Síguenos
Rafael Guía, alcalde de Andorra: “Auspiciaremos iniciativas como Catalina y otras  de igual calado para que la gente pueda volver” Rafael Guía, alcalde de Andorra: “Auspiciaremos iniciativas como Catalina y otras  de igual calado para que la gente pueda volver”
Rafael Guía, alcalde de Andorra, en su despacho. M. N.

Rafael Guía, alcalde de Andorra: “Auspiciaremos iniciativas como Catalina y otras de igual calado para que la gente pueda volver”

Destaca que la hidrogenera y más proyectos remontarían el empleo mineroeléctrico, pero se muestra prudente
banner click 236 banner 236

El alcalde de Andorra, Rafael Guía (PSOE), hace un balance positivo pero prudente de su primer año al frente del gobierno local, al que cree haber aportado seriedad, rigor, serenidad y estabilidad. Espera que el Proyecto Catalina se materialice y genere 370 empleos estables, al tiempo que pide agilidad a Endesa en su plan de acompañamiento industrial para el Nudo Mudéjar. Desea que todos los proyectos en marcha para la reconversión de Andorra, aunque desacompasados al cierre de la térmica, acaben fraguando y la mano de obra que tuvo que emigrar vuelva. Pide 9 hectómetros cúbicos de concesiones de agua a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), algo que quiere obtener a la vuelta del verano puesto que el plan Miner sufragó el 50% del recrecimiento de Santolea.

-¿Qué balance hace de su primer año como alcalde?

-Hago un balance positivo pero prudente. Hemos aportado seriedad, rigor y mucha serenidad en la gestión municipal, y yo creo que hemos dado bastante estabilidad al pueblo de Andorra.

-¿Qué proyectos de los que llevaba en el programa y que dependen directamente del consistorio ha logrado ejecutar?

-Ha sido un año bastante fructífero. La obra emblemática ha sido la calle La Loma, ampliamente demandada por los vecinos porque es una de las principales arterias del municipio. Luego hemos renovado el abastecimiento de agua, en varias calles del pueblo en las que habíamos tenido problemas de fugas como Agustina de Aragón, Goya, cantón de Castro, Molinos y el callejón de la calle Mayor. Y también estamos acometiendo la impermeabilización de los depósitos de la depuradora y Horcallana. Hemos acabado el sondeo de Horcallana 2 y este año una de las prioridades es equiparlo para sacar agua.

-¿Habrá un pliego del agua?

-En la legislatura pasada se intentó sacar dos veces el pliego y el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (TACPA) desestimó los dos porque vio irregularidades. Lo que hemos hecho como equipo de gobierno nuevo es encargar un estudio de viabilidad para ver si nos interesa más que la gestión sea privada como hasta ahora, mixta tipo Diputación Provincial con Sastesa o municipal como hace 30 años, que es lo que estamos valorando.

-¿Qué fórmula les gusta más?

-Lo tenemos que valorar. Con la gestión privada hemos tenido muchos problemas con la calidad del agua, el suministro, los reventones y en aparatos eléctricos. Luego se mejoró bastante con la inyección de CO2. Mientras tanto, vamos ejecutando el que llamamos Plan Integral del Agua porque en Andorra tenemos un problema: tiene mucha cal y dureza y viene toda de sondeos y pozos. Es un bien muy preciado y no podemos dilapidarlo. Tenemos una red de tuberías muy antiguas que hay que renovar constantemente. En todas las obras viarias aprovecharemos para cambiar las redes.

-¿Cómo marchan las negociaciones con la CHE para mejorar la concesión de agua?

-Ya nos hemos reunido tres veces con la CHE porque el agua es una prioridad para el desarrollo industrial de Andorra. Desde la primera a la tercera, con cambio en la presidencia, hemos notado un cambio de actitud positivo, de una cerrazón al principio a entender que el agua es vital para nuestro desarrollo. Estamos a la espera de que a la vuelta del verano se resuelva la concesión del Proyecto Catalina de hidrógeno renovable, de 5,4 hectómetros cúbicos. Copenhaguen Infrastructure Partners (CIP) hizo la petición en 2021, antes del nuevo Plan Hidrológico del Ebro 2022-2027, y está sin resolver. También queremos que se resuelva la reserva hídrica que nos reservó el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para Andorra y su desarrollo, que es un hectómetro para agua de boca y la que necesitemos para el desarrollo industrial. En total, entre Catalina y lo nuestro serían entre 8 y 9 hectómetros. No quiere decir que los consumas todos (Endesa solo consumía 2 hectómetros de los 18 que tenía concedidos de Calanda), pero sí que tienes que tener la disponibilidad por si viene una empresa que requiere ciertos consumos.

-¿Cómo encaja esta petición con las necesidades de riego y en un contexto de sequía?

-Perfectamente. La central cerró en 2020 y Endesa tenía una concesión de 18 hectómetros cúbicos cuando el pantano de Santolea estaba todavía sin recrecer. Ahora se ha recrecido a 109 hectómetros de capacidad con, recordemos, un 50% de fondos Miner, que vienen de los pueblos y municipios muy mineros. Por lo tanto, es lógico que tengamos algún derecho sobre esa capacidad de embalse. Hemos tenido dos años muy secos, pero a los periodos de sequía siempre suceden periodos de lluvia.

-Con todo, ¿se desecha definitivamente la segunda fase de la Elevación de Aguas del Ebro?

-Por nuestra parte, no. La que desechó la Elevación fue Luisa Fernanda Rudi (PP), que devolvió al Gobierno central 20 millones que tenía encomendados Aragón para acabar la obra. Los gobiernos de Javier Lambán (PSOE) tampoco lo han movido y está bastante parado. Pero aún seguimos mancomunados los cinco pueblos beneficiarios (Albalate, Alloza, Ariño, Andorra y Alcorisa), con la obra civil muy cerquita de Andorra y faltan las instalaciones de bombeo. Eso serían 5,8 hectómetros que tendrían más sentido en tema de regadío pero también industrial.

-¿Catalina va en serio?

-La mejor noticia es que lo han publicado en el Boletín Oficial del Estado pero ahora tiene que pasar por tramitación administrativa y medioambiental. Se han movido bastante en la zona, no solo en Andorra donde hemos puesto terrenos a disposición igual que con Endesa o Forestalia. En toda la redolada tiene proyectos fotovoltaicos o eólicos para producir la energía que necesita para poner en marcha la hidrogenera de 500 megavatios (MW), que si va todo bien se instalará y luego será ampliable a 2 gigavatios (GW, cuatro veces más). Han desarrollado un proyecto energético de autoconsumo, sin verter a red, pero de una magnitud casi igual a la del Nudo Mudéjar, por encima de los 1.600 MW. Esperemos que llegue a buen puerto.

-¿Qué supondría para Andorra ser capital del hidrógeno?

-Lo que en su tiempo supuso la central térmica y todo el complejo mineroeléctrico, que éramos punteros en producción de electricidad. Ahora en vez de energía sería hidrógeno verde, que parece ser que es la energía del futuro para descarbonizar.

-¿Les gustaría que parte del hidrógeno renovable no fuera a parar a Sagunto (Valencia) y se quedara en la zona para desarrollar industria local?

-Ya que nos vamos a dedicar a producir gran cantidad de recursos energéticos, lo lógico es que las empresas se quedaran aquí. La hidrogenera supondría 370 puestos de trabajo fijos más un montón en la fase de construcción. Eso suple con garantías lo que había con la central térmica y el complejo minero.

-¿Volverá la mano de obra que se marchó?

-Si tiene opciones de regresar a su pueblo con calidad de vida, lo hará. A ver si podemos auspiciar y aupar estas iniciativas y otras de igual calado para que la gente pueda volver al pueblo del que nunca se debió marchar.

-¿Qué censo de población tienen ahora?

-Estamos en 7.250. En 13 años hemos perdido mil habitantes. Gente que se va a estudiar y ya no vuelve porque no tiene opciones de trabajar aquí y gente que ha perdido su empleo por el cierre del complejo mineroeléctrico y se ha buscado la vida. Agradecer a la gente, aunque no duerma aquí, el compromiso vital con su pueblo, y también a la población flotante que trabaja en los parques y revitaliza el comercio y la hostelería. Ahora tenemos en marcha uno de Forestalia, Mudéjar I, y Endesa va empezar Mudéjar, así que durante unos meses habrá bastante movimiento.

-¿Qué avances ha habido en el Nudo Mudéjar?

-Va lento. El desarrollo energético lleva un plan de acompañamiento implícito con 500 empleos que afecta al sector primario, secundario y terciario. Nosotros urgimos a Endesa para que acelere en la vertiente industrial: la pequeña hidrogenera de 15 MW, acumuladores de baterías, compensador síncrono, la fábrica de seguidores solares térmicos que crea empleo en la instalación y operación y una planta de recuperación de aerogeneradores. Esos puestos de trabajo son los que nos interesan. Luego hay iniciativas en el sector terciario que afectan al balneario de Ariño o a Pretersa en La Puebla de Híjar. La transición, para que sea justa, tiene que ser rápida. Este 30 de junio se han cumplido cuatro años del cierre de la central y las alternativas tenían que haber sido más acompasadas.

-¿Se prometió demasiado?

-Justo antes de la campaña electoral el Gobierno de Aragón vino aquí e hizo una presentación de 12 proyectos que parecían inminentes y no ha sido así. Al llegar, nos hemos encontrado que había iniciativas bastante solventes como la de JV20 Forest. El aserradero está en marcha con 15 empleos y la planta de fabricación de CLT (contralaminado de madera) está a la espera de que Endesa Distribución les conecte para empezar a hacer las pruebas y contratar a gente. Es una empresa real que se anunció. Pero también se anunció Oxaquim y nada, o Refinasol Battmat que se ha visto que no tenía capacidad financiera. Tenemos en proyecto a CIP con su hidrogenera, a Térvalis con una planta de amoniaco verde y a Técnicas Reunidas con un proyecto de bioetanol, pero no quiere decir que lleguen a buen término. En el sector primario tenemos también una escuela de formación porcina del Grupo Arcoiris. Tienen los terrenos licitados ya y estamos a la espera de que empiece la instalación. Con todo, podríamos acercarnos a los 500 empleos porque la hidrogenera son 370, JV20 Forest aspira al centenar y Térvalis 40. También está MBC Factory, en el antiguo Ferrogrés que de una plantilla de siete ha pasado a 17 y va a ampliar la planta de molienda de mineral de hierro con ayudas Miner. Y Mariano López Navarro se quedó la cantera de caliza de Endesa y la va a explotar para fabricar mucho hormigón.

-¿Es optimista?

-Por la experiencia que tenemos no podemos tirar las campanas al vuelo hasta que no sean realidades. Si creas unas expectativas muy altas, como se crearon en la legislatura pasada, la gente se frustra. Nosotros somos más prudentes y esperamos a tener las cosas bien encaminadas para decir anuncios claros y contundentes. No nos gusta engañar.

-¿Hay suficiente suelo?

-En el Parque Empresarial de Andorra (PEAN) tenemos suelo más que suficiente para instalar todas estas iniciativas y más que puedan venir. Y en el polígono La Estación aún nos quedan bastantes parcelas, más para pyme.

-¿Será soportable todo el impacto ambiental?

-Impacto ambiental claro que habrá. Hay un montón de líneas eléctricas, instalaciones fotovoltaicas y eólicas proyectadas. Los permisos los dan el Inaga y el ministerio. Andorra no es el Maestrazgo por decir algo, a nivel turístico, de orografía y de recursos naturales. Y tenemos una tradición industrial y energética que nos hace mirar todo con otros ojos. Yo creo que la gente lo que quiere realmente es vivir aquí y tener trabajo aquí. El beneficio es para todo el Bajo Aragón.

-¿Cómo marchan los proyectos de infraestructuras financiados por el Instituto de Transición Justa (ITJ)?

-En cuanto al parque intergeneracional para el reverdecimiento de Andorra en los Salesianos ya empezaron las obras y esperemos que en noviembre estén acabadas. En segundo lugar, el espacio asociativo en el hospitalillo, que dará cabida a todas las asociaciones sociosanitarias del municipio, se lo ha quedado una empresa que empezará en julio la demolición interior y creo que tampoco tendremos ningún problema en acabarlo en tiempo y forma. Con el que sí tenemos problemas, porque ya lo hemos licitado tres veces y se ha quedado desierto, es el edificio interadministrativo que sería lo que conocemos como nuevo ayuntamiento en las antiguas oficinas de Endesa. Las empresas interesadas nos han transmitido que el importe por el que licitamos no es suficiente. Hemos informado al ITJ y el proyecto no se puede tocar, pero con una revisión de la clasificación que se les exige a las empresas o una revisión de los precios, que tendría que asumir el ayuntamiento, podría ser.

-¿Cuándo abrirá la residencia ampliada?

-Se acabó la obra en junio de 2023. El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) hizo un informe negativo para la apertura. Nuestra dirección facultativa respondió y el 27 de junio nos reunimos las partes a ver cómo le podemos dar salida. Recibimos una subvención por la que tuvimos que contratar a 10 personas, que las tenemos en nómina y la ampliación no está en marcha. Es un gasto exagerado. Parece que hemos llegado a un acuerdo para que, con una serie de mejoras que nos ha sugerido la inspección en cuanto a la evacuación y sectorización contra incendios, podamos tener el permiso para poder abrir. Tenemos una lista de espera exagerada.

-¿Mejorará el polideportivo?

-Se inauguró en 1983 y se necesita actuar en la cubierta, en el pavimento e iluminación. Son partidas muy importantes y tenemos que contemplarlas, si no en bloque, por fases.

-¿Habrá pabellón de fiestas esta legislatura?

-Vamos a hacer un proyecto y cuando sepamos los costes buscaremos financiación. Entonces sí que embelleceríamos el acceso al municipio de Andorra por la avenida Dos de mayo. En esa zona hay que acabar también el colector de pluviales. El programa experiencial está arreglando las aceras y haremos una valla para adecentar. Otro de los proyectos que llevamos en el presupuesto es empalmar la acera de la avenida de San Jorge con la estación de bus porque es un arcén muy transitado por peatones y muy peligroso porque es la variante.

-¿Cómo se pueden conseguir más agentes de Policía Local?

-Andorra, según la Federación Española de Municipios y Provincias, por número de población tendría que tener una plantilla de 12 agentes. Cuando llegamos nosotros nos encontramos a cinco y al mes solo nos quedaban tres. Tiene que actuar la Administración de Aragón porque no puede ser que saques plazas aquí, aprueben y tan pronto quieran se puedan trasladar.

-¿El pacto con IU funciona?

-Sí, desde el respeto y la confianza llevamos un año de cooperación. Agradecemos al resto de grupos que, más allá de las diferencias ideológicas, la relación y la disposición para trabajar es buena para hablar de los temas.

-¿El apellido abre puertas?

-De mi padre, Isidro Guía, se acuerda muchísima gente porque marcó una impronta. Fue alcalde de Andorra 20 años y la mayoría de las grandes infraestructuras municipales se hicieron durante su mandato: el polideportivo, la casa de cultura, la residencia, la guardería, la variante, la estación de autobuses... Mi padre tiene muy buen recuerdo en muchos sitios y me abre más las puertas.

-¿Le motiva dejar su propia huella con proyectos nuevos?

-Yo los egos los tengo superados. Vine con un compromiso de renovación de la política, sobre todo de mi candidatura y en la gestión municipal, y es lo que estoy intentando. Con eso me doy por satisfecho. El mejor reconocimiento es que la gente disfrute las cosas que has hecho.