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Un arpa y una cornamusa se incorporan al listado de instrumentos antiguos recuperados Un arpa y una cornamusa se incorporan al listado de instrumentos antiguos recuperados
Máximo Saz, Emiliano Evrard, Sarabel Delgado y José Manuel Alba (de izda a dcha.) interpretaron la ‘Cantiga nº 100 de Santa María’ con los nuevos instrumentos

Un arpa y una cornamusa se incorporan al listado de instrumentos antiguos recuperados

Dos lutieres han creado las reproducciones según los diseños de la techumbre de la Catedral
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Una arpa medieval y una cornamusa -instrumento de viento muy similar a la gaita- se han incorporado a la nómina de instrumentos antiguos construidos a partir de la iconografía recogida en la techumbre de la catedral de Teruel. En 2018 se presentaron los tres primeros: una fídula -predecesor del violín-, una guiterna -que recuerda a una bandurria- y una cítara -precedente de la guitarra española-. Este martes se dieron a conocer los nuevos instrumentos en el Claustro del Obispado, donde Máximo Saz, Sarabel Delgado, José Manuel Alba y Emiliano Evrard interpretaron con ellos la Cantiga nº 100 de Santa María.

El proyecto de construcción de instrumentos antiguos a partir de la techumbre de la Catedral arrancó a partir de una tesis de Máximo Saz titulada Iconografía musical en el arte mudéjar de la Corona de Aragón, “y está recogido en el libro Los sonidos del arte, una obra divulgativa que nos permite conocer mucho mejor ese patrimonio”, como recordó este martes Inma Plaza, directora del IET. Esta institución, dependiente de la DPT, ha financiado la investigación de Saz a través de su línea de I+D+i.

A partir de las indicaciones de los músicos, los encargados de construir los dos instrumentos han sido los lutieres Asier de Benito -constructor de los tres instrumentos anteriores-, que se encargó del arpa, y Pablo Morales que construyó la cornamusa.

El arpa aparece reflejado en una pintura sobre la techumbre en las manos del rey David, reflejado con sus habituales atributos, mientras que la cornamusa, aparece en manos de un juglar.

Saz recordó que “toda esta iconografía que nos permite reconstruir instrumentos antiguos no es solo la de Teruel, sino la de toda la corona de Aragón, y que de hecho sitúan a Teruel en el centro de toda su área de influencia”. Saz ha llevado a cabo su investigación por diferentes lugares de Europa donde ha encontrado pinturas de instrumentos muy similares entre sí, y explicó que para el futuro le queda por investigar el caso de California (EEUU), a dónde fueron a parar numerosas piezas artísticas medievales producto del expolio durante el siglo pasado.

En cualquier caso recordó que los dos instrumentos reproducidos son dos “auténticas joyas”, tanto en su forma de instrumento como en la de pintura. “El único lugar donde he visto una representación del arpa, además de Teruel, ha sido en el Palacio de los Arzobispos de Narbonne, en Capestang (Francia). “Y precisamente en esa misma techumbre, que está muy poco accesible, es posible ver también la reproducción de una cornamusa”.

En el caso del arpa, es de hecho uno de los emblemas que identifica al personaje, el rey David de los judíos. “Igual que Orfeo para Grecia, David es el mayor cantor de la cultura hebrea, el creador de los Salmos”, explicó Saz. “Representa lo apolíneo, dado que puede tocarse mientras se hace uso de la palabra, en contra de la cornamusa, que representa lo dionisíaco, porque no se puede hacer uso del habla mientras suena”.

Esto lo convierte en un instrumento de fiesta, y así se refleja en las vestimentas de aquellos que lo están utilizando en las pinturas de la techumbre de la Catedral. “De hecho cornamusa viene de corn, por el cuerno con el que está fabricado, y amuser, divertirse en francés”.

 

Beatriz Redón e Inma Plaza (derecha), en la presentación de los instrumentos


Como peculiaridad tiene el bordón y el clarín -los elementos que hacen resonar la nota pedal grave y la melodía más aguda- unidos, formando un único tubo, y aunque su pequeño tamaño no le permite sonar a gran volumen, su timbre es muy característico.

En cuanto al arpa, se trata de un instrumento similar a las arpas actuales, de tamaño más reducido y sin pie, de forma que se sujeta entre las piernas por la base de su caja de resonancia. Sus cuerdas se afinan de forma diatónica y no tiene pedaleras para tocar notas con alteraciones.

Beatriz Redón, vicepresidenta primera de la Diputación Provincial, remarcó que iniciativas como esta permiten proteger el patrimonio cultural turolense y darlo a conocer, tanto a los propios habitantes de Teruel como al exterior.

Más allá del valor para la investigación que tiene la reproducción de estos instrumentos a partir de las pinturas que dejaron los artistas aragoneses hace más de 700 años, ArteSonado suele utilizarlos en conciertos de música historicista y medieval, que ha ofrecido en diferentes lugares de España, Alemania o Italia.

Concierto

La agrupación musical ArteSonado actuará este sábado, 8 de marzo, en la antigua sinagoga de Híjar, donde pondrá fin a la programación prevista en el II Ciclo de Música Antigua y Medieval que se desarrolló en la capital turolense en febrero. En concreto los músicos ofrecerán el espectáculo La Estrella de la Vida, que narra la historia de amor entre un chico cristiano y una chica judía, a través de una selección del repertorio musical sefardí que se conserva, y de una pieza original compuesta por Máximo Saz.

El concierto tendrá lugar a las 19 horas, y antes de eso, a las 17 horas, se proyectará en el mismo espacio el largometraje Libros: el legado de Alantansí, del turolense José Ángel Guimerá.

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