Ello les hizo recibir tres tarjetas amarillas antes de llegar al minuto 30.

Cambio de Parra y descanso

Poco después, la desgraciada lesión de Parra hizo que el vizcaíno Antton Fruniz entrara en el terreno para colocarse de pivote, siempre ayudado por Marí, para intentar acercarse a la meta de un Galindo al que los del estadio de Pinilla habían convertido en un espectador más en la lluviosa y otoñal tarde. Solo en la prolongación provocarían su único saque de esquina de este periodo, que tampoco tuvo premio porque lo despejaron los zagueros locales. Uno a cero para el Arenas de Getxo en los quince de intermedio.

Tras el paso por los vestuarios, los aragoneses dieron un paso al frente y el balón rondaría durante los primeros minutos la portería vizcaína. No supieron aprovechar tres nuevos saques de esquina en los compases iniciales de este periodo, pero ahora al menos tenían más la pelota en su poder y ésta siempre se jugaba en la parcela arenera.

Reacción... Y gol en contra

Buena parte de esa reacción descansaba sobre las botas del navarro Ander Dufur, que entraba en el terreno de juego para acompañar al capitán Cabetas en el centro de la defensa y en esa primera fase de la reanudación el equipo dominaba sobre unos rojinegros que aguantaban el doble chaparrón, el de agua y del empuje turolense. Hasta que llegó la sentencia poco antes de la hora de partido.

Tras otro córner salvado por los vascos, el cuarto de esa segunda mitad, una pelota que Taliby salió hasta el círculo central a golpear para despejar pegó en un Collado que seguía la jugada y se había puesto delante del portero almeriense. El cuero rechazado fue hasta la banda sin salir, y el citado Urko Collado avanzó unos metros y desde fuera del área cruzó para conseguir el dos a cero que a la postre sería definitivo. El portero leyó bien que había que empujar al equipo hacia adelante, pero la precipitación le penalizó otra vez.

A quemar todas las naves

Mendia pensaba, y con razón, que había partido puesto que ahora tenían encerrado al Arenas de Getxo. Hizo entrar al verde a Domínguez y a Luis Alomar, y revolucionó la contienda en la media hora final del choque. Este último, escasos segundos después de saltar a Gobela, pudo dar la razón al técnico guipuzcoano, pero su remate desde el vértice del área pequeña se marcharía por encima del travesaño de la meta local. Muy activo Alomar, tendría otra oportunidad en un remate de cabeza, pero esta vez llegó fácil a las manos del portero local Galindo en el portero 71. El empuje turolense, ante unos vizcaínos que aguantaban tranquilos dada la diferencia en el marcador, apenas generaría ocasiones claras de gol de ahí al final.

Un remate casi sin ángulo de Domínguez, buenos minutos los suyos en su debut con el equipo, a pesar del difícil escenario que tuvo que sufrir, sería lo único reseñable de este tramo final en que las ganas superaron al acierto. Porque tampoco lo tuvieron los mudéjares en los reseñados siete saques de esquina que botaron en esta segunda mitad de dominio rojillo. Alguna contra local incluso pudo aumentar el marcador, pero al final derrota por dos a cero con un último remate de Domínguez que volvió a blocar el meta arenero. El primer tropiezo liguero es, sobre todo, un aviso: no sólo hay falta de gol, hay falta de chispa arriba.

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