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El arpa y la cornamusa de la techumbre de la Catedral de Teruel cobran vida con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses El arpa y la cornamusa de la techumbre de la Catedral de Teruel cobran vida con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses
Sarabel Delgado y José Manuel Alba muestran los nuevos instrumentos inspirados en los de la techumbre de la Catedral de Teruel

El arpa y la cornamusa de la techumbre de la Catedral de Teruel cobran vida con el apoyo del Instituto de Estudios Turolenses

El proyecto, impulsado por el investigador Máximo Sanz, se ha beneficiado de la línea de ayudas de I+D+i de la entidad dependiente de la Diputación de Teruel
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El arpa que porta el rey David y la cornamusa aragonesa que lleva un juglar, dibujadas en la techumbre de la catedral de Teruel, han cobrado vida gracias al investigador Máximo Saz, que ha recibido el apoyo de la convocatoria de ayudas del Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, dentro de su línea de I+D+i. Los instrumentos se han presentado este martes en un acto en el Museo de Arte Sacro de Teruel, en el que se ha acompañado la explicación con la proyección de imágenes y ejemplos sonoros, a cargo del grupo ArteSonado, ha informado la DPT en una nota de prensa.

El proyecto está respaldado por la tesis doctoral del propio Saz, titulada Iconografía musical en el arte mudéjar de la Corona de Aragón, y los instrumentos elegidos, pertenecientes a familias instrumentales distintas, responden al interés musicológico y artístico de ambos, según han explicado durante la presentación.

La diputada Beatriz Redón ha acompañado la presentación y ha definido los instrumentos como “excepcionales”: “Podríamos imaginar al verlos en los techos de la catedral, pero desde luego la realidad va a ser mucho mejor, poder disfrutarlo en directo nos va a transportar a aquellos momentos”, ha destacado la diputada. Redón ha agradecido a Máximo Saz la labor desarrollada en su investigación y a Artesonado por hacer posible llevar el estudio a la práctica, y ha felicitado al IET por el trabajo que realizan “que nos permite difundir el legado artístico y cultural”.

“¿Quién no se ha dada cuenta todavía de que las imágenes suenan?”. Estas palabras con las que ha comenzado su intervención la directora del IET, Inmaculada Plaza, provienen de la tesis de Saz (publicada por el IET en el libro Iconografía musical en el arte mudéjar de la Corona de Aragón. Los sonidos del arte).

Plaza ha explicado que “ese deseo de ir más allá, se llama investigación, y es lo que ha dado origen a lo que hoy (por este martes) se presenta: el deseo de conocer nuestro patrimonio y actualizarlo”. Lo ha calificado como el típico proyecto referente del IET: “Partimos de una investigación que nos permite poner en valor nuestro patrimonio, aquello que se conoce se ama y se respeta, y no sólo vamos a ir más allá en el saber a través de una investigación sino que vamos a ser capaces de difundirla, en un texto, el libro, y a través del Ciclo de Música y Arte Medieval, que acabamos de realizar en la ciudad de Teruel y que tendrá su continuidad el sábado en Híjar, de la mano de Artesonado”.

El objetivo de esta actuación es, para Plaza, “transferir el conocimiento y el legado que nos dejan y a su vez transmitirlo a otras generaciones venideras”.

Máximo Saz se ha definido como “un instrumento del destino que lo que hace es canalizar este legado que tenemos en Teruel, una obra -la techumbre de la catedral- que se ha conservado 800 años. Normalmente suelen perdurar las obras que se hacen con intelecto pero también con corazón”. Según Saz, la techumbre sitúa a Teruel en lugar protagonista dentro de todos los territorios de la Corona de Aragón: Valencia, Cataluña, Sur de Francia, la Occitania, pero también Sicilia, incluso con techumbres emigradas turolenses (como Florencia y California).

La selección y el encargo de las reproducciones se basa, han explicado, en un proceso de investigación que busca difundir el patrimonio artístico y cultural turolense para que la sociedad lo valore, disfrute y conserve, así como a ampliar el corpus organológico de los instrumentos musicales medievales actualmente reproducidos.

El investigador ha elogiado especialmente los dos instrumentos que se presentaban este martes. Del arpa ha dicho que es muy especial. “No es un arpa simplemente, es un emblema que identifica, celestialmente, al personaje. El rey David fue el mayor músico que ha habido en la cultura hebrea, creando estos salmos que nos han acompañado e inspirado a lo largo de la historia. Pero también la importancia de un instrumento como el arpa es un instrumento que es apolíneo, porque se puede tocar y cantar a la vez, hay concepto, representa lo apolíneo en cuanto también hay intelecto”, ha resaltado.

También Saz ha explicado la cornamusa: “Era un cuerno como instrumento de caza, de comunicación,... y en francés antiguo cornamuse serviría para la diversión...y representaría lo dionisíaco, es decir, donde no puede haber palabra a la vez que estás soplando. Entonces es la representación de lo apolíneo y lo dionisíaco en un mismo proyecto. En Teruel está representada dentro de un entorno bélico en la techumbre, pero podemos pensar que también tiene este carácter más agradable”.

Por otra parte, ha destacado “que haya representada un arpa en Teruel, que solo está en otra techumbre, la de los Arzobispos de Narbona en Capestang, pero es que la única cornamusa también está en la misma techumbre, es cuanto menos curioso”.

Su fabricación se confió a dos reputados luthiers españoles. Uno de esos artesanos fue el valenciano Asier de Benito, quien se encargó de la realización del arpa. El otro artista, responsable de la cornamusa, fue el zaragozano Pablo Morales.

Saz ya ha reproducido anteriormente otros instrumentos medievales que aparecen dibujados en la techumbre de la Catedral, dentro de la celebración de los 800 Años de los Amantes, en 2017. El Ayuntamiento de Teruel respaldó esta iniciativa y un año después, en el concierto celebrado durante las II Jornadas Internacionales sobre Techumbres Medievales Pintadas Europeas, se pudieron escuchar la fídula, la cítola y la guiterna, duplicadas también por Asier de Benito.


El apoyo del Instituto de Estudios Turolenses, ha explicado su directora Inmaculada Plaza, se enmarca en el objetivo de la entidad de fomentar la investigación en todos los campos del saber (Arte y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura) para el beneficio de la provincia de Teruel.

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