Día de siembra para los turolenses en tres partidos para volver a crecer en Tercera

En un visto y no visto, este fin de semana se cumplimenta la décima jornada del grupo aragonés de Tercera División. La competición avanza hacia su primer tercio con una docena de equipos agolpados entre la tercera y la decimoquinta plaza, separados por apenas dos triunfos de diferencia, y con papeles invertidos en los que presuntos favoritos sufren, alguno incluso es colista, y destacan y despegan proyectos inesperados pero recios como el líder Binéfar. En ese maremágnum los turolenses describen trayectorias dispares, y este domingo de fútbol autonómico deberá servir para mejorarlas, corregirlas en algún caso. Es día de siembra, porque la cosecha no espera.

Tiene prisa el Calamocha, a quien de repente los caprichos del fútbol le tienen colocado en puestos de descenso. No hace deméritos para estar tan abajo, apenas ha perdido dos partidos. Pero le cuesta vencer, y en esa caravana de empates que dominan su caminar se ve ahora mismo antepenúltimo, ocho puntos, cuatro encuentros ya sin conocer la victoria. Le interesa sumar de tres esta tarde en su visita a la ribera del Cinca, donde espera un local imprevisible, de chispazos, el Atlético Monzón. Los altoaragoneses son decimoterceros, dos puntos por encima de los del Jiloca; duelo de zona baja, importante.

Vuelta a los orígenes

El único de los turolenses que va a jugar este domingo en casa es el Andorra de Carlos Gil. Los mineros no tienen ningún tipo de urgencia. Son sextos, a pie de play-off, catorce puntos de diamante que les acercan al objetivo de la permanencia en el esperadísimo e ilusionante regreso a la categoría que por historia les pertenece. Por eso la visita del Tamarite es cualquier cosa menos un partido dramático. Es más, hará bien el cuadro andorrano en seguir tomando la cita como las anteriores, para el disfrute y la alegría.

Sobre esta filosofía, organizada desde el orden y el trabajo colectivo, el Andorra ha edificado una trayectoria casi inmaculada, apenas un partido perdido, en la pelea por los puestos destacados de la clasificación. Esa misma receta deberá servir para afrontar el duelo ante los de La Litera, otro de la zona media, otro del pelotón del atasco en Tercera. Cuidado con ellos; en casa no saben ganar, pero fuera de casa han sacado nueve de sus once puntos en liga. Tres victorias a domicilio tienen los literanos, la última de ellas en Zuera. Sólo el Ebro pudo con ellos como visitantes.

La liga espera al Utrillas

El que debe preparar el partido de hoy con las orejas tiesas es el Utrillas, que visita uno de los campos clásicos del fútbol aragonés para hacerle frente a un rival que es colista, pero tiene poca pinta de colista, no está llamado a cerrar la clasificación de Tercera, y ya le advirtió al Calamocha la pasada semana de que tarde o temprano su sitio estará más arriba. Los mineros acuden a Piedrabuena para tratar de prolongar un poco más la condición de farolillo rojo del Brea. Los últimos antecedentes no son especialmente negativos, con un empate allí en la primera jornada de la Copa Federación que se disputó este verano.

La recompensa es bien atractiva. El último triunfo del Utrillas en La Vega coloca a los de Lerga más tranquilos en mitad de tabla, a falta de concatenar un par de buenos resultados para mirar la clasificación desde atalayas más altas. Siempre, en este caso y en los otros dos, desde la perspectiva de que lo que no sea posible ganar, es bueno no perderlo. Aún restan jornadas suficientes para enmendar, estirar y acelerar el rumbo en esta Tercera División para la que aún se andan buscando favoritos y aspirantes.