CIP planea tener acabado el Proyecto Catalina a finales de 2028 en Andorra

Copenhaguen Infrastructure Partners (CIP) quiere tener ejecutado en diciembre de 2028 el Proyecto Catalina que producirá hidrógeno con energías de origen renovable en Andorra. Así figura en el proyecto con el que el fondo de inversiones danés ha conseguido que el Gobierno de Aragón apruebe inicialmente el Plan de Interés General de Aragón (PIGA) para la construcción y explotación de la hidrogenera, con parques eólicos y fotovoltaicos de autoconsumo asociados.

Tras la declaración de la iniciativa energética como proyecto de interés autonómico en junio de 2023, la aprobación reciente del PIGA supone el espaldarazo definitivo del Ejecutivo regional y la reducción de los plazos administrativos a la mitad, lo que hace ser optimista a la empresa de cara a la puesta en marcha de su proyecto en 2029.

Tras la publicación del PIGA en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) del 22 de octubre de 2024 por parte del Departamento de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial, se abre un periodo de participación pública por plazo de 23 días hábiles en el que se abordará también la evaluación ambiental estratégica.

La inversión prevista total para la construcción del Proyecto Catalina es de 2.132.576.000 euros, que se distribuyen de la siguiente manera: 671,68 millones de euros para los parques eólicos, 463,37 millones de para las centrales fotovoltaicas, 881,26 millones para la construcción de la planta de hidrógeno, 41,32 millones para el ducto que llevará el gas generado hasta la cercana Red Troncal Española de Hidrógeno en Caspe (Zaragoza) y 64,44 millones de euros para costes de desarrollo de proyecto y otros gastos.

CIP espera desarrollar todo el plan en 53 meses y finalizarlo en diciembre de 2028. Prevé que la urbanización de la hidrogenera esté construida en julio de 2027; y en diciembre de 2028 los parques renovables, la planta de hidrógeno y el ducto.

Hacia Levante y Tarragona

En una entrevista reciente a DIARIO DE TERUEL, el director en España de CIP, Javier Prados Mateos, calificó el Proyecto Catalina de “emblemático” porque posicionará a España a la cabeza de la generación de hidrógeno verde en Europa. El objetivo de esta infraestructura energética es la descarbonización del Levante español y el polo químico de Tarragona, según aseguró.

La planta de electrólisis se ubicará en el Parque Empresarial de Andorra (PEAN), con una capacidad instalada de 500 megavatios (MW) cuadruplicables en fases sucesivas hasta los 2 gigavatios (GW). Con esta inversión, CIP pretende generar hidrógeno de alta pureza mediante un proceso de electrólisis, es decir, de separación del hidrógeno del oxígeno que componen el agua.

Su objetivo de producción es de 84.000 toneladas anuales en esta primera fase. La delimitación total del ámbito industrial incluye 77,29 hectáreas en el municipio de Andorra, lo que comprende suelo industrial en el PEAN y la conexión con la carretera autonómica A-1415, donde se construirá una rotonda.

La energía necesaria será suministrada desde los activos de generación de energía renovable, procedente de siete parques eólicos y seis fotovoltaicos (1,63 GW en total, según la documentación remitida al Miteco para el proceso de información pública de las centrales, aunque en el proyecto del PIGA el promotor habla de 1,1 GW) que generarán 2.822.745 megavatios hora al año en circuito cerrado. Estas plantas llevan aparejadas líneas de evacuación de energía renovable y estaciones transformadoras.

La evacuación del hidrógeno fabricado se plantea a través de un ducto de interconexión entre la planta y la infraestructura troncal de transporte de hidrógeno a su paso por Caspe, con una distancia de 38,9 kilómetros.

Los parques ocuparán 17.586,80 hectáreas. Los municipios afectados por los activos de generación y sus líneas de evacuación hasta la planta de hidrógeno y bombeo de aguas son Alcorisa, Andorra, Alcañiz, Ariño, Alloza, Calanda, Cañizar del Olivar, Los Olmos, La Mata de los Olmos, Crivillén, Castel de Cabra, Estercuel, Torre de las Arcas y Foz Calanda. En el caso del ducto de hidrógeno, los municipios afectados son Andorra, Alcañiz y Caspe.

Bombeo de agua

El proyecto plantea una estación de bombeo en el embalse de Calanda y otra de rebombeo en Foz Calanda para subir agua de la Cuenca del Guadalope. El promotor solicitó el 28 diciembre de 2021 a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) una concesión de aguas superficiales del embalse del Guadalope a razón de 5,5 hectómetros cúbicos anuales, ante lo que el organismo de cuenca impuso en julio de 2023 la necesidad de disponer de una regulación interna para el consumo de agua de 70 días (1.045.847 metros cúbicos) que forma parte del PIGA. La CHE aún no ha resuelto. Los términos municipales afectados por la infraestructura de captación de agua son Alcorisa, Andorra, Alcañiz, Calanda y Foz Calanda. La superficie afectada en este caso (conducción, bombeo y balsas de regulación) es 59,6 hectáreas.

En cuanto al empleo directo, indirecto e inducido, CIP estima que durante la construcción se generarán 2.874 empleos anuales que se reducirán a 824 durante el funcionamiento de la planta.

H2Med

CIP inyectará el hidrógeno producido en la Red Troncal Española de Hidrógeno en el corredor del Valle del Ebro que conecta en Tarragona con el corredor de Levante. La infraestructura será desarrollada por Enagás. Junto a la Cornisa Cantábrica, forman parte del H2Med, uno de los dos Proyectos de Interés Común de la Comisión Europea. El otro es el eje Vía de la Plata conectado con el Valle del Hidrógeno de Puertollano (Ciudad Real) y dos almacenamientos subterráneos.

Proyecto pionero

Catalina ha firmado oficialmente un acuerdo de subvención con la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA), que concederá al proyecto 230 millones de euros para la producción de hidrógeno renovable a lo largo de diez años.

Según explica Catalina en sus redes sociales, la subvención se concede en el marco del Banco del Hidrógeno, creado por la Unión Europea para acelerar la cadena de valor de esta energía en Europa, lo que subraya la posición de la iniciativa “como proyecto pionero de hidrógeno renovable en España y en Europa”.

La subvención europea, que llega tras una subasta de 720 millones de euros, se otorga para salvar la diferencia de precio entre costes de producción y el precio de mercado del hidrógeno. Para el Gobierno de Aragón, esta ayuda supone “un apuntalamiento del proyecto”, así como una prueba de madurez y viabilidad “al cumplir con todos los requisitos establecidos por la Comisión Europea”. La entrada en operación comercial debe ser en el último trimestre de 2029, según obligan las bases.