La situación económica del Teruel retrasa pagos y complica el final de la temporada

“Hoy no ha habido declaraciones de ningún protagonista por razones ajenas a lo deportivo. Lo lamentamos”. Un escueto mensaje en los canales oficiales del CD Teruel al término del partido ante el Calahorra resumía un postpartido intenso, consistente en una larga reunión mantenida entre la plantilla y el cuerpo técnico del primer equipo mudéjar con el presidente del club, Santiago Gonzalvo. En la agenda, un único punto del orden del día: ver cómo se termina la temporada.

Porque la situación económica del CD Teruel está al límite. Ha llegado la entidad con la lengua fuera y las arcas muy maltrechas a este final de campaña, y ya empiezan a registrarse retrasos en algunos de los pagos salariales al primer equipo así como a algunos proveedores de día a día. Entra ahora el equipo en el último mes de competición, las eliminatorias de ascenso, la parte más ilusionante de la temporada, pero también la que va a ser más difícil; un mes más de competición es un mes más de actividad deportiva a máximo nivel, de persiana subida.

Con lo que ello implica, alquileres, estancia en Zaragoza para futbolistas la mayor parte de los cuales no residían allí... “Se les adeuda algún mes de salario”, afirma el presidente del CD Teruel, que vuelve a advertir de que la situación económica de la entidad “no está bien”. En su mensaje al respecto de la renovación del entrenador Unai Mendia ya mencionaba que las circunstancias económicas del Teruel van a ser el principal imponderable de cara a la planificación deportiva del curso que viene. La cosa es que ya lo están siendo en la finalización de la actual temporada.

“Estamos a expensas de una transferencia que nos tiene que realizar la Federación Española de Fútbol”, un ingreso estimado entre los 50.000 y los 60.000 euros con los que el club podría alcanzar la línea de meta, solventar estos apuros de día a día con los que está lidiando en estos últimos meses y completar una temporada que volverá a ser más que positiva en lo deportivo, pero extenuante y estresante en lo económico. Y que afecta al ánimo de una plantilla y un cuerpo técnico que ayer decidieron que no era el mejor día para valorar su nuevamente más que buena actuación ante la prensa.