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Firmas destacadas de la escultura dan un nuevo espaldarazo al alabastro turolense Firmas destacadas de la escultura dan un nuevo espaldarazo al alabastro turolense
Responsables del CIDA, de la Comarca Bajo Martín y del Ayuntamiento de Albalate con los participantes en el XIII Simposio del Alabastro, en su clausura. Darío Escriche

Firmas destacadas de la escultura dan un nuevo espaldarazo al alabastro turolense

Albalate expone nueve piezas creadas en el XIII Simposio Internacional clausurado el domingo
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El Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) clausuró este domingo la decimotercera edición del Simposio Internacional del Alabastro de Albalate del Arzobispo, que se desarrolla bienalmente en la localidad del Bajo Martín. Al mismo tiempo se inauguró la exposición de esculturas que han realizado durante las dos últimas semanas los nueve participantes, llegados de toda España y de países como Corea, Francia, Italia o Rusia. La muestra podrá verse durante los diez próximos días en el patio exterior del Centro Cultural Alfonso Zapater Gil de Albalate. Pasado ese tiempo las piezas se expondrán en el interior del centro e iniciarán un programa expositivo itinerante que tratará de llevarlas por el mayor número de salas posibles, para promocionar las posibilidades artísticas del alabastro blanco del Bajo Martín, uno de los principales objetivos del CIDA.

Aunque producto de la menor movilidad internacional por la covid-19 este año se resintió el número de solicitudes para participar en el Simposio (80, por las 140 de la edición de 2019), el coordinador del proyecto, Santiago Martínez, asegura que la iniciativa sigue creciendo “y atrayendo a escultores de mayor prestigio internacional” cada vez. En esta ocasión participaron la artista rusa afincada en Israel, Tanya Preminger, los italianos Lara Steffe y Francesco Paglialunga, la coreana Yunmi Lee, Yannick Robert, procedente de Francia, Noemí Palacios, de Sabadell, Mariano Pastor, de Albalate del Arzobispo, el madrileño Borja Barrajón o Jesús Martín, de Zafra (Badajoz).

Además ha sido un simposio de récords. El primero de ellos es el de la pieza de mayores dimensiones, con la impresionante Alliance de Tanya Preminger. Se trata de una escultura de 1.70 metros y 1.250 kg de peso, sin contar la peana, que simboliza desde la abstracción el curso orgánico de la relación de amistad y unión entre dos personas. A través de un juego entre dos texturas y un meandro central, muestra los diferentes estados, de lo más suave y complementario a lo más agreste y tenso por el que atraviesan las relaciones interpersonales a través de una vida. Esa pieza, que se ha tratado especialmente para resistir la intemperie, capaz de degradar rápidamente el alabastro sin tratamientos hidrófugos, se quedará como escultura pública fija en el patio del Centro Cultural Alfonso Zapater, lo que supone un auténtico lujo para Albalate teniendo en cuenta que Preminger es una prestigiosa autora internacional con escultura pública en ciudades de toda Europa, América o Asia.

El patio del Centro Cultural Alfonso Zapater acogerá durante los próximos días las nueve obras de alabastro. D. Escriche

Otro de los récords es que por primera vez en trece ediciones del simposio ha participado un artista de Albalate del Arzobispo. Se trata de Mariano Pastor, que realizó con alabastro marrón una espléndida reproducción del timbal que él mismo utiliza en al Cofradía del Nazareno durante la Semana Santa. La parte posterior de la pieza aparece con la corteza del bolo de alabastro sin pulir y sobre la piel del tambor esculpió sus propias manos, sujetando los palillos, con un detalle del tercerol en uno de los lados.

El resto de las piezas creadas a resultas del simposio forman una buena selección de lo que puede dar de sí el alabastro turolenses en las manos de un artista.

Francesco Paglialunga, por ejemplo, optó por una pieza abstracta muy arriesgada técnicamente y muy difícil en su factura, por la posibilidad de romperse en las uniones delgadas entre elementos. La coreana Yunmi Lee optó por un discurso figurativo para crear un rostro femenino flanqueado por un pájaro, más conceptual, como metáfora “de la esperanza como una existencia débil que todavía no tiene forma, no tiene existencia, y por eso es abstracta”, explicó Lee.

El madrileño Borja Barrajón “conoce muy bien el alabastro y ha sabido sacarle un extraordinario partido”, admite Martínez, con una composición que combina volúmenes curvos y rectos de forma armoniosa y delicada. Yanick Robert también echa mano de la abstracción para crear Ricochet (término que hace referencia al rebote sobre una superficie de un proyectil u otro objeto), que representa a través de formas orgánicas el impacto de una gota sobre una superficie de agua. La pieza, desarrollada a partir de una recreación en 3D combina dos tipos de alabastro aragonés, el negro de Calatorao en la figura de la propia gota y el blanco del Bajo Martín como la superficie sobre la que cae.

Por su parte Noemí Palacios creó La fragilidad de la corteza, una pieza que habla sobre la permeabilidad del sujeto que se rodea de una coraza de protección y que termina aislándole, y que combina superficies pulidas con texturas rugosas conseguidas a base de taladrar la roca. Lara Steffe, artista que también estuvo en la última edición del simposio, realizó en esta ocasión una serie de esculturas en alabastro de Gelsa, del Jiloca, de Fuentes de Ebro y de Albalate, que combinan los blancos, los marrones y el azul con su característica estética de formas femeninas estilizadas y con terminados suaves y redondeados.

Por último hay que reseñar la pieza del participante más joven de este año, Jesús Martín Gómez, procedente de Zafra (Badajoz). Se trata de una pieza figurativa que representa a una persona de avanzada edad, tocado con un cachirulo aragonés y que porta una mascarilla por la cual asoma la nariz. El título de la obra es 2021, y es una buena síntesis de lo que ha dado de sí este año que está a un mes de terminar.

Proyectos

En breve se publicará el programa de itinerancias que pretende llevar la muestra de alabastro por cuantas más salas aragonesas mejor. El CIDA, que ha llevado un intenso programa de actividades desde marzo, planea además un 2022 todavía más activo en la promoción de la piedra blanca turolense. A las acciones formativas en el campo de la escultura que se realizó junto a la Universidad de Verano de Teruel se incorporará un curso de tratamiento de yeso cocido a alta temperatura y otro de restauración. Y a actividades consolidadas como los workshops de Stefano Beccari se unirán proyectos con otros artistas, como Pedro Anía.

El Simposio del Alabastro de Albalate está organizado por el CIDA con la colaboración del Ayuntamiento de Albalate, la Comarca del Bajo Martín, la Diputación Provincial de Teruel y el Instituto Aragonés de Fomento. Además colaboran facilitando el alabastro las empresas Exportadora Turolense, perteneciente al grupo United Alabaster y radicada en La Puebla de Híjar, Yesal, de Albalate y Alabastro Blanco España de Fuentes de Ebro. También colaboran con sus equipos Compresores Josval y herramientas Rock & Tools, y los establecimientos del Balneario de Ariño y el Monasterio de Rueda.

Cambio de formato

Este año se decidió no otorgar premios a las esculturas del simposio. En su lugar, durante el acto de clausura se obsequió a los artistas con una pajarita -de vestir para ellos, y de origami, para ellas- realizada en alabastro por el escultor Mariano Cirugeda, nacido en Fuentes Calientes y afincado en Alcorisa. Cirugeda forma, junto a la riojana Elena Patón y Joana Cera, el grupo de artistas en residencia del CIDA durante 2021

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