Trece alumnos de la Universidad de Verano se especializan en talla de alabastro en el CIDA

El Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) de Albalate del Arzobispo acogió la pasada semana el segundo curso -en 15 días- de la Universidad de Verano de Teruel de talla en esta singular piedra ornamental.

A diferencia de la acción formativa de iniciación, que tuvo lugar del 4 al 6 de julio como reedición y consolidación de la de 2021, el curso de especialización era la primera vez que se organizaba. Duró dos días y medio y estuvo organizado por el Ayuntamiento de Albalate y la Fundación Antonio Gargallo, con la colaboración de Adibama.

Las plazas se completaron con trece alumnos de procedencia diversa, desde Teruel a Las Palmas de Gran Canaria, pasando por Zaragoza y Barcelona. En cuanto al perfil, se trata de estudiantes de Bellas Artes y de grados medios y superiores de Escuelas de Artes y Oficios, así como profesores, escultores y aficionados con experiencia, detalló el coordinador del CIDA y director del curso, Santiago Martínez.

Taller técnico

Impartió el curso Noemí Palacios, escultora profesional y docente en la Escuela de Arte Pau Gargallo (Badalona, Barcelona), acompañada de Sebastián Gargallo, geólogo y profesor asociado de la Universidad de Zaragoza.

A diferencia del de iniciación, el de especialización fue un taller principalmente técnico donde se profundizó en la correcta resolución de un proyecto de talla directa en alabastro abarcando todo el proceso, desde la elección del bloque adecuado hasta las texturas y pulidos finales.

Asimismo, se dio importancia a la búsqueda personal del alumnado a través de su proceso creativo y el concepto del proyecto a realizar.

Conceptos

El alumnado adquirió solvencia y autonomía en la realización y creación de una escultura, haciendo especial énfasis en la aplicación técnica de los procedimientos de sustracción y acabado que requiere el alabastro y consolidándose con la información teórica adecuada, tipo de herramientas, materiales, ergonomía, higiene y seguridad en el trabajo.

El programa se salpicó de conceptos sobre herramientas, la importancia del boceto o la maqueta a escala, o la técnica de transformación de alabastro en un paralelepípedo. Es decir, un hexaedro (poliedro de seis caras) en el que todas las caras son paralelogramos, paralelas e iguales dos a dos.

También se abordó el desbaste por plantillas, la extracción de material con herramienta eléctrica, el modelado con fresadora y herramienta neumática, y la aproximación a la forma fina con pulidora eléctrica y raspines manuales. Luego vino el lijado manual y los acabados químicos.