ArteSonado abre este viernes el primer Ciclo de Música y Artes Medievales de Teruel

El grupo Artesonado, una de las grandes referencias de la provincia en cuanto a la música medieval desde hace más de 25 años, y el italiano Micrologus, que con 26 discos propios y otros cuatro entre recopilatorios y colectivos, está considerada la agrupación musical más importante del mundo en este género, protagonizarán la primera edición del Ciclo Internacional de Música y Artes Medievales Ciudad de Teruel, que tendrá lugar este fin de semana en la catedral de la capital.

ArteSonado actuará en ese espacio el viernes, 2 de febrero, a partir de las 19.30 horas, mientras que los transalpinos lo harán el sábado, 3 de febrero, también a las 19.30 horas.

La obra que ofrecerá ArteSonado, ensemble formado por Sara Rillo, Berta Benedicto, Miguel Ángel Royo, Emiliano Evrard Chiaro, Sarabel Delgado y Máximo Saz, está concebida como una ópera medieval. Salvando las distancias, explicó ayer Máximo Díaz Martín en representación de ArteSonado, ya que la ópera como tal se originó en el siglo XVII. “Pero la concepción del espectáculo será similar a la que tenemos ahora de una ópera”. Cuarenta personas, entre los músicos de ArteSonado y de Alarifes, las bailarinas dirigidas por Sonia Rillo, un coro de voces infantiles procedentes del IES Francés de Aranda y otro de voces adultas de la Escuela de Arte de Teruel, y Carlos Paterson al órgano de la catedral, participarán en un espectáculo, el del viernes, cuya temática tendrá que ver con la figura de la Virgen María. “Hemos querido que el concierto de apertura que da inicio a este ciclo fuera significativo”, según Saz, “y qué mejor, estando en la catedral de Santa María de Mediavilla, que dedicar el espectáculo a la figura de la Virgen, que durante la Edad Media fue un referente no solo religioso, sino también filosófico y cultural; un referente del amor divino, pero también del amor maternal y de la belleza”.

El espectáculo de ArteSonado, titulado Lo humano y lo divino, estará dividido en dos partes que se escucharán sin solución de continuidad. La primera parte estará dedicada a la figura de María más humana, la de la niña y adolescente, la que la convierte en más humana. “La segunda tendrá que ver con María adulta, cuando es conocida públicamente, cuando tiene a su hijo y experimental la felicidad de la vida familiar, pero también su sufrimiento y su momento más trascendental”.

Saz asegura que el espectáculo se desarrollará con el máximo de los respetos al arte y a la religiosidad. “De alguna forma queremos recuperar la sensibilidad medieval, una etapa que suele representarse oscura pero que también tuvo sus brillos, como esa magnífica obra que tenemos en la techumbre de la catedral, donde se bailaba dentro del templo y donde el arte, pese a esas imágenes románicas hieráticas, era muy expresivo”.

Durante el concierto los músicos de ArteSonado tocarán la fídula (antepasado del violín), la cítola (antepasado de la guitarra española) y la guiterna (especie de pequeña mandolina) que en 2018 fabricó el luthier Asier de Benito siguiendo los dibujos que pueden verse en la techumbre de la Catedral de Teruel. En esa techumbre del siglo XIII, junto con escenas fantásticas o de oficios medievales, hay representado un conjunto de 19 instrumentos del siglo XIII, “lo que junto a las Cántigas de Santa María de los Códices de Alfonso X el Sabio forma el corpus más importante de instrumentos musicales de la época”, afirma Máximo Saz. “Y está aquí, en Teruel. Es un patrimonio que tenemos que conocer, valorar, disfrutar y proteger”. Y con esa vocación surge la idea de “bajar esos instrumentos del techo, a pie de nave, y hacerlos sonar para el público, con toda la humildad del mundo”, afirma Máximo Saz.

Este espectáculo de Lo humano en lo divino nace de la tesis doctoral que realizó en su día Máximo Saz, titulada Iconografía musical en el arte mudéjar de la Corona de Aragón, dirigida por el director del Museo de Arte Sacro de Teruel, Pedro Luis Hernando. En ella analiza 140 referencias iconográficas en catorce templos de la Corona de Aragón, incluyendo Florencia, Sicilia y el sur de Francia, aunque los 19 instrumentos de cuerda pulsada, cuerda frotada, viento y percusión que pueden verse pintados en la techumbre de la Catedral de Teruel siguen haciendo de esta la referencia más importante de Aragón.

Esta investigación de Máximo Saz tuvo como primeros frutos la fabricación de los tres instrumentos históricos por el luthier Asier de Benito, que sonaron en la Catedral el 4 de mayo de 2018, durante un concierto que tuvo lugar durante las II Jornadas de Techumbres Medievales Europeas, en el contexto de la celebración del 800 aniversario de la Leyenda de los Amantes de Teruel.

Ciclo internacional

El ciclo musical, organizado por el Ayuntamiento de Teruel con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses, nace con vocación de ser internacional y ambicioso, por lo que el grupo invitado, que actuará el sábado (19.30 horas), será en ensemble Micrologus de Asis (Italia), que este año cumple su 40 aniversario y que está considerada la mejor formación musical de repertorio medieval del mundo.

Micrologus está formado por una serie de músicos expertos en flautas, bombardas, gaitas, vielas, liras, rabel o zanfonía, dirigidos por la arpista y cantante Patricia Bovi.

Cuentan con una treintena de discos en el mercado, entre ellos las bandas sonoras de las películas Ragazzi Fouri y Mediterráneo, ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera en 1991.

El concierto con el que Micrologus obsequiará al público turolense, el sábado a las 19.30 horas, llevará por título Alla festa leggiadra, y estará formado por baladas, madrigales y danzas inspiradas en el Decamerón de Bocaccio. Además de los dos conciertos -viernes y sábado a las 19.30 horas en la Catedral-, este I Ciclo de Música y Arters Medievales de Teruel se completará con una serie de visitas guiadas a la techumbre de la catedral y al Museo de Arte Sacro, que tendrán lugar el sábado a partir de las 12 horas. Y por la tarde los músicos de Ensemble Micrologus ofrecerán una conferencia en el claustro del Obispado de Teruel a partir de las 17 horas.

Vocación de continuidad

Carlos Méndez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel, explicó durante la presentación del ciclo que este nace con vocación de continuidad y que, en ese sentido, “las dos próximas ediciones estarán dedicadas al ámbito hebreo e islámico, respectivamente”, que junto al cristiano formaron la trinidad religiosa -valga el término- de la península ibérica medieval.

Inma Plaza, directora del Instituto de Estudios Turolenses, a través del cual la Diputación Provincial de Teruel financia en parte el proyecto, aseguró que proyectos como este “son los clásicos que debe apoyar el IET, porque surge de una tesis doctoral que, en lugar de quedarse oculta para la gente, se traslada al escenario para hacer divulgación científica y cultural”. En ese sentido la concejala Maricarmen Muñoz subrayó que la riqueza de ese patrimonio artístico medieval que tiene su referente musical “es uno de nuestros signos de identidad”.

Méndez y Plaza coincidieron además en que ArteSonado es garantía de calidad en sus espectáculos, después de 27 años y un gran número de actuaciones en festivales de música medieval y congresos. “Han actuado en las Cortes de Aragón o en la Embajada de España en Roma, y eso es para valorar”, afirmó Inma Plaza.

Micrologus, un ensemble italiano de gran prestigio y un tratado clave en la historia de la música occidental

El Ensemble Micrologus procede de Asís, localidad de Umbría en el centro de Italia donde nació y murió San Francisco. A unos 100 kilómetros de allí, en Arezzo, nació Guido de Arezzo a finales del siglo X, siendo una de las figuras clave de la música occidental. Suyo es el Micrologus de disciplina artis musicae, tratado que da nombre al grupo italiano que actuará este sábado en Teruel, y que puede considerarse el primer tratado teórico de lenguaje musical tal y como lo conocemos ahora. Buscando la forma de poder escribir la música para que esta dejara de depender de la memoria y el oído de sus alumnos, inventó la notación musical basada en el pentagrama -en sus inicios era un tetragrama con solo cuatro líneas-. Arezzo fue quien dio nombre a las siete notas de la escala natural, cuyos sonidos había descrito siglos antes Pitágoras. Lo hizo con la primera sílaba de cada uno de los versos de un himno a San Juan Bautista del siglo VIII, que comenzaban con cada una de los notas en orden ascendente. Así obtuvo las notas Ut, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si (acrónimo esta última de Sancte Ioannes, San Juan, nombre con el que termina el canto).

Seis siglos más tarde, en el XVII, Giovanni Battista Doni decidió sustituir la primera nota, Ut, por Do, mucho más fácil de pronunciar. Eligió Do por ser iniciales de Dominus (Señor, en latín), según algunas teorías, o por ser iniciales de su propio apellido en un arranque de vanidad, según otras. En Francia sigue utilizándose en numerosos ámbitos la palabra Ut para designar la nota natural que antecede al Re.