Síguenos
El Cimam rinde tributo a la música sefardí  y a la fusión de estilos y culturas que atesora El Cimam rinde tributo a la música sefardí  y a la fusión de estilos y culturas que atesora
Françoise Atlan y Peppe Frana durante el concierto que ofrecieron ayer en la Catedral de Teruel. M. A.

El Cimam rinde tributo a la música sefardí y a la fusión de estilos y culturas que atesora

Dos ponencias de Françoise Atlan y Peppe Frana clausuran este domingo el II Ciclo de Música Medieval
banner click 236 banner 236

Dos conferencias sobre musicología en el ámbito sefardí, hilo conductor de este año, podrán fin a lo largo de esta mañana de domingo la segunda edición del Ciclo Internacional de Música y Arte Medieval (Cimam) ciudad de Teruel. La programación organizada por la formación musical ArteSonado con la colaboración del Ayuntamiento de Teruel y el Instituto de Estudios Turolenses vivió este sábado su jornada más intensa, con dos conferencias de carácter divulgativo y dos conciertos historicistas, además de una proyección documental.
 

Guimerá (segundo por la izda.), junto a parte del equipo de ‘Libros, el legado de Alantansí’


El cierre de este domingo estará menos dirigido al público general y más a los músicos. El Claustro del Obispado de Teruel acogerá sendas conferencias de los músicos que cerraron ayer con el último de los conciertos. A las 10 horas el italiano Peppe Frana hablará sobre los Instrumentos de púa en el repertorio sefardí, mientras que, a partir de las 12 horas, será el turno de la cantante Françoise Atlan, quien explicará las claves y particularidades de El canto sefardí.

Y aunque esas clases magistrales pondrán punto final al II Cimam en Teruel, todavía está pendiente la jornada del 8 de marzo en Híjar. No sólo porque el emplazamiento albergó una de las juderías mas importantes de Aragón, con una sinagoga en lo que hoy es la ermita de San Antón, sino también por la vocación de que poco a poco el Cimam vaya sacando parte de programación fuera de Teruel capital Allí se repetirá el drama sefardí La estrella de la vida que ArteSonado estrenó el viernes en la Catedral, y se proyectará Libros, el legado de Alantansí, que José Ángel Guimerá rodó en parte en la localidad bajoaragonesa.

Este sábado Peppe Frana y Françoise Atlan pudieron demostrar ante el público turolense porque son considerados dos de las principales referencias a nivel mundial en sus respectivos ámbitos; el de los cordófonos antiguos, en el de él, y en el canto de tradición judía y sefardí en el de ella. En la Catedral de Teruel ofrecieron el concierto Entre la Rosa y el Jazmín, que explora una selección del gran repertorio musical en lengua ladina atribuido a las comunidades sefardíes establecidas en el Mediterráneo oriental.

Atlan (voz y percusión) y Frana (oud, lavta, percusiones) han girado por toda Europa en una especie de viaje de vuelta de las músicas y letras que ofrecen, que reflejan las influencias de la península Ibérica y al mismo tiempo ofrecen elementos que se integran perfectamente en las diferentes tradiciones y estilos musicales de aquellas regiones de acogida de la diáspora sefardí. Sus melodías muestran una estrecha relación con el sistema modal turco conocido como Makam, y muy habitualmente emplean ciclos rítmicos impares características, que al oído occidental le proporcionan una cadencia exótica y atractiva.
 

El cuarteto italiano de música antigua Atti Soavi durante el concierto que pudo escucharse ayer en el Claustro del Obispado.  M. A. 


Françoise Atlan procede de una familia sefardí de Narbona (Francia) y es internacionalmente reconocida por su interpretación de temas y nawbas propias del ámbito sefardí. Gracias al virtuosismo a las cuerdas del italiano Peppe Frana, colaborador asiduo de las formaciones de música antigua más prestigiosas del mundo -entre ellas Micrologus, que actuó durante este mismo ciclo en Teruel-, consiguen que Entre la Rosa y el Jazmín sea una inmersión cultural más allá de un simple concierto musical.

Antes de ese concierto, durante la mañana el Claustro del Obispado acogió al cuarteto Atti Soavi, originarios de Milán, especializados en música antigua, especialmente en el Renacimiento y el Barroco temprano, y cuya característica principal consiste en ser profundamente respetuosos con el repertorio y la instrumentación, con laúdes antiguos -con el mástil doblado en ángulo de 90 grados-, flautas de barro y madera y panderos tensables que permiten ser afinados en diferentes tonos.

Ataviados para la ocasión, ofrecieron un concierto guiado -aunque en italiano, sus explicaciones se entendían bastante bien- con romances y villancicos de los que sonaban en la Corte de los Reyes Católicos, entre 1490 y 1505, la época en la que el Edicto de Expulsión obligó a huir a los sefardíes de la península Ibérica.

Conferencias sobre historia

La parte histórica del II Cimam la pusieron dos de los principales especialistas aragoneses en el estudio de la Edad Media y de las comunidades judías en la Corona de Aragón en particular, Miguel Ángel Motis y Asunción Blasco.

Blasco ofreció una charla a modo de paseo por la antigua judería donde vivía la aljama turolense -hay que distinguir los términos: judería hace referencia al espacio físico, el barrio, mientras que aljama hacer referencia al colectivo humano, la comunidad-, con todos los sonidos, imágenes y motivos cotidianos que nos tropezaríamos.

Desde el culto religioso, la segregación de la mujer, los rituales que acompañaban la muerte o que determinaban el consumo de carne o de vino o las manifestaciones comerciales, culturales y sociales de las familias de judíos turolenses ricos como la Najarí, que Blasco ha estudiado en profundidad, la especialista fue desgranando la vida dentro de la Judería.

Explicó que, como particularidad con respecto a otras juderías, la de Teruel estuvo durante la mayor parte de su historia abierta al resto de la ciudad, hasta el punto de que en determinados momentos se pensó en cerrarla con murallas no para aislar a los judíos, sino para protegerlos, ya que era costumbre de algunos cristianos atacarles en fechas señaladas, como la Semana Santa.

A principios del siglo XV la situación cambia. Desde que Vicente Ferrer llegó en 1412 a Teruel exigió que se encerrara la aljama en la judería para evitar su influencia entre los cristianos. “Y sabemos por documentos que en 1484 un visitador presionaba al canónigo para que se hiciera efectivo el cierre de la judería. Y solo faltaban unos pocos años para el Edicto de Expulsión”, explicó Blasco.
 

Asunción Blasco fue, junto a Miguel Ángel Motis, la encargada de las ponencias sobre la aljama de Teruel. M. A. 


Blasco también interpeló al público porque, aunque se localizó la sinagoga mayor en la actual plaza de la Judería, gracias a los trabajos de José Luis Lacave, queda muchísimo por investigar y por saber de ella. “Así que es necesario que la gente joven se interese por este tipo de estudios, porque todavía hay muchas sombras en esa parte de la historia”.

El otro ponente, Miguel Ángel Motis, -autor de Los judíos de Albarracín en la Edad Media entre otras muchas publicaciones especializadas­-, se refirió a la sociedad sefardí en Teruel, en particular a la mujer.

Entre otras muchas cosas, Motis habló sobre la “sororidad interconfesional” que se practicó entre las mujeres de la época, en la que el elemento femenino, habitualmente relegado a los cuidados y tareas reservadas para su sexo, tejió una red de ayuda y solidaridad entre mujeres que, en muchos casos, fue mucho más allá de la confesión religiosa. Dicho de otro modo: al contrario que los hombres, desconfiados cuando no abiertamente enfrentados, las mujeres se ayudaban, cuidaban y atendían entre ellas sin importar que fueran cristianas, judías o musulmanas. “Entre ellas es importante la religión, claro que lo es”, explica Motis. “Pero lo es más su condición de mujer. Se sabe que mujeres que no podían amamantar a sus hijos eran ayudadas por nodrizas conversas o de otras religiones”.

Proyección de ‘Libros’

El otro escenario de la jornada del sábado en el Cimam fue el auditorio de San Julián, donde se proyectó Libros, el legado de Alantansí, el documental de José Ángel Guimerá. El de Castelnou presentó el filme antes de su proyección junto a alguno de sus colaboradores, como el director de fotografía Carlos Alonso o Asunción Blasco, que fue asesora. El filme, que fue grabado en Teruel, en Huelva y en algunas de las principales universidades de Italia, Estados Unidos o Israel, mezcla el formato habitual del documental a base de testimonios con la ficción cinematográfica para narrar la vida de Elizer Alantansí.

Este judio llego a Híjar desde Huesca y allí puso en marcha la primera imprenta que funcionó en la Corona de Aragón, y la segunda de toda la península Ibérica. De ella salieron algunos libros que después viajaron con sus respectivos propietarios por todo el mundo, a lo largo de la diáspora judía. El documental sigue la pista de alguno de esos incunables, que se conservan en instituciones de todo el mundo.
 

El redactor recomienda