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Al fin la gallina pone huevos (2-1) Al fin la gallina pone huevos (2-1)
Los jugadores del CD Teruel explotan de felicidad tras marcar en el partido ante la SD Logroñés. Javier Escriche

Al fin la gallina pone huevos (2-1)

El CD Teruel logra romper el maleficio de cara a puerta al anotar dos goles que le dan la victoria
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Al fin llegan los goles. El CD Teruel rompió ayer el maleficio de cara a puerta con dos goles, uno de Cabetas y otro de Febas, que sirvieron para vencer a la SD Gernika de Gorka Iraizoz y sumar los tres primeros puntos de la temporada. Nada tuvo que ver el primer tiempo con el segundo. En el primero los turolenses dominaron con solvencia, pero en el segundo el partido se convirtió en un correcalles que benefició a los visitantes. Con todo y con eso, los de Mendia pudieron llevarse el gato al agua con un gran trabajo defensivo en el mejor momento de los visitantes. 

A este partido el CD Teruel llegaba con una importante baja en el centro del campo, ya que Asier Parra, que había sido un asiduo en los planes de Mendia, se lesionó ante el Arenas de Getxo y, finalmente, no pudo llegar al partido ante la SD Gernika. No obstante, ello no obligó a Mendia a realizar cambios en el sistema de juego, aunque sí que introdujo nombres nuevos. El primero el de Joel Febas, que, aunque suele ser otro de los titulares, en esta ocasión no lo fue por la banda, sino que se situó en el centro del campo haciendo de enganche con la punta. Así, su lugar en la banda lo ocupó el último hombre en llegar, Jorge Domínguez. Los otros cambios de nombres se produjeron en la parte de atrás, concretamente en los laterales, donde por el costado derecho salió Ander Dufur y por el izquierdo, a pie cambiado, José Val, en lugar del habitual Iván Serrano, y en la línea de centrales, ya que al capitán Cabetas lo acompañó Axel Ariel y no Iván López como ocurrió en los dos partidos anteriores. 

De esta manera, el once titular elegido por Mendia fue el siguiente: Taliby en portería, José Val, Cabetas, Axel Ariel y Ander Dufur en la línea de cuatro defensores, Miguel Marí, Theo Le Normand y Joel Febas en la sala de máquinas, y Moha, Jorge Domínguez y Peru en la punta. 

El mejor arranque

Los primeros minutos de juego le dieron la razón al míster, y es que cuatro minutos le bastaron al CD Teruel para romper la lata y acabar con el maleficio que les estaba asolando de cara a puerta. El club rojillo aprovechó un balón parado en el costado derecho para colocar un centro al área, obra de Moha, que no perdonaría el capitán Cabetas, que se encontraba en la zona de ataque tras varias jugadas ofensivas de los de Mendia.

Si en el anterior partido ante el Arenas de Getxo el gol tempranero en contra les percudió, en esta ocasión los de Mendia quisieron calcar la estrategia de los que fueron sus rivales para, desde el principio, comerle la moral a un equipo que tampoco había empezado de la mejor manera en la liga, pues dos empates y dos derrotas eran los resultados que había conseguido la SD Gernika en los anteriores cuatro partidos. Por otro parte, el gol también sirvió para que los rojillos se quitaran un peso de encima y jugasen más sueltos, sin presión. 

En lo que va de liga Gorka Iraizoz acostumbra a conformar unos onces bastante defensivos con hasta cinco hombres en el área en fase defensiva, pero ni siquiera los cinco hombres fueron capaces de parar las ganas de anotar del CD Teruel. 

Fruto de la frustración, los visitantes comenzaron a imprimir un juego más físico y duro para tratar de que el CD Teruel no pudiera tener continuidad en sus acciones. De esta manera, rápidamente se cargaron de tarjetas y antes de que el partido hubiera cumplido los quince minutos de juego los del mítico portero del Athletic, Gorka Iraizoz, ya llevaban dos amarillas, una para Asier y otra para Barba. 

Pese a ello, el CD Teruel tenía muy claro su plan de juego y no renunció a él. Theo daba criterio en el centro del campo con distribuciones acertadas hacia los costados para seguir generando peligro sobre la portería de Altamira. En este sentido, el CD Teruel tuvo una muy clara en los pies de Jorge Domínguez, pero su mal control malogró la ocasión. Febas dribló en el área con una croqueta cargada de calidad para abrir a la banda a un desmarcado Jorge Domínguez, pero este se tiro largo el balón y dio tiempo a que la defensa le encimase para posteriormente despejar el esférico.

Tras esa siguieron llegando más ocasiones rojillas a la contra. Los carrileros de la SD Gernika tenían dificultad para replegarse rápidamente ante la velocidad en banda de los de Mendia. El propio Jorge Domínguez llevaba por el camino de la amargura a Aguirrezabala, pero Koldo estaba atento en las coberturas para seguir ofreciendo una respuesta defensiva por parte de los visitantes. 
En un despiste rojillo apareció Ander Laka para recordarle al CD Teruel lo que podía ocurrir si se confiaban. Este recibió un caramelo en la frontal del área y se dispuso a disparar mientras todo Pinilla contenía la respiración. No obstante, la zaga estuvo rápida para formar un muro de contención delante de la meta de Taliby y desviar el lanzamiento.

Pese a este aviso, el CD Teruel estaba de dulce y así lo demostró unos minutos más tarde a balón parado. Theo Le Normand sacó una falta con un balón que, en un principio parecía que no llegaría a nada, ya que fue blandito y con poca altura, pero que finalmente fue una jugada estudiada al milimetro. Apareció el más pequeñito de todos, Joel Febas, para entenderse con ese esférico, acunarlo con el pecho y, antes de que tocase el suelo, soltar la pierna para introducir la bola en la mallas de Altamira. Así el CD Teruel hacía el 2-0 en un día en el que le salía todo. No sin polémica, pues los visitantes reclamaron mano en el control de Febas.

Antes del descanso Peru Ruiz aún tuvo otra ocasión más para poner el 3-0, pero su remate se fue desviado. Con todo y con eso, el equipo de Mendia enfiló el camino a los vestuarios con la satisfacción que daba el hecho de ver que, por fin, el trabajo daba sus frutos. Todo lo contrario que los visitantes, que se marcharon al descanso visiblemente disgustados con su imagen sobre el verde.

Cambio de tercio

Tras los minutos de introspección el CD Teruel salió de nuevo al césped con el mismo once. La cosa estaba funcionando y, por el momento, no necesitaba cambios. Sin embargo, Iraizoz, observando la angustiosa situación de su equipo, decidió mover el banquillo. 

Con esta primera variación el conjunto vasco salió más enchufado y se acercó más al área de Taliby y, también con más peligrosidad. Mendia buscó la solución introduciendo más musculo en el centro del campo. Así, el técnico rojillo decidió sentar al goleador Joel Febas, que había sido clave en la conexión entre la medular y la parte ofensiva, para dar entrada a un Óscar Caro mucho más imponente en las acciones defensivas. El respetable despidió al mediapunta formado en la cantera del Levante con honores. 

Poco después llegó el mazazo. La SD Gernika confirmó su buen momento con una llegada por el costado derecho que acabó con el gol de Mikel Arzalluz. Un tanto que sirvió para achicar las diferencias en el marcador y poner la mosca detrás de la oreja de la afición rojilla, pues veía que su equipo se venía a menos cuando todavía quedaba mucho por delante. 

No carburaba tan bien el CD Teruel como en el primer tiempo, pero tenía destellos. En uno de ellos llegó una ocasión clara para los locales que acabó de nuevo con el lamento de la hinchada. Peru Ruiz recogió un balón largo  en la banda para marcharse a la contra perseguido por un único hombre. Moha le seguía por el centro a la par que le pedía el cuero. No obstante, los dos jugadores no se entendieron y Peru desplazó el balón a un lugar en el que no estaba Moha, por lo que el esférico cayó en dominio visitante mientras los turolenses volvían a resignarse. 

Esta ocasión no acabó en nada, pero sirvió para que los turolenses volvieran a organizarse en el campo y volvieran a recuperar la confianza. De esta manera, la batuta volvió a ser rojilla, aunque no con tanta claridad como en el primer asalto. 

En ese instante comenzó la guerra entre los dos entrenadores en forma de sustituciones, cada uno movía el banquillo para tratar de desarticular todas las propuestas que introducía su homólogo al otro lado del campo. En este sentido, Mendia optó por dar descanso a Moha y dar entrada a Iván Serrano, que doblaría el lateral con José Val en el costado izquierdo. Así Jorge Domínguez pasó a ocupar la banda derecha. 

Final de infarto

Tras todas estas alteraciones el dominio se desdibujó. Ningún equipo tenía el balón en exceso, pero los dos tenían sus opciones cerca de las áreas rivales. 

Esta situación no gustaba a Mendia, por lo que optó por introducir un triple cambio. Así sentó a Dufur, Le Normand y Peru Ruiz, y dio entrada a Alomar, Fruniz e Iván López. 

Con todos estos hombres en el campo el CD Teruel sumaba más activos defensivos para contener a unos desbocados jugadores de la SD Gernika que buscaban el empate contra viento y marea. 
La locura se adueñó en ese instante de Pinilla, los dos equipos corrían por el campo más que otra cosa. La zona de creación era casi inexistente y el encuentro se convirtió en un correcalles. Un contexto, que beneficiaba en mayor medida a los visitantes, que se veían más cerca del empate. 

De esta manera, el CD Teruel acabó el partido encerrado en su campo con muchos hombres en el área para defender las acometidas de los vascos. No obstante, ello le valió para sujetar el resultado y sumar los tres primeros puntos de la temporada, pues en medio de esta vorágine el colegiado apaciguó las aguas con el pitido final. 

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