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Pescar en río revuelto Pescar en río revuelto
Un jugador utrillense trata de hacerse con un balón entre varios futbolistas rivales en el partido que enfrentó al Utrillas contra el Binéfar. CD Utrillas

Pescar en río revuelto

La tabla presenta una situación de igualdad anómala que permite apuntar alto a los turolenses
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La vida en el grupo XVII de la Tercera Federación transcurre sin ningún tipo de orden ni lógica. Es lo más parecido a un río revuelto, y es que los favoritos se niegan a serlo, ya que, tras siete jornadas disputadas, continúan sin desmarcarse del resto de los mortales. Un contexto que resulta beneficioso para los equipos turolenses, sobre todo para Calamocha y Utrillas, que, pese a no haber arrancado la temporada de la mejor manera y acumular varios resultados adversos o no del todo positivos, todavía tienen opciones de apuntar alto en sus objetivos, pues apenas los separan cuatro y cinco puntos respectivamente de los puestos de play-offs.

Es cierto que la Tercera Federación acostumbra a ser una liga apretada por la igualdad de todos y cada uno de sus contendientes, pero también es cierto que suele haber un grupo de equipos favoritos que siempre marcan la diferencia, así como el Caspe, el Cuarte, el Huesca B o el Ebro. Sin ir más lejos, a estas alturas de la temporada en la campaña pasada los equipos de la cabeza ya le sacaban a los últimos clasificados en torno a once puntos de diferencia y el último puesto de los play-offs tenía una renta con el primer puesto del descenso de siete puntos. Algo que contrasta con lo que ocurre en la temporada actual donde las distancias son más cortas.

En el presente el equipo que va a la cabeza, que es el Binéfar, un equipo que no apuntaba a favorito en las primeras quinielas pero que ha tomado el relevo ante la inacción de los considerados favoritos, le saca un total de siete puntos a los últimos clasificados y el último equipo de los puestos de play-offs, el Cuarte, le saca nada más que cinco puntos al primer equipo del descenso. Es decir, este año la igualdad es todavía mayor gracias precisamente al hecho de que los favoritos se están viendo con más dificultades para sacar puntos positivos. Por ejemplo, el Caspe acumula dos empates y una derrota en las últimas tres jornadas, el Huesca B viene de reponerse con una victoria y un empate de dos derrotas seguidas, y el Cuarte y el Ebro también tienen derrotas y empates en sus registros más recientes.

Todo ello conforma una situación anómala en la categoría que beneficia a los equipos que no han arrancado del todo bien, ya que, pese a sus resultados poco prometedores, todavía tienen opciones de conseguir cosas importantes y pueden incluso aspirar a cotas más altas. Entre estos equipos se encuentran los turolenses, sobre todo el Calamocha y el Utrillas, ya que el Andorra se ha instaurado en las posiciones de privilegio y ha dejado claro sus intenciones de quedarse ahí el máximo tiempo posible. Los calamochinos y los utrillenses no empezaron el curso de la mejor manera, pues los primeros dividen sus siete partidos disputados en una victoria, cinco empates y una derrota, y los segundos lo hacen en dos victorias, un empate y cuatro derrotas, pero, pese a ello, todavía están a tiempo de reaccionar, ya que a los calamochinos los separan cuatro puntos de los play-offs y a los utrillenses cinco.

Así pues, los turolenses tienen la oportunidad de pescar en río revuelto, pero estas cosas no suelen darse muy a menudo, por lo que deberán acelerar su reacción a lo antes posible.

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