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La restauración de los revestimientos de la sinagoga de Híjar confirma su relevancia en Europa La restauración de los revestimientos de la sinagoga de Híjar confirma su relevancia en Europa
Gloria Pérez y Tomasa Hernández atienden a la restauradora Mercedes Núñez

La restauración de los revestimientos de la sinagoga de Híjar confirma su relevancia en Europa

La menorá, un salmo, la hornacina del shofar y el hejal de la Torá dan valor al templo, de 6 siglos de antigüedad
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Un candelabro de siete brazos (la menorah), un salmo con la inscripción en hebreo “dichosos los que guardan el juicio, los que hacen justicia en todo tiempo”, una hornacina en la que se guardaba el cuerno de animal o shofar que se usaba en celebraciones especiales y la embocadura del hejal que custodiaban los pergaminos de la Torá son los elementos principales recuperados durante la puesta en valor de los revestimientos murales de la antigua sinagoga de Híjar, que gracias a ellos se confirma como una de las mejor conservadas de España y de toda Europa.

Tras una inversión de 76.593 euros sufragados por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, se han descubierto y restaurado excepcionales elementos de la tradición hebrea que permanecían ocultos. Bajo los revocos, convivían con grisallas más modernas, del siglo XVI, pintadas por los católicos tras la expulsión de los judíos de España en 1492.

Los trabajos de restauración fueron presentados este lunes en un acto en el que participaron la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández; la directora general de Patrimonio Cultural, Gloria Pérez; el alcalde de Híjar, Jesús Puyol; el presidente de la Comarca del Bajo Martín, Adolfo Tesán; la coordinadora de la asociación Sefarad Aragón, Timna Segal; y el equipo de restauradoras de la empresa Albarium SL que realizó los trabajos entre agosto y diciembre de 2024, capitaneadas por Mercedes Núñez y Encarna Ripollés.

Hernández destacó que Aragón dispone de un “patrimonio inmenso que denota que somos producto de pueblos anteriores que han vivido aquí antes que nosotros y que, con generosidad, nos han dejado” vestigios “que ahora tenemos que cuidar para que las futuras generaciones lo disfruten y lo sientan propio”. Con esta puesta en valor, “esperamos que Híjar tenga un atractivo cultural que añadir a lo mucho que tiene. El turismo asienta población, vertebra el territorio y trae riqueza”, concluyó.

Por su parte, Pérez resaltó que el grado de conservación de esta sinagoga la hace “única en el territorio de la Corona de Aragón”.

Se ha demostrado que la sinagoga de Híjar, antes de ser ermita de San Antón, “fue uno de los lugares más importantes de la cultura aragonesa hebrea”, dijo la directora general. Además, “se han encontrado los manuscritos más interesantes y más antiguos que tenemos depositados en museos de gran renombre”, por lo que “podemos decir que Híjar irradió cultura de la comunidad judía” y por ello debe ocupar un lugar preferente entre las juderías de Aragón. Con esta actuación se da por terminada la intervención en la sinagoga, indicó.

Por su parte, Puyol agradeció la colaboración del Gobierno de Aragón para valorizar el templo, que hoy se conoce como ermita de San Antón. “No eramos sabedores hasta hace unos años, cuando casi se viene la ermita abajo precisamente el 17 de enero, del potencial que tenemos aquí”. Por el momento, “intentaremos instalar un plan de visitas los fines de semana”, comentó.

Desde 2017 con actuaciones

La iglesia de san Antonio Abad, antigua sinagoga de Híjar, fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, en 2018. Un año antes, durante las obras de restauración interior del edificio llevadas a cabo por Suelo y Vivienda de Aragón, gracias a la financiación del Fondo de Inversiones de Teruel, se constató la existencia de grisallas renacentistas (datan de 1543) y parte de un retablo barroco pintado en el muro testero de la iglesia. Esto motivó que, a mediados de 2018, se realizara un estudio de catas murales para el conocimiento de decoraciones ocultas.

Se desmontó el retablo mayor dedicado a San Antón (obra de 1951), localizándose de esta manera un vano enmarcado por una decoración en yeso que se ha identificado como la embocadura del hejal (arón ha-kódesh) de la antigua sinagoga, es decir, el armario o recámara donde se guardaban los rollos de la Toráh, el libro sagrado de los judíos.
 

El salmo (abajo), un acrónimo de sargantana y la hornacina del shofar. M. N. 

Además, en el eje superior del hejal se localizó un óculo también tallado en yeso y una serie de motivos decorativos pintados en desigual estado de conservación, pertenecientes a distintas épocas del edificio: dos consecutivas siendo todavía sinagoga y tres teniendo ya culto cristiano.

Entre los elementos descubiertos en estas catas destacan la menorah o candelabro de siete brazos representado en la parte izquierda del muro del hejal –el principal, equivalente al altar de una iglesia católica– y una inscripción en letras hebreas situada en la parte derecha del mismo. Según expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), correspondería al Salmo 106:3: “Dichosos los que guardan el juicio, los que hacen justicia en todo tiempo”.

“Ha salido también la hornacina donde se guardaba el cuerno, el shofar, que se utilizaba en ciertas ceremonias” especiales como el año nuevo y el final del Yom Kipur, dijo la restauradora Encarna Ripollés. También un “orificio hexagonal de 75 centímetros de profundidad que no sabemos para que sirve”, pero justo al lado hay un clavo original del siglo XV que “entendemos que es para colgar algo”. También hay una abertura junto al hueco del hejal, con un separador en medio cuya utilidad se desconoce, pero que sería del siglo XV igualmente.

Restos excepcionales

Los restos conservados de época judía son excepcionales, según los numerosos expertos que los han estudiado, y sirven para avanzar en el conocimiento de la cultura judía no solo en Aragón, sino en España y Europa. En este sentido, las restauradoras remarcaron la importancia de la sinagoga de Híjar ya que en España solo existen otros dos templos judíos conservados con toda su estructura (Toledo y Córdoba), techo incluido, y en este caso ha aparecido la decoración original.

El objetivo de la intervención ha sido poner en valor los excepcionales elementos de tradición hebrea conservados en el muro del hejal, pertenecientes principalmente a la sinagoga del siglo XV, sin restar importancia a las aportaciones cristianas de épocas posteriores (siglos XVI al XVIII), como muestra de respeto a la historia material del bien, apostilló la Dirección General de Patrimonio en una nota de prensa.

Como trabajos previos se derribó la hornacina de la esquina suroeste, se eliminaron los cementos que cubrían el zócalo y se vació el vano del hejal. Además, una vez reforzado el dintel de dicho vano y macizada la hornacina, se revistió con morteros de yeso tradicional toda la zona baja del muro en sustitución de los cementos eliminados, detalla Patrimonio.
 

La menorah, un candelabro de siete brazos, convive con unas grisallas. M. N. 

Una vez instalados los medios auxiliares necesarios (andamios, sistema de cableado eléctrico, iluminación, material de oficina, herramientas y productos necesarios), la intervención comenzó con la documentación gráfica y fotográfica del estado de conservación inicial del conjunto mural. A continuación, se procedió a la repetición de los ensayos de limpieza y, sobre todo, de consolidación de grisallas y policromías experimentados en la fase de proyecto.

Un fragmento cambia de sitio

Se realizó el estudio de estratos subyacentes, previo a la extracción del fragmento de grisalla renacentista superpuesto a la menorah, mediante fotografía infrarroja y un examen de fluorescencia con luz ultravioleta, cuyos resultados avalaron la extracción de dicho fragmento como única forma de visibilizar la totalidad de los restos hebreos.

En este sentido, y para garantizar la recuperación de todos los elementos presentes en el muro del hejal, se procedió a la retirada mecánica de aquellos materiales superpuestos que hacían peligrar su conservación e impedían una correcta contemplación del conjunto, como pinturas al silicato de una reciente intervención, sucesivos encalados superpuestos o restauraciones burdas.

A continuación, se consolidó el mortero de yeso de soporte y se estabilizaron grietas y fisuras. Y una vez vaciado el hueco del hejal y reforzado el dintel del mismo, se consolidaron las labores de yeso y se reconstruyeron en líneas generales las molduras desaparecidas del mismo.

Limpieza y consolidación

Los continuaron con la limpieza y consolidación de los estratos pictóricos. La limpieza, selectiva y controlada, fue gradual, por estratos, conservando la integridad de los materiales originales y la unidad estética del conjunto.

Finalmente, la reintegración pictórica permitió recuperar la lectura e interpretación iconográfica, así como la calidad técnica y estética del conjunto pictórico formado por la policromía hebrea del siglo XV, la grisalla renacentista del siglo XVI, la decoración barroca del siglo XVIII y los fondos en yeso visto, además del marco en yeso tallado del hejal.
 

La embocadura del hejal de la Torá

Una vez realizado el estudio de extracción y restauración del fragmento en el que la grisalla interfería con la menorah, se procedió a la ejecución de la operación, colocando el fragmento extraído en un nuevo soporte rígido e inerte, para continuar con su restauración integral, siguiendo los mismos criterios de fijación, consolidación y reintegración mantenidos en los motivos policromados del resto del muro.

La memoria final de los trabajos efectuados por la empresa ha incluido también un plan de mantenimiento y conservación preventiva para el futuro.

La comunidad hebrea saluda la revalorización de un referente

La comunidad hebrea saluda la revalorización de la sinagoga de Híjar como uno de sus símbolos principales en España, mientras que el ayuntamiento le tiende la mano para poner en marcha su proyecto turístico en torno al barrio judío.

La presidenta de la asociación cultural Sefarad Aragón, Timna Segal, expresó su emoción por la restauración de estos elementos de la tradición hebrea. “Desde los años 90 nos decían que aquí tenía que haber una sinagoga, hicimos una campaña para arreglar el tejado que estaba a punto de caer y es emocionante ver lo que se ha encontrado y cómo ha quedado”, manifestó.

La representante de la asociación, cuyo objetivo es la apreciación de la cultura judía, deseó que “la gente pueda venir a verlo” para “entender que han vivido aquí tanto cristianos, musulmanes y judíos” durante los siglos.

El aficionado a la historia y esposo de Freire, Manuel García, insistió en que en Híjar las tres culturas llegaron a entenderse. Los hebreos “eran artesanos del textil, del cuero”, y constituyeron también “uno de los talleres de imprenta con más reputación de toda Europa”, hasta el punto que de ellos “salieron libros sagrados que ahora están custodiados en los mejores museos del mundo, y algunos muy cotizados en las subastas de objetos históricos”.

Se trata de obras como Tur Orah Hayim o Tur Yoreh De’ah, de Jacob ben Asher (1485 y 1487), Biblia Hebraica con las Cinco Megillot y las Haftarot (1486-1487), Neviim Aharonim (1486-1487) y Torá con Targum Onkelo y el comentario de Solomon ben Isaac (1490). “Son auténticas obras de arte”, explicó el realizador turolense José Ángel Guimerá, que ha dirigido El legado de Alantansí, un largometraje sobre la figura del impresor Eliezer ben Abraham Alantansí que volverá a proyectar el 8 de marzo, esta vez en la sinagoga Híjar. Ha grabado en las bibliotecas nacionales de España, Israel, la Biblioteca Bodleiana de Oxford y la biblioteca del Seminario Teológico Judío de Nueva York.

Guimerá prepara un vídeo que servirá de apoyo a las visitas guiadas, donde se verán además imágenes de los libros de Alantansí y el periodo de restauración de la sinagoga.

“Pirueta del destino”

“Estamos orgullosos de que se vayan recuperando estos pequeños detalles”, indicó García, que calificó como una “pirueta del destino” que se preservara un edificio que “ha recuperado su origen gracias a las casualidades, como muchos descubrimientos”.

El alcalde, Jesús Puyol, explicó que el consistorio tiene en marcha un proyecto “muy ambicioso” para poner en valor no solo la sinagoga, sino toda la judería “de cara a la comunidad judía” y a todos los turistas culturales interesados en ella.

“Vamos a desarrollar un plan director. Necesitamos ayuda económica y el ayuntamiento aportará lo que pueda”, dijo. Un primer paso ha sido recuperar la ermita, que “no se desarmó entera de milagro” tras el accidente del 17 de enero de 2010, cuando resultó herido el campanero tras caerse la techumbre. Desde ese momento se empezó a restaurar y poner en valor el inmueble.

“Estoy en contacto con la red de sinagogas europeas y la semana que viene tenemos una videoconferencia. Hay que ir despacio porque Híjar no tiene el potencial de una ciudad, pero si las cosas se van tramitando, a su debido tiempo y con los pies en el suelo, se podrá desarrollar”, prosiguió.

“Cuando se intente restaurar la plaza, encontraremos restos judíos”, indicó Puyol. Allí está el Granero del Pilar, un edificio que conserva habitáculos de la Edad Media. También pretende actuar el consistorio sobre el trazado urbanístico de lo que fue la antigua judería y crear incluso el Centro de Interpretación del Libro Judío.

Falta pues aún ordenar todo el legado hebreo antes de poner en marcha el proyecto museográfico, en aplicación de los conocimientos adquiridos por el consistorio en el proyecto europeo Moreshet-Jewhish Heritage Network, una red de regiones y localidades de todos los tamaños decididas a identificar, impulsar y compartir buenas prácticas en la gestión de sus vestigios hebreos.

Uno de sus socios, la Fundación para la Herencia Judía (Londres), asegura que la sinagoga de Híjar es una de las 16 más importantes de Europa.

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