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Cerfo pospone un año el comienzo del reciclaje de paneles fotovoltaicos en Albalate del Arzobispo Cerfo pospone un año el comienzo del reciclaje de paneles fotovoltaicos en Albalate del Arzobispo
Módulo fotovoltaico compuesto de silicio, con una vida útil de 30 años. Enel Green Power

Cerfo pospone un año el comienzo del reciclaje de paneles fotovoltaicos en Albalate del Arzobispo

La actividad comenzará en 2026 tras la demora en la financiación y la tramitación ambiental
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El Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (Cerfo) pospone un año, hasta 2026, su puesta en producción en Albalate del Arzobispo debido a la tardanza en la financiación privada del proyecto y a la demora en la resolución de la evaluación de impacto ambiental, que este lunes fue publicada por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) con resultado favorable para el promotor. El proyecto multiplica las toneladas anuales de residuo a recuperar, reduce el presupuesto por la mejora de la eficiencia en los procesos y mantiene su compromiso de empleo en 12 personas al inicio que se duplicarán en pleno desguace.

La consultora aragonesa Íber Sostenibilidad y Desarrollo (Ibersyd), que en este proyecto de economía circular va de la mano de la empresa turolense Mecanizados Martín SL, acaba de obtener la resolución del Inaga, que no someterá a procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria la instalación. Este lunes publicó informe favorable, con algunas exigencias, para la instalación en los 12.383 metros cuadrados de las parcelas 15, 16 y 19 del polígono industrial San Cristóbal, próximas a Derichebourg (antiguas Mefragsa y Recobat).

Con esta resolución, el consistorio modificará la autorización de licencia de actividad, que pasará de 1.000 a 9.000 toneladas anuales de capacidad de reciclaje en unas instalaciones que duplican superficie, como paso previo a conceder la licencia de obras.

Ahora, el promotor espera que el Inaga falle otro permiso, el de autorización de gestor de residuos, también vinculado al nuevo dimensionamiento del proyecto. En realidad, ya tenía aprobado este trámite y el permiso ambiental pero debido al sobredimensionamiento del proyecto hubo que rehacer el expediente.

Quedará para 2026

“No creo que tengamos resultados favorables hasta después de verano”, asumió el director general de Ibersyd, Jesús Alijarde, quien explicó que “la previsión era empezar a operar en 2025 y con toda probabilidad será en 2026”, en buena parte porque la modificación de la autorización del estudio ambiental se solicitó “en febrero de 2024” y “es algo común que la tramitación administrativa no se está abordando todo lo rápido que debería ser para la iniciativa económica”. Y eso que tanto la planta como su ampliación fueron declaradas inversión de interés autonómico. En cualquier caso, agradeció, “todo sigue en orden y no nos han puesto ninguna pega”.

Por otra parte, aunque la previsión de inversión se ha reducido de 5 a “3,5 o 4 millones” porque “hemos optimizado el proceso”, pasando de un tratamiento térmico a mecánico tras investigaciones, ha habido también un “retraso en la financiación privada del proyecto”, reconoció.

Con todo, la empresa ha tenido que desistir de ayudas adjudicadas por el Fondo de Inversiones de Teruel para proyectos I+D+i y el Instituto para la Transición Justa (ITJ) porque no va a llegar a los plazos de justificación. No obstante, confía en que el componente de innovación y de economía circular que aporta este proyecto singular se gane de nuevo el favor del Gobierno de Aragón y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), unido al nuevo Perte de economía circular que ha lanzado el Gobierno de España, con una línea específica para tratamiento de paneles solares fotovoltaicos.

Alijarde indicó que el compromiso de creación de empleo se mantiene en 10-12 trabajadores a comienzos de producción, y cuando ésta esté consolidada llegaría a los 24-30 puestos.

Valorizar el 94%

La idea es transformar el 87% de cada placa fotovoltaica en materiales de alto valor para la industria, y valorizar energéticamente un 7% más hasta recuperar el 94% del valor total del residuo.

Cerfo sigue con la idea de abrir otros centros de reciclaje para abastecer España y Portugal, una vez el de Albalate esté en plena producción y demuestre la viabilidad de recuperar los materiales de los paneles fotovoltaicos que tras 30 años de funcionamiento lleguen a su vida útil. En este momento hay instalados en España 2,6 millones de toneladas de paneles fotovoltaicos y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) figuran 6 millones. Hay mercado.

Junto a Derichebourg

La alcaldesa de Albalate, Celia Trullén, explicó que el ayuntamiento sacó a subasta las parcelas que necesita la empresa en el polígono industrial. Solamente pujó Cerfo, por lo que se adjudicarán los terrenos a razón de 6 euros el metro cuadrado (74.300 euros), una rebaja considerable vinculada a la I+D+i y al empleo comprometido.

“Estamos muy ilusionados con este proyecto tan ambicioso para la economía. Intentamos favorecer el camino de las empresas que se quieren instalar en Albalate al máximo. Es una buena noticia que se instalen porque nos hacen muy atractivos para ofrecer oportunidades a otros y que el tejido industrial crezca en la localidad”, dijo Trullén.

Cerfo estará junto a Derichebourg, cuya actividad consiste, según su página web, en la “clasificación, limpieza, separación y preparación de metales no férricos”, actividad que amplió en 2012 a la “transformación de chatarras de aluminio en lingote”. Alijarde se refirió al establecimiento de sinergias entre ambas.

En colaboración con Mecanizados Martín SL

Cerfo, en colaboración con la empresa turolense Mecanizados Martín SL, abordará en Albalate “un desafío urgente: la necesidad de un reciclaje eficiente y sostenible de paneles fotovoltaicos”, indica en el apartado de noticias de su web.

Tras un proceso de investigación en el polígono La Paz, tratarán residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) de placas solares, con lo que contribuirán a resolver un problema tras la expansión de la energía fotovoltaica.

“Nuestro objetivo es ir más allá de cumplir con los estándares normativos, recuperando componentes valiosos de los residuos fotovoltaicos y transformándolos en productos de alto valor añadido”, afirma Cerfo. “Esta iniciativa busca promover el desarrollo sostenible de la energía renovable en Aragón y fortalecer la economía circular, cerrando el ciclo de vida de los paneles fotovoltaicos a través de un proceso de reciclaje innovador y respetuoso con el medio ambiente”, añade.

Entre las mejoras clave en el proceso de reciclaje, incluyen la optimización del consumo energético durante el proceso, gracias a un innovador pretratamiento mecánico –y no térmico como estaba previsto al inicio– de los paneles que reduce significativamente el uso de energía para separar la caja de conexiones, los marcos y el vidrio; el aumento en la recuperación de materiales valiosos, incluyendo algunos elementos críticos como el silicio y la plata, lo que maximiza el valor y la sostenibilidad del reciclaje (calidad y cantidad de materiales recuperados); y la aceleración de los procesos para la reducción de tiempos de reciclaje. La planta tiene capacidad para gestionar 403.920 paneles solares fotovoltaicos al año, 28 toneladas diarias.

De la superficie total construible (12.383 m²) se estima utilizar una superficie aproximada de 2.000 m² para la nave de tratamiento y otra de 5000 m² para el almacenamiento de 2.000 toneladas de paneles.

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