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Albarracín sirve de laboratorio para practicar sobre antiguos morteros con nanomateriales Albarracín sirve de laboratorio para practicar sobre antiguos morteros con nanomateriales
Un momento del curso de nanomateriales y morteros realizado estas semanas en Albarracín

Albarracín sirve de laboratorio para practicar sobre antiguos morteros con nanomateriales

El curso realizado se ha centrado en el uso de nuevas técnicas aplicadas a la restauración
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Albarracín sirve de laboratorio de ensayo de las nuevas técnicas de restauración. Un grupo de diez especialistas están trabajando en el Curso Superior de Consolidación de Morteros Pictóricos: de las técnicas tradicionales a los nanomateriales en el que han investigado en torno a los nuevos materiales aplicados a la recuperación de bienes. Las nanopartículas de hidróxido de calcio son óptimas para volver a cohesionar los morteros de cal y yeso que se encuentran pulverulentos mientras que las de dióxido de silicio resultan adecuadas para las piedras de rodeno sobre las que descansan las pinturas rupestres de la Sierra de Albarracín.

La actividad formativa se está llevando a cabo en los talleres de la Fundación Santa María de Albarracín y las prácticas incluyen tanto la toma de muestras como la aplicación de las novedosas técnicas en lugares con superficies tan dispares como las pinturas rupestres del rodeno o la ermita de San Juan.

El curso de nanomateriales ya se llevó a cabo el año pasado, pero este año se ha incluido en él el uso de morteros tradicionales ya que en los trabajos de restauración de edificios antiguos no se pueden emplear materiales que resultan muy dañinos como el cemento o el hormigón. Los alumnos han aprendido a utilizar los conglomerantes con cal aérea y cal hidráulica natural.
 

Varios de los participantes, tomando muestras en la ermita de San Juan

Los alumnos han centrado parte de las clases en realizar un estudio evolutivo de los materiales, centrándose en los tradicionales y en analizar las ventajas que tiene la aplicación de otros nuevos como los nanomateriales. Se trata de unas propuestas muy útiles para ciertos tratamientos de restauración y que en el futuro se utilizarán más en este área, pero la profesora responsable de la formación, Antonia Zalbidea, doctora en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la UPV, alerta de que hay que continuar investigando en torno a los procesos de aplicación porque es posible errar y generar efectos adversos.

Tratamiento más correcto

Los alumnos analizaron muestras procedentes de diferentes lugares y también tomaron las suyas propias de la ermita de San Juan y del rodeno, aplicando estos nuevos materiales sobre una de las superficies pictóricas con el fin de garantizar la supervivencia de las pinturas. En la ermita han identificado diferentes morteros y aplicado técnicas de diagnosis para abordar el tratamiento futuro más correcto.

A lo largo de 80 horas intensivas de formación, diez técnicos restauradores provenientes de diversas partes de España han aprendido a integrar en sus prácticas el uso de nanomateriales aplicados a la conservación de superficies pictóricas. El objetivo es capacitarlos en el uso de métodos de consolidación donde las técnicas tradicionales se combinen con herramientas contemporáneas, logrando de esta forma un enfoque integral en la restauración. Estos innovadores materiales pueden mejorar la eficacia y durabilidad de los tratamientos de conservación frente a los métodos convencionales.
 

Los alumnos, haciendo pruebas con materiales y tomando muestras

La formación también ha incluido ejercicios en el taller de la Fundación Santa María, donde se han trabajado técnicas de inyección, consolidación superficial y re-adhesión en paneles de ensayo. Estos ejercicios han permitido a los restauradores perfeccionar sus habilidades en un ambiente controlado antes de aplicarlas en la conservación del patrimonio histórico. Además, se ha profundizado en el uso de nanomateriales, cuya incorporación representa un enfoque innovador para mejorar los tratamientos de conservación, especialmente en lo que respecta a su durabilidad y efectividad.

Gracias a la colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV), los participantes han tenido acceso a las últimas investigaciones y técnicas en conservación, lo que les ha permitido integrar tecnologías de vanguardia en sus procesos de restauración. De esta manera, no solo han mejorado la calidad de su trabajo, sino que también han contribuido a la sostenibilidad de los tratamientos de conservación.

Esta formación, que forma parte del XXVI Ciclo formativo de cursos superiores en Conservación y Restauración de Bienes Culturales para especialistas, es posible gracias al patrocinio del Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo.

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