El agua de boca ya es apta en los pueblos de Foradada, excepto Urrea

Urrea de Gaén es el único de los nueve municipios de las comarcas del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos que beben del embalse de Cueva Foradada que este miércoles no ofrecía agua potable para el consumo humano. En el resto (Ariño, Oliete, Albalate del Arzobispo, Híjar, Jatiel, Castelnou, Samper de Calanda y La Puebla de Híjar), el líquido elemento era apto. 

De esta forma, sobre una población de unas 6.500 personas, apenas 450 –los vecinos de Urrea– no podían este miércoles beber agua del grifo libre de trihalometanos. Una situación que no se ha dado en los tres meses y medio que la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) ha estado afectada por las tormentas, primero con el episodio de primeros de septiembre y después con la dana de finales de octubre. 

Remite la crisis

De modo que la crisis de calidad del agua de boca remite y parecen funcionar las instrucciones del Instituto Aragonés del Agua (IAA), que desde octubre asesora a la Comarca del Bajo Martín, responsable de la potabilizadora ubicada en término municipal de Oliete. En primer lugar, el organismo recomendó la sustitución tanto de las bombas como de la arena de sílice de los ocho filtros de la estación potabilizadora de Cueva Foradada. En segundo término, llegó la mejora del sistema automático de limpieza de los filtros, y la renovación y sensorización en continuo de la dosificación de floculantes previa a la entrada del agua bruta a los filtros para mejorar la eficiencia y funcionamiento de los mismos.

Además, el IAA se comprometió el 2 de diciembre, en una reunión con afectados en la sede de la Comarca del Bajo Martín, a financiar la actualización y modernización de los sistemas de cloración de los depósitos de agua de los nueve municipios.

El 2 de diciembre, el agua solo era apta para el consumo en Híjar, Jatiel, Castelnou, Ariño, Oliete y en el polígono de La Puebla de Híjar. La semana pasada se sumaron a la potabilidad Albalate del Arzobispo y Urrea de Gaén, aunque esta última se ha caído de la lista en la última semana.

El alcalde de La Puebla de Híjar, Pedro Bello, celebró tener agua potable tanto en el polígono industrial como en el núcleo urbano, después de más de cien días en los que solo han tenido cinco de potabilidad. “Desde que entró el IAA y hemos ido todos de la mano se han tomado medidas que científicamente eran positivas pero no salían los resultados”, dijo, como por ejemplo aplicar agua oxigenada en la ETAP en lugar de cloro. Finalmente, “después de cinco o seis semanas en las que las cosas se han hecho con bastante sentido común”, los resultados han ido a mejor y solo Urrea, por muy poco, rebasa los niveles de trihalometanos en la actualidad. 

Antes de marzo, el Bajo Martín habrá reparado la toma flotante para captar a tan solo dos metros por debajo de la lámina de agua del embalse, con lo que se evitará turbidez. Las obras ya están adjudicadas por la administración comarcal.

El problema de estos meses ha sido la presencia de materia orgánica en el agua que, al reaccionar con el cloro, produce los trihalometanos, cuyo consumo se declara no apto por encima de los 100 microgramos por litro de agua. Es la misma situación que sobrevino la semana pasada en Valdealgorfa y La Codoñera.