Teruel se moviliza en defensa de la correcta atención sanitaria pediátrica de los niños y niñas de la provincia

Más de 500 personas participaron este domingo en Teruel en la manifestación en defensa de la correcta atención sanitaria pediátrica de los niños y niñas de la provincia, que partió antes de las 12 del mediodía de la fuente Torán, junto al Servicio Provincial de Sanidad, y cruzó el viaducto Fernando Hué hasta el centro de salud Centro, junto a la Glorieta.

Al principio y al final de la movilización se pudo escuchar un manifiesto leído por Marta Morata donde se explica cuál es la situación que se está viviendo en Teruel y en los diferentes centros de salud del Sector Teruel y que han provocado que las familias se movilicen para exigir más especialistas. “No queremos tiritas queremos pediatras”, se podía leer en muchos de los carteles que llevaban los manifestantes.

Alfambra, San Blas, Villastar, Cedrillas, Sarrión, Teruel… Los nombres de las localidades afectadas por la falta de pediatras aparecían en otros carteles, mientras que se escuchaban los pitidos de los silbatos y los golpes en sartenes y cazuelas, porque lo que se pretendía era que se escucharan bien alto las reivindicaciones de las familias.

Acompañados de los bebés y los niños, la mayoría de los participantes eran familias que están viviendo directamente esta situación pero también había otros asistentes que mostraron su apoyo y solidaridad a estas familias aunque no les afecte directamente. “Seguiremos defendiendo que todos los niños y niñas de la provincia de Teruel tengan su pediatra”, concluía el manifiesto donde se pedía una solución a la falta de profesionales.

“Sabemos que la solución no es sencilla, que no es problema puntual y que la falta de soluciones radica, en parte, por la falta de pediatras en las bolsas de interinos, pero por ello pedimos que el problema no se tape solo con soluciones a corto plazo, sino que se estudie en profundidad y se inviertan los esfuerzos necesarios y que las personas competentes en sanidad en los organismos provinciales, autonómicos y estatales tomen las medidas necesarias para ello”, se pudo escuchar.
 

Actualmente, y según los datos recabados por la Federación de Vecinos de Teruel en el mes de mayo, en el área socio-sanitaria de Teruel, de los 12 pediatras que debería haber, están cubiertos tan solo cinco puestos, una de ellas a solo media jornada. Por ello, se ven desatendidos por especialistas en Pediatría diez centros de salud de este sector: Alfambra, Cedrillas, Villel, Cantavieja, Mosqueruela, Sarrión, Mora de Rubielos, Utrillas, Aliaga y Teruel Centro.

“Si diez centros en tan solo un sector socio-sanitario nos parece grave, más aún lo parece si pensamos en las localidades que de estos centros dependen”, esgrimieron en el manifiesto. Según la información que aparece en la web del Colegio Oficial de Médicos de Teruel son más de 80 municipios los que dependen de estos diez centros de salud.

Aunque el detonante para convocar a la movilización fue la falta de pediatras en el centro de salud Centro de la capital turolense, “esta situación no es nueva”, recordaron. En algunos casos hay niños sin su pediatra desde hace unas semanas, en otros casos son ya meses y en las peores situaciones son ya más de dos años los que los niños y niñas de algunos centros de salud no cuentan con su pediatra de referencia.

Los organizadores de la manifestación eran conocedores de que se han puesto en marcha determinadas medidas de carácter provisional para garantizar la asistencia pediátrica, tanto en la demanda como en las revisiones, pero consideran que no son suficientes. Entre las medidas puestas en marcha están que hay médicos de Atención Primaria, habilitados y capacitados para hacer consultas de Pediatría de Atención Primaria, que las realizan siempre que sea compatible con su jornada ordinaria. También hay pediatras pertenecientes a otros centros de salud del sector que se desplazan, una vez terminada su jornada, al centro de salud de Teruel para cubrir la consulta a demanda, de 15 a 17 horas, así como las revisiones de los niños menores de 2 años.

Desde el Hospital Obispo Polanco, además, se colabora con las revisiones de los niños menores de 2 años. Sus profesionales también apoyan en la consulta de demanda.
 

Los convocantes consideran que estas medidas no son suficientes “por el dudoso carácter provisional de las mismas” y pusieron como ejemplo que en localidades como Mora de Rubielos están así desde hace dos años. “No creemos que ésta sea la duración de algo provisional, sino un parche mantenido a largo plazo”, aseguran en el manifiesto.

No dudan de que los médicos de Atención Primaria estén “habilitados y capacitados”, pero “no queremos sanitarios capacitados sino especializados, queremos pediatras, nuestros hijos e  hijas se merecen pediatras”.

Tampoco quieren que se hagan consultas puntuales, cada vez por un especialista, “sino que sea un pediatra asignado el que visite a nuestros hijos, que lo conozca y pueda llevar su seguimiento a largo plazo”.

Advirtieron asimismo que derivar especialistas de otros centros de salud o al hospital “puede llegar a saturar a otros profesionales y otros centros y servicios”, por lo que mostraron su preocupación porque la situación actual pueda empeorar. Por último, incidieron en que se está poniendo el foco de la solución provisional al centro de salud de la capital, “pero necesitamos soluciones para muchas localidades más”.

En primera persona

Hasta 13 revisiones hacen los pediatras a los menores desde que nacen y hasta que cumplen 12 años. Hasta ahora lo habitual es que lo hiciera el pediatra de referencia, pero con este panorama la situación ha cambiado. Marta Morata, una de las promotoras de la manifestación de este domingo, explicaba su caso. “Mi hijo tiene 18 meses y su pediatra de referencia solo lo ha visto una vez”. Y esta situación la están viviendo muchas otras familias en la provincia, cuyos hijos son atendidos por los médicos de Familia, “a veces esperando hasta tres horas”, porque “nos atienden en huecos que tienen” o “acudiendo a la medicina privada para que nuestros hijos reciban una atención continuada”.

En el caso de los pueblos, la situación se está prolongando desde hace tiempo. “En Mora de Rubielos llevamos dos años con las medidas que se han puesto ahora en Teruel” explicó Rebeca Montoliu, que tiene una hija de 4 años. “Pedimos cita y nos ve el médico de Atención Primaria de Urgencias y para las revisiones vamos al hospital Obispo Polanco”, contó.  Lo mismo les ocurre a su hermana en Fuentes de Rubielos o a Elisabet Pladevall, en Rubielos de Mora. “El problema así es que no hay un seguimiento”, lamentó.