El Andorra preocupa con un nuevo tropiezo ante uno de los colistas (0-2)

Nuevo tropiezo de un Andorra CF demasiado irregular en este tramo de la temporada y que en esta oportunidad se puede calificar como grave por producirse en casa ante su parroquia y frente al colista CD Belchite 97, que la única victoria con la que contaba hasta este domingo la logró el septiembre pasado en la tercera jornada liguera. Ya en la primera mitad los zaragozanos se mostraron como un equipo muy serio y seguro atrás, pero temible a la contra pues de esta manera llegarían los dos goles de la tarde y ambos en apenas cinco minutos. Mientras que tras el descanso el Andorra siguió peleado con la precisión y ni tan sólo pondría en apuros a su rival.

No saltó nada bien al césped del Juan Antonio Endeiza el once ideado por Carlos Gil para medirse frente al colista y lo cierto es que el equipo turolense dejaría malas sensaciones desde el primer momento, mostrándose en sus primeras circulaciones muy impreciso con la pelota y cediendo de esta manera el protagonismo a los del míster visitante José Carlos Collados Limones, que llegaban a la cita ligera muy apurados y con tan sólo una victoria en su casillero de puntos pero que en esta oportunidad y de entrada parecieron un equipo de diferente posición en la clasificatoria, pues mandaron muy rápido sobre el partido imprimiendo un alto ritmo en la presión sobre pelota y ganando mucha posesión gracias a eso y a las constantes pérdidas locales.

La incomodidad evidente de los mineros no tardaría en convertirse en preocupación porque recién superado el primer cuarto de hora la defensa no consigue ajustar bien y el balón a la espalda para Usher Lobede acaba con el delantero regateando a un portero Guillermo Aure que no es capaz de evitar derribarlo, por lo que el colegiado de la contienda señaló el punto de penalti. Allí se fue el especialista foráneo Collados para transformar la pena máxima y adelantar a los zaragozanos en el marcador.

Después del gol el Andorra no mejoraría su fútbol e incluso se le notó por momentos más nervioso y errático, incapaz de acercarse a la portería rival con opciones y malgastando siempre el último pase. Y eso en las pocas veces que consiguió merodear el área, porque de nuevo tendría que dedicarse casi por entero a defenderse de un Belchite 97 muy crecido en lo anímico que cada vez jugaba más suelto y vertical. Entonces y jugando a favor de marcador el cuadro de Limones sí replegó algo sus líneas y se protegió más, pero no renunció a tener la pelota ni a buscar el segundo exhibiendo unas ideas bastante básicas pero muy claras. Por su parte el Andorra no estaba teniendo un buen día, ni con pelota ni sin ella, y además de mostrarse muy romo en ataque cometía algún que otro importante que le podía costar muy caro. Así fue y sin tardanza, porque poco más tarde recién superado el ecuador del periodo los visitantes montaban una buena jugada de contra golpe en la que Usher Lobede recibió en la izquierda en carrera, para orientarse hacia la cocina andorrana regateando a un par de defensores locales y soltar un disparo cruzado y raso que superó a un David Fernández con pocas opciones. El Belchite hacía el segundo en apenas cinco minutos y el partido se complicaba mucho.

De ahí al descanso los andorranos siguieron dejando las mismas sensaciones que anteriormente y eso les abocaba a un segundo periodo de remontada y mucho desgaste.

Pero no fue así y tampoco habría signos de cambio durante muchos minutos de esta manga. El panorama bien pudo cambiar al poco del reinicio del partido, cuando los locales tuvieron la mejor de la tarde en un mano a mano de Magu Tadili, pero su disparo se marchó rozando madera. Después el Andorra se lo dejó todo en cuanto a sudor y ganas, pero definitivamente no tendría su día y se estrelló todas las veces ante un oponente muy serio que concedió muy poco, pero que además amenazó constantemente con salir de nuevo a la contra y sentenciar definitivamente, aunque en esta segunda parte apenas si se vieron ocasiones relevantes.