El IAA modernizará la cloración en los depósitos de los pueblos que se abastecen de Cueva Foradada

El Instituto Aragonés del Agua (IAA) financiará la actualización y modernización de los sistemas de cloración de los depósitos de agua de los nueve municipios que se abastecen del embalse de Cueva Foradada (Ariño, Oliete, Albalate del Arzobispo, Híjar, Jatiel, Castelnou, Samper de Calanda, La Puebla de Híjar y Urrea de Gaén) y que tienen problemas de potabilidad desde septiembre. La medida tendrá un coste aproximado de 45.000 euros.

El director gerente del Instituto Aragonés del Agua (IAA), Luis Estaún, y la directora provincial de Sanidad en Teruel, Asunción Navarrete, se reunieron en Híjar ayer –tres meses después de la tormenta que inició los problemas de potabilidad– con representantes institucionales de la Comarca del Bajo Martín y con los municipios afectados. Acordaron continuar con las actuaciones con la máxima implicación de todas las instituciones.

En la reunión se conocieron también los resultados de las últimas analíticas realizadas por la Dirección de Salud Pública, de modo que ayer el agua era apta para el consumo en Híjar, Jatiel, Castelnou, Ariño, Oliete y en el polígono de la Puebla de Híjar.

El IAA ha realizado la sustitución tanto de las bombas como de la arena de sílice de los ocho filtros existentes de la potabilizadora, así como la mejora del sistema automático de limpieza de los filtros y la renovación y sensorización en continuo de la dosificación de floculantes previa a la entrada del agua bruta a los filtros para mejorar la eficiencia y funcionamiento de los mismos, indicó el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Además, la Dirección General de Salud Pública ha realizado desde el primer momento el seguimiento de la situación, con analíticas periódicas.

Antes de marzo, la Comarca del Bajo Martín –responsable del abastecimiento– habrá reparado la toma flotante en el embalse de Cueva Foradada para captar a tan solo dos metros por debajo de la lámina de agua del embalse, con lo que se evitará turbidez. Las obras ya están adjudicadas.

En busca de la robustez

El agua de Cueva Foradada sigue teniendo una gran carga de materia orgánica, por lo que se va a incrementar la oxidación de la misma en planta para que llegue a los municipios con la menor carga posible y así disminuir el valor de los trihalometanos. Estas actuaciones necesitan un tiempo para ver los resultados.

La última toma de muestras, dijo Estaún, ha permitido “detectar mejor el problema que tenemos en cuanto a la presencia de materia orgánica en el agua”, de modo que de primeras se va a aumentar “la dosificación de peróxido de oxígeno” y “dentro de una semana va a estar en marcha otro sistema de oxidación con permanganato, que es diferente e igual más eficaz”, explicó.

“El problema es la presencia de materia orgánica en el agua que, al reaccionar con el cloro, produce los trihalometanos”, cuyo consumo se declara no apto por encima de los 100 microgramos por litro de agua. “No sale turbia de la planta pero hay una materia orgánica disuelta que no conseguimos reducir”. Estaún aseguró que los nuevos filtros de la potabilizadora de Cueva Foradada “están funcionando bien, pero nos falta la fase de precipitación de esa materia orgánica”.

“Estamos afinando el sistema y lo vamos a conseguir mejorar y perfeccionar en los próximos días”, añadió el director gerente del IAA, quien puso de manifiesto que el sistema de abastecimiento comprende 100 kilómetros de conducciones y varios depósitos que impiden automatizar procesos. No obstante, insistió en que “se ha mejorado mucho el sistema tanto en la planta potabilizadora como en los depósitos municipales”, por lo que “vamos a ser mucho más resilientes” de cara al futuro.

En cuanto a la propuesta de la Diputación de Teruel de hacer un nuevo sondeo en la cola del pantano para suministrar agua filtrada naturalmente por la tierra, “habrá que valorar económicamente lo que supone y, si técnicamente es posible, se puede estudiar”, dijo Estaún, quien a corto plazo propone seguir en la línea actual, que “será sostenible en el tiempo”, garantizó. “El sistema de la potabilizadora del Bajo Martín es potente, y lo estamos mejorando. Conseguiremos afinarlo para que trate el agua adecuadamente”, concluyó.

Valores acotados

“Cuando un día te dicen que es apta y a los tres días que no, pues sí que es verdad que hay confusión”, reconoció Navarrete. En cualquier caso, “rondamos valores muy próximos a la aptitud”, en torno a los 100 microgramos por litro, por lo que “no estamos como al principio”, esperanzó.

Tal y como recordó, el problema surgió con las tormentas del 2 de septiembre, que entraron una gran cantidad de agua y materia vegetal al embalse, que en aquellos momentos estaba al 20% (hoy está al 68%). La potabilizadora “colapsó” y “se ha limpiado, se han cambiado filtros, se han modificado muchas cosas y se han ido haciendo mejoras”. Pero vino la dana y “vuelta a empezar”, lamentó. A futuro, indicó, “cuando pase algo parecido hay que cerrar planta. No puede entrar agua. Mientras tanto, los pueblos tienen agua porque tienen sus depósitos y reservas”.

“Está todo el manos de los técnicos”, dijo el presidente en funciones de la Comarca del Bajo Martín, Adolfo Tesán, quien asumió que el agua embotellada que lleva da los municipios el 112 es “insuficiente”.

Reparto de garrafas

El agua de boca no es apta para el consumo humano en Valmuel y Puigmoreno, pedanías de Alcañiz. Aquara informó a primera hora de la tarde de este lunes al consistorio que dos muestras de análisis tomadas por Salud Pública han dado positivo en trihalometanos.

La causa podría deberse a una mayor cloración ante los últimos episodios de lluvias. Se van a tomar “las medidas correctoras inmediatas necesarias para revertir esta situación a la mayor brevedad y evitar así más trastorno”, indicó el ayuntamiento en una nota. Habrá reparto de garrafas de agua desde este martes en el multiservicio de Valmuel y en la cooperativa de Puigmoreno.