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El CD Teruel empata en Unbe y deja pasar una oportunidad de oro en la lucha por el título (0-0) El CD Teruel empata en Unbe y deja pasar una oportunidad de oro en la lucha por el título (0-0)
El ariete rojillo, Peru Ruiz, busca la meta rival en el choque ante la SD Eibar B. CD Teruel

El CD Teruel empata en Unbe y deja pasar una oportunidad de oro en la lucha por el título (0-0)

El equipo rojillo no es capaz de aprovechar la superioridad numérica que le concedió la expulsión de Galarza en el 47
El CD Teruel solo pudo sacar un empate de Unbe pese a contar con un hombre más durante prácticamente toda la segunda mitad. Nada ocurrió en el feudo armero, ya que el partido acabó tal cual empezó, con un CD Teruel obligado a sufrir durante el primer acto e incapaz de resolver en una segunda parte muy favorable. El equipo de Mendia no estuvo al nivel habitual y desaprovechó la oportunidad de confirmar su insurrección, de manera que sigue teniendo opciones para pelear por el título, pero se complican. Eso sí, el equipo sigue invicto y se mantiene en la zona de 'play-offs'. 

La primera incógnita de la mañana se resolvió de manera favorable para los turolenses, y es que cabía la posibilidad de que el eje mudéjar, Miguel Marí, no pudiera jugar por molestias físicas, sin embargo, finalmente pudo entrar en la convocatoria y salir de inicio para cubrir una posición que se auguraba crucial en el envite. Así, Unai Mendia pudo alistar a prácticamente todos sus hombres de confianza para tan relevante partido. En este sentido, salieron de inicio Taliby Konaté en portería, Cabetas e Iván López en la pareja de centrales, Áxel Ariel e Iván Serrano en los laterales, Miguel Marí, Théo Le Normand y Óscar Caro en la medular, y Moha, Obeng y Peru en la punta de lanza. Todos ellos salieron al césped de Unbe con la intención de resolver la segunda incógnita de la mañana, y es que en el ambiente retumbaba la pregunta de si verdaderamente el CD Teruel podía pelear por el título. 

Para ambos equipos el partido rebosaba gran importancia, sin embargo, para los locales era crucial en su pulso con el Arenas de Getxo por la liga. Quizá por ello salieron con un poco más de intensidad en los primeros minutos de juego y se hicieron con las primera acciones de peligro, aunque, tal y como le había ocurrido en los anteriores partidos, sin demasiado acierto, por lo que el CD Teruel se mantenía vivo. Tres ocasiones tuvo el conjunto armero en los primeros diez minutos de juego, pero ninguna vio puerta. 

En este primer intervalo la SD Eibar B encontró la manera de incomodar el juego turolense, y es que estos tuvieron que resignarse al juego defensivo, ya que no eran capaces de sujetar la posesión. No obstante, los de Mendia tampoco evidenciaban gran nerviosismo ante esta situación, pues sabían que se debía al contexto de necesidad en el que se encontraba el rival y confiaban en que conforme pasasen los minutos las fuerzas se irían igualando. 

No se equivocó el equipo rojillo, y es que en los siguientes instantes los turolenses pudieron poner sobre la mesa algunos de sus argumentos y lograron aproximarse al área visitante, aunque solo para otearla desde la distancia. El conjunto armero, al igual que estaba haciendo el mudéjar, proponía una gran fortaleza defensiva difícil de atravesar, por lo que, aunque el dominio en el juego seguía siendo local, la realidad era que ninguno de los dos equipos presentaba una peligrosidad extrema ante unas defensas inexpugnables. 

Dos minutos antes de que se superasen los primeros treinta minutos de juego llegó la más clara del CD Teruel, Óscar Caro bajó un balón llovido y, con las mismas, cedió con el exterior el esférico a Obeng, que se inventó un recorte para hacerse un espacio y ejecutar un disparo peligroso que buscaba la cepa del palo diestro de Ibon, pero en el camino se interpuso el cuerpo de un miembro de la zaga armera para repeler el esférico. De ahí se pasó rápidamente a la polémica, y es que en la siguiente jugada el Eibar B quiso responder con una acción de peligro en un balón largo que terminó con la caída del delantero local en el área turolense mientras la grada reclamaba penalti. El delantero forcejeó con Áxel Ariel y cayó  al suelo reclamando la pena máxima, pero el árbitro decretó que no había nada en esa acción. 

Levantó la crispación local esa decisión, pero, sin poder hacer nada más, los armeros volvieron a centrarse en el juego para continuar presionando a los turolenses en el tramo final del primer tiempo. Habían mejorado los de Mendia sus prestaciones, pero lo cierto es que no era suficiente para arrebatarle el domino a los armeros, que tuvieron alguna llegada más a las inmediaciones de Taliby, pero sin demasiada claridad, por lo que el primer tiempo se consumió sin que ninguno de los dos equipos pudiera romper la lata. También lo intentó Peru justo antes del final con un potente disparo algo escorado, pero el resultado fue el mismo. 

En vista de lo visto, Unai Mendia no quiso esperarse más para evitar sorpresas y movió ficha antes incluso de que diese comienzo el segundo tiempo. Así, tras el descanso dio entrada a Beñat Leiza y Ander Dufur, quienes sustituyeron a los laterales Iván Serrano y Áxel Ariel, que se habían visto muy presionados por el excesivo trabajo que habían tenido durante el primer tiempo. 
Tras un primer acto de claro dominio armero, los turolenses tenían la importante misión de ganar protagonismo en la segunda mitad. Por eso mismo, salieron más intensos en la reanudación del partido y pudieron adelantarse en las primeras de cambio. Théo Le Normand se aproximó al área local y pudo ponerle un centro medido a Peru Ruiz, pero este remató con más potencia que precisión y la pelota salió por el lateral de la portería de Ibon. 

El CD Teruel demostró así su intención de cambiar el guion del partido y poco después las cosas se le pusieron más de cara para que esto sucediese, y es que Aitor Galarza se precipitó a la hora de tratar de recuperar un balón y acabó acometiendo una entrada por detrás sobre Miguel Marí, lo que le costó la segunda tarjeta amarilla y, por ende, la roja, por lo que dejó a su equipo con diez en un partido de vital importancia y en el que todavía estaba todo por decidir. 

Con este nuevo escenario, tuvo que reestructurarse el conjunto guipuzcoano y adoptar un nuevo rol. Los rojillos comenzaron a ganar más protagonismo en el choque, de manera que la batuta del partido pasó a manos mudéjares, mientras que los locales, que seguían siendo peligrosos pese a contar con un hombre menos, se vieron obligados a dosificar sus esfuerzos. Ante esta situación, Unai Mendia olió sangre y trató de refrescar a su equipo realizando dos nuevos cambios que pudiesen aportar una chispa más en la parcela ofensiva. En este sentido, el entrenador rojillo dio entrada a José Val y Joel Febas, quienes sustituyeron a Óscar Caro y un Peru Ruiz más fallón de lo habitual, respectivamente. 

Con estos nuevos hombres sobre el verde de Unbe el CD Teruel pasó a pisar con mayor frecuencia el territorio armero en busca del ansiado gol, pero al llegar al área  rival el juego turolense se volvía demasiado horizontal y no conseguía hacer daño. Así, a falta de veinte minutos para que diese por finalizado el envite, Unai Mendia probó con otro nuevo cambio ofensivo, ya que sustituyó a Beñat Leiza, el lateral que había sustituido a Iván Serrano en el descanso, por otro delantero, en este caso Aimar Peña, con la intención de sumar más gol al equipo turolense. 

Solo le faltaba a Unai Mendia vestirse de corto para salir él al terreno de juego, ya que veía que su equipo estaba en una situación muy favorable para presentar firmemente su candidatura al título de la categoría, pero no conseguía aprovecharla, y es que el CD Teruel se encontraba lejos de su mejor versión. El balón no viajaba a la velocidad habitual y las ideas eran vacías. El partido estaba muy bloqueado y los turolenses no eran capaces de dar con la tecla mientras el reloj corría. Para colmo, una perdida de tiempo de la SD Eibar B tras un choque de cabezas entre un defensa y el portero incrementó la frustración rojilla. 

En los últimos cinco minutos de juego al CD Teruel le entraron las prisas. Quiso hacer su gol por lo civil o por lo criminal e Isaac Obeng fue el que más insistió. De hecho, tuvo una buena acción tras arrancar la moto por el costado izquierdo y recortar en el área rival, pero Ibon encontró la manera de pararle un esférico que salió demasiado centrado. Así, pese a dejarlo todo en los últimos minutos, finalmente el partido murió con el 0-0 en el marcador y el CD Teruel dejó la incógnita en el aire, pues sigue teniendo opciones de pelear por el título, aunque ahora la cosa se complica, ya que también tendrán que darse resultados que les favorezcan. 

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