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La canción La canción

La canción

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Raquel Fuertes

“En las piscinas privadas las chicas desnudan sus cuerpos al sol”.  Tres generaciones distintas sabrían decir a qué canción pertenece esta estrofa y podrían continuarla sin pestañear. Hace poco leía de un sesudo análisis de críticos musicales que “Escuela de calor” era la mejor canción del verano. Lo primero que pensé es si una canción tan buena podía entrar en la categoría de “canciones del verano” y luego pensé que no hay que ser tan purista. De hecho, los críticos se habían olvidado en su top 10 de todos los grandes éxitos de George Dann y sus secuelas, así como de grandes hits como el tractor amarillo. Que todos los extremos se tocan en verano y hay sitio para todos.

Porque, ¿qué es una canción del verano? Pues una canción facilona, pegadiza y de calidad variable que te acompaña, te sigue y te persigue durante el verano. En la radio, en la tele, en tus desplazamientos, en tu cabeza… Y en las verbenas.

Porque, ¿qué es un verano sin verbenas? Tristeza. Lo comprobamos en la pandemia y el brío con el que volvimos a las plazas, peñas y chaflanes, con orquesta o discomóvil así lo confirman: nos gusta el baile. Incluso a los que son de barra fija.

La otra tarde asistí en la distancia a una verbena que presupongo de boda (¿de verdad hay gente que se casa en julio al mediodía? ¡valientes!). Empezó en la sobremesa (mucho mérito en plena canícula) con orquesta de toda la vida.

No se dejaron ningún hit. Desde Enrique Iglesias (también en la lista de los expertos en música) hasta Camilo Sesto, pasando por Nino Bravo, el tractor y el rayo de sol. Una maravilla que, respetuosamente, acabó a las 22 horas con Miguel Ríos. ¿A que suena a viaje en el tiempo?

Entre tanta crispación, negociaciones y citas a oscuras, forzados posados veraniegos, visitas incómodas, chiringuito y salmonella se agradece una “Nochentera” que machaque tu mente durante el día para vaciar todo lo rancio que parece no necesitar vacaciones y persiste también en agosto.

Así que sea sol y playa, aire serrano y paseo, tour aéreo, excursión en bus o salida a la fresca, busquen su verbena o su playlist de canciones del verano, desconecten, disfruten y aprendan a sobrevolar el peligro. Que se note que aprendimos en una escuela de calor.

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