UAGA y UPA se movilizarán el día 31 ante el Pignatelli si finalmente no hay ayudas directas por la sequía

Las organizaciones agrarias UAGA-COAG y UPA Aragón se movilizarán el próximo 31 de mayo ante el Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón en Zaragoza, si finalmente no hay ayudas directas por la sequía. Lo comunicaron este martes sus dirigentes a la espera de lo que resulte de la nueva reunión anunciada por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación, con un compromiso de destinar 6 millones de euros para suplir los efectos de la sequía en el campo aragonés, después de que en la Mesa de la Sequía celebrada la semana pasada el consejero descartara las ayudas directas.

El secretario general de UAGA-COAG, José María Alcubierre, y la responsable de UPA en la provincia de Teruel, Vanesa Polo, comparecieron ante la prensa para dar cuenta del posicionamiento de estas organizaciones sobre la situación del campo aragonés y la necesidad de ayudas directas. Habían hecho la convocatoria el lunes y seguidamente el Departamento de Agricultura anunció que iba a llamar a las organizaciones y cooperativas agrarias para sentar las bases de concesión de las nuevas ayudas para la sequía.

No obstante, estas organizaciones ven escasos los 6 millones de los que ahora habla Agricultura, ya que estiman que haría falta por lo menos el doble de esa cantidad. Los sindicatos habían estimado que las necesidades podrían estar entre 12 y 14 millones de euros, cuando lo que se les plantea ahora es la mitad y “no van a ser suficientes”, dijo Polo.

Habían convocado para anunciar una movilización el próximo día 31 de mayo ante la sede del Ejecutivo aragonés en Zaragoza, pero tras las últimas noticias del departamento dijeron que esperarán a conocer qué es lo que plantea ahora la consejería.

“Estamos a expensas de esa reunión para decidir si realmente seguimos con la movilización o no”, dijo Alcubierre en una rueda de prensa en medio de un campo de cebada del Jiloca afectado por la sequía.

Las dos organizaciones agrarias colocaron un tractor con un remolque en medio de una explotación de cereal en El Poyo del Cid, con una pancarta que decía  “Otro año que no lo llenamos”, y en medio de un paisaje que calificaron de “tétrico” por la falta de agua, informaron de que habían citado a la prensa para anunciar la protesta del día 31, pero aclararon que lo dejaban en suspenso y daban un “voto de confianza” a la espera de ver lo que salía en esa nueva reunión “para decidir si realmente seguimos con la movilización o no”.

En caso de hacerse finalmente no concretaron en qué consistiría. Comentaron que “seguramente iremos directamente a la sede del Gobierno de Aragón a pedir responsabilidades” a la vista de que el consejero está “echando balones fuera” y “tergiversando la realidad”.

Quieren que el presidente Jorge Azcón tome “decisiones correctas” en ese sentido, tras recordar que hace un año cuando hacía campaña electoral se comprometió a las ayudas directas por la sequía. Durante la rueda de prensa reprodujeron a través de un móvil esas palabras con el compromiso que adquirió Azcón y exigieron que se cumplan.

Alcubierre y Polo comentaron que por lo que sabían esa cita podría ser el lunes y ese mismo día o el martes decidirían qué hacer con la movilización.

Alcubierre manifestó que la situación por la sequía, que en algunos sitios se produce por tercer año consecutivo, se está llevando por delante “a cientos y cientos de explotaciones familiares de personas” que viven de la agricultura y la ganadería.

El dirigente agrario recordó que se ha vivido ya un invierno con un estallido social en el campo “importante”, y que ahora las mesas de negociación “no han tenido ningún efecto” por la falta de propuestas serias ni la planificación de cambios estructurales y legislativos como demandan.

Solo se han encontrado hasta la fecha con “palabras vacías” y ahora están ante una primavera marcada por la sequía. Confiaron en que el Ejecutivo rectifique y estimaron que el anuncio de la nueva Mesa de la Sequía suponía ya una reacción a la convocatoria de rueda de prensa en la que iban a comunicar movilizaciones estos dos sindicatos.

Ambos dirigentes recalcaron que el consejero mantiene un “doble lenguaje” y está tergiversando los conceptos al decir que las ayudas directas son préstamos blandos. Alcubierre le recordó que para acceder hay que pedir un préstamo, con lo cual “no son ayudas directas” y se trata de una “tergiversación de la realidad”.

El dirigente de UAGA aseguró que no hay avances en políticas agrarias y que se necesitan las ayudas directas más allá de los préstamos porque no se está primando a los más vulnerables, que son los jóvenes. Reconoció que hay que trabajar estructuralmente con los seguros y con el cambio de la política agraria, “pero ahora necesitamos cuidados paliativos” para que “no se muera el enfermo”. De ahí la urgencia de las ayudas directas cuyos destinatarios deberían ser aquellos que no tienen otros ingresos que los agrarios y ganaderos, y los jóvenes que están empezando y se encuentran en una “necesidad mayor para sacar adelante sus explotaciones”.

La responsable de UPA en la provincia de Teruel, Vanesa Polo, comentó que este año las lluvias han sido tan escasas que no hay ni paja, lo que incrementa mucho más la “situación de gravedad” del sector.


Voto de confianza

Polo señaló que en las mesas de trabajo se ha dado un “voto de confianza” al departamento a la espera de que se pusieran a trabajar ante la situación especialmente preocupante que atraviesa la agricultura familiar. Aseguró que el avance “ha sido muy pequeño o nulo” y no les han planteado ninguna propuesta. Recordó que ya en marzo advirtieron de esta situación en la parte derecha del Ebro y en la provincia de Teruel, donde en el corredor del Jiloca ya dijeron que estaba todo “prácticamente perdido” y ahora la sorpresa es que no es solo en esa zona ni en el Bajo Martín y el Bajo Aragón, sino que es en prácticamente toda la provincia. Comentó que lo único que se podría salvar es la Sierra de Albarracín a “expensas también un poco” de cómo evoluciona la situación.

La dirigente de UPA señaló que la situación es “muy crítica” en toda la provincia, con pérdidas de entre el 70 y 80 por ciento”por no decir que en muchos campos es del cien por cien”.

Los máximos responsables de ambas organizaciones dijeron que no querían “agricultura de corporaciones sino de personas”, que es a las que se trata de salvar con esos “cuidados paliativos” que son las ayudas directas, que insistieron en que se necesitan “con urgencia”.

Ahora quieren que el departamento les aclare si los 6 millones anunciados el lunes son nuevos o los que ya tenían presupuestados para préstamos blandos. Indicaron además que no puede hacerse un reparto lineal porque así solo se daría “miseria”, sino que el dinero debe ir a quienes lo necesitan, “para el que se la está jugando, para los jóvenes, para los que tienen que ser el futuro de la agricultura y la ganadería aragonesa”.

Apuntaron por otra parte que hay agricultores y ganaderos que todavía no han cobrado sus ayudas de la política agraria común, al igual que pasa con los jóvenes a los que se han certificado sus planes de incorporación y siguen sin percibir nada cuando “necesitan ese dinero para poder seguir adelante”. Insistieron en reclamar al Ejecutivo aragonés que gestione para afrontar las problemáticas a las que se enfrenta el campo aragonés.