Vuelven las excavaciones del ámbar al yacimiento de San Just

Paleontólogos de distintas instituciones científicas volverán la próxima semana a San Just para  buscar ámbar con inclusiones de insectos de la era de los dinosaurios. Este yacimiento de Utrillas, que se encuentra junto a la carretera, está considerado como uno de los mejores del mundo de estas características por la gran cantidad de piezas con restos atrapados en su interior que aparecen, así como por el hecho de haber permitido la descripción de nuevas especies.

Hace nueve años que no se excava en San Just y el equipo va a pasar toda una semana, de lunes a viernes, extrayendo ámbar en la que se espera que sea una campaña muy productiva a la vista de los hallazgos que se han realizado en excavaciones anteriores, según valoró el paleontólogo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Enrique Peñalver.

La excavación la impulsan la Universidad de Barcelona y el IGME junto con la Fundación Dinópolis, cuyo director gerente, Luis Alcalá, es uno de los codirectores de la misma a la par que Xavier Delclòs y Sergio Álvarez, de la universidad catalana.

Álvarez explicó ayer que en total van a participar 12 paleontólogos en dos tandas, de manera que todos no llegarán a coincidir en los mismos días. Los participantes proceden, además de la Universidad de Barcelona, el IGME y la Fundación Dinópolis, de la Universidad de Valencia y de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Tesis doctoral

El codirector de las excavaciones, que está haciendo una tesis doctoral sobre los yacimientos de ámbar de la cuenca del Maestrazgo en la provincia de Teruel, comentó que el objetivo de esta campaña será extraer el mayor material posible de ámbar aéreo con inclusiones.

Álvarez será la primera vez que participe en estas excavaciones, ya que la anterior se hizo en 2012, si bien conoce perfectamente su riqueza porque ha estudiado los materiales que han aparecido en anteriores campañas y que han permitido describir nuevas especies de insectos y registros únicos como la telaraña más antigua que se conserva en el registro fósil mundial.

El paleontólogo destacó que es un lugar además muy productivo porque se extraen muchas piezas con inclusiones. “Vamos a ver qué abundancia de insectos encontramos y también de posibles registros de algún resto de vertebrados”, dijo Álvarez. El año pasado se hizo la publicación científica de los restos de plumas de dinosaurio en piezas de ámbar de San Just encontradas en anteriores campañas, junto a un pelo de mamífero de Ariño de la misma época. El investigador en formación en la Universidad de Barcelona y que está becado por la Generalitat de Catalunya dijo que afrontan esta campaña con ganas por la cantidad de hallazgos que ha dado con anterioridad.

Enrique Peñalver, que lleva excavando y estudiendo sus materiales desde principios de siglo, recordó que la primera prospección se hizo en 2003 y se hallaron ya piezas muy valiosas, mientras que la primera excavación fue en julio de 2007 y la siguiente en 2012.