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Un curso muestra en Albarracín cómo aplicar nanomateriales a la restauración Un curso muestra en Albarracín cómo aplicar nanomateriales a la restauración
Asistentes al curso celebrado en el Palacio de Congresos de Albarracín. Fundación Santa María de Albarracín

Un curso muestra en Albarracín cómo aplicar nanomateriales a la restauración

Se abre una nueva perspectiva en el campo de la recuperación patrimonial
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Cruz Aguilar

Los nanomateriales, que son aquellos que miden un nanómetro –una micra dividida mil veces– han abierto una nueva perspectiva en el campo de la restauración y los expertos confían en que su desarrollo en la próxima década sea fundamental. De todo ello están hablando estos días en el Palacio de Congresos de Albarracín, en un Curso Extraordinario organizado por la Universidad de Zaragoza y en el que participan un total de 40 personas.

Andrés Seral, que es el coordinador del curso, investigador MSCA-IF del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón y científico titular del CSIC, explica que los nanomateriales se van a utilizar mucho más a corto plazo y para múltiples aplicaciones, no solo en restauración, donde su uso, al igual que los materiales actuales, se elegirá “a la carta” y será el profesional el que decida “qué aplicar a cada bien”.

De momento ya se utilizan como agentes antimicrobianos para evitar la proliferación de hongos y bacterias; también como consolidantes, para dar fuerza a materiales como el papel o la piedra; o como hidrofugantes, para evitar que se mojen los bienes o que haya una humedad elevada en ellos. Otro de los usos es como autolimpiantes y para mantener la superficie sin suciedad una vez aplicados. Se trata de materiales que no son líquidos, sino sólidos o, como en el caso de los autolimpiantes, geles parecidos a una gelatina que tienen el nanomaterial dentro y, además de absorber la suciedad, las partículas quedan en el bien para evitar que se depositen sobre él nuevos residuos.

Una de las ventajas de los nanomateriales es la durabilidad, que es mayor, y también que, al ser partículas de un tamaño tan pequeño, apenas se ven y no afectan a la coloración de las piezas sobre las que se usan.

En lo que respecta a su aplicación, es bastante novedosa y se inició hace no más de dos décadas, aunque Seral matiza que a la restauración llegaron tarde. Como consolidantes hace una quincena de años que se aplican, pero para evitar biodeterioro como agentes microbios se emplean solo desde hace apenas una década.
 

Los participantes, en una visita guiada que realizaron por Albarracín y que incluyó la Catedral. FSMA

Los objetivos del curso son, por un lado, formar a la gente del campo de la conservación y restauración en el uso de este tipo de materiales, aunque entre el alumnado también hay personas procedentes de otros campos, como la arquitectura, la ciencia o el arte. Otro de los objetivos es conectar a personas de diferentes campos y escuelas para que se conozcan y tejer una red de contactos, además de dar a conocer la provincia de Teruel y su rico patrimonio monumental.

Se trata de una actividad formativa muy novedosa a nivel nacional y es la primera vez que se imparte desde la Universidad de Zaragoza. Ha tenido una gran demanda ya que se han inscrito un total de 40 personas procedentes de diferentes puntos de España y, además, “también hay tres alumnos procedentes de República Dominicana”, según explicó Andrés Seral, quien reconoció que se han superado las expectativas.

Además de las ponencias del curso, en las que se abordan diferentes técnicas y materiales, también hay un turno para las presentaciones de los particulares. En total se han presentado una decena de ponencias en las que se han tratado diversos temas, algunos vinculados al uso de los nanomateriales para la restauración de bienes y otras centradas en técnicas de caracterización para patrimonio y conservación y restauración de bienes culturales.

Aunque se espera que en la próxima década el uso de los nanomateriales crezca considerablemente, Seral aclaró que para que se emplee a nivel profesional debe haber empresas que los comercialicen, y matizó que de momento sí hay materiales basados en hidróxido de calcio y dióxido de silicio que se aplican como consolidantes. Matizó que aunque el uso de estos materiales está contrastado a nivel patrimonial, todavía quedan otros aspectos en proceso de desarrollo, “hay que evaluar que sean seguros para los restauradores y que no se liberen al medio ambiente de forma tóxica”, matizó el coordinador del curso, que concluye mañana jueves.

Una gata momificada para aprender de los técnicos

Ayer por la tarde tuvo lugar una actividad de divulgación científica denominada La Viajera del Tiempo y estuvo dirigida a los vecinos y turistas de Albarracín. Se desarrolló a partir de las 20 horas en el Mirador y consistió en explicar el proceso de restauración e investigación con un bien a partir de una momia de una gata. La actividad se llevó a cabo gracias a la colaboración de la Escuela Superior de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Huesca, la Comarca de la Sierra de Albarracín y la Fundación Santa María de Albarracín. Los expertos en restauración y conservación explicaron tanto las técnicas empleadas a la hora de recuperar un bien como la forma en la que, por ejemplo, analizan lo que hay debajo de las vendas de una momia, como la que pusieron como ejemplo, sin dañarlas ni tocarlas.

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