Concepción Gimeno, Justicia de Aragón: “Puedo asegurar que estudiamos todas las situaciones con la mayor profundidad”

Concepción Gimeno Gracia (Zaragoza 1967) es la actual Justicia de Aragón. De profesión Magistrada titular en los juzgados de lo contencioso administrativo desde 2005 en Zaragoza, es la primera mujer que ocupa este cargo en una institución centenaria que es valedora de los derechos de los aragoneses.

-¿Le costó mucho decidirse y aceptar el puesto?

-No. Supe casi de manera inmediata que aceptaría. Es el mayor honor que me han otorgado en mi vida.

-¿Se arrepiente de algo?

-Si hablamos de haber aceptado ser Justicia de Aragón, no me arrepiento de nada. Todo lo contrario.

-¿No es mucho tiempo, pero en nueve meses ya habrá visto de todo?

-Diría que he visto muchas cosas y que he escuchado atentamente otras muchas. Desde El Justicia de Aragón, tenemos un contacto muy cercano con las personas, con los problemas de su vida diaria, con sus inquietudes. A través de ellas conocemos situaciones muy diversas, algunas muy duras y desesperadas. Pero es de justicia que diga que, en el tiempo, todavía breve, que llevo al frente de la Institución, he podido percibir que, en general, la Administración es receptiva con la Institución y que, en muchas ocasiones, reacciona procurando ofrecer soluciones. Desde aquí debo agradecer este trato y esta comprensión, que tuve oportunidad de pedir en mi discurso el día de mi nombramiento y toma de posesión ante las Cortes de Aragón.

-¿Qué tipo de quejas le llegan?

-Vamos a terminar el año con alrededor de 2.000 quejas de ciudadanos. Procuramos agrupar todas aquellas que hacen referencia a cuestiones similares para poderles dar un mismo trato que, eso sí, tenga en cuenta cada matiz, cada circunstancia específica. Somos conscientes de que detrás de cada queja hay una historia personal y, a veces, un relato social o reivindicación de todo un colectivo. Puedo asegurar que estudiamos todas las situaciones con la mayor profundidad, exhaustividad y rigor, y que decidimos aplicando un derecho vivo, un derecho amplio presidido por sus principios generales, donde se encuentran nuestras más íntimas y éticas convicciones.

-En la visita a Teruel coincidió con las Jornadas de Derecho Foral Aragonés, en las que el individuo está en el centro, algo de lo que ya habló usted en su toma de posesión.

-En Teruel ya he estado en varias ocasiones. Tras mi toma de posesión en el mes de febrero, estuve en Segura de Baños, pueblo de mi padre, y también lo visité con ocasión de una reunión con la alcaldesa en el Ayuntamiento para presentarme oficialmente. Desde mi nombramiento he tenido muy presente la necesidad de estar cerca de todos los aragoneses y, por ello, El Justicia de Aragón tiene abierta una oficina los lunes y los martes en el Archivo Provincial de Teruel. Esta localización es provisional, hasta que estén terminadas las obras en el edificio conocido como la casa blanca. Además, recientemente, en Teruel hemos celebrado una de las Jornadas del Foro de Derecho Aragonés, en la que se abordaron los problemas que pueden surgir en materia de vacunación, tanto cuando es la Administración la que fomenta o impone la misma en defensa y protección de la salud pública, como cuando existen discrepancias o controversias, concretamente entre los padres, a la hora de decidir sobre la vacunación de sus hijos. Creo que fue una jornada muy interesante e instructiva tras la que se clausuró el mencionado foro por este año.

-¿Está Aragón bien protegida por la legislación actual?

-Contestar a esta pregunta exigiría concretar a qué materia nos referimos. Las leyes en sí vienen a constituir un marco que abarca la regulación de una determinada materia pero, dada su vocación de generalidad, en muchas ocasiones necesita un desarrollo reglamentario o un esfuerzo interpretativo en su aplicación. Por ello, su éxito exige un análisis de la actuación de todos los operadores jurídicos. Las Cortes de Aragón han demostrado este mismo año un esfuerzo de consenso y responsabilidad cuando han reformado nuestro Código de Derecho Foral en materia de personas con discapacidad, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar una convivencia en la que todos los colectivos, también los más vulnerables o los más frágiles y sus familias, puedan desenvolverse con el mayor bienestar posible. Mi contacto con los diputados aragoneses me ha hecho percibir su responsabilidad y su preocupación en este aspecto y en muchos otros, como la protección de nuestro patrimonio, nuestra cultura, el medio ambiente, la educación, la sanidad y un largo etcétera. Desde aquí les deseo los mayores aciertos, porque todos ellos redundarán en beneficio de la sociedad aragonesa.

-¿Qué supone ser la primera mujer en ocupar el cargo de Justicia?

-Significa mucho. Soy la primera mujer al frente de la institución en ocho siglos de historia y mi nombramiento representa la materialización del derecho a la igualdad de la mujer en el acceso a las responsabilidades públicas. Esta materialización se produce en una sociedad, la aragonesa, que, como dije en el discurso de mi toma de posesión, viene transmitiendo su deseo de hacer efectivo el derecho a la igualdad y pelea por ello. Quiero dar las gracias a la sociedad aragonesa por la confianza que han depositado en mí.

-¿Ha hablado con su predecesor sobre temas que podrían ser susceptibles de un Informe del Justicia o una propuesta a las Cortes de Aragón o al Gobierno de Aragón?

-Mis primeras visitas y conversaciones tras conocer que iba a ser nombrada Justicia de Aragón fueron a mis predecesores. Pude conversar con ellos y empaparme de su historia, sus anécdotas y sus consejos y debo confesar que he seguido muchos de ellos. A El Justicia de Aragón los aragoneses le quieren. Todos los justicias anteriores han tenido que ver en que ese cariño permanezca intacto por su gran labor.

- Aún queda mucho mandato pero, ¿qué objetivos tiene y cuáles le gustaría haber cumplido?

-Me gustaría que en el, todavía breve, tiempo que llevo al frente de la institución, los aragoneses, en el mayor número posible, hayan ido conociendo a su Justicia. De futuro, nos centraremos en la infancia y la adolescencia, en nuestros mayores, en sanidad y educación y en todo aquello que pueda ir revelándose como prioritario, según vayamos avanzando. También nos centraremos en la salud mental, una de las prioridades de El Justicia de Aragón. Este año estamos elaborando un informe especial sobre depresión y ansiedad con el objeto, entre otros, de conocer su alcance social con cifras constatadas. Para ello, nos hemos reunido con diferentes profesionales en la materia y con colectivos y entidades que desarrollan una importantísima función de apoyo y asistencia a los afectados.

-¿Tiene algún método para actuar?

-El Justicia de Aragón tiene presente que, para cada ciudadano, su tema es el más importante. En este sentido, todas las quejas que llegan a El Justicia de Aragón se tramitan con el mismo interés, siguiendo un procedimiento poco formalista que aspira a ser ágil y con la mínima burocracia, tanto para el ciudadano como para la administración a la que se refiere la queja. Así seguiremos, actuando con la mayor rapidez cuando apreciemos el sufrimiento de las personas, por la razón que sea, en especial cuando se trate de personas especialmente vulnerables. En estas situaciones actuamos con decisión y sin formalismos porque una llamada de teléfono inmediata o una reunión rápida puede marcar la diferencia.

-¿La actualidad le provoca algún pensamiento contradictorio con respecto a lo que las obligaciones del Justicia demandan?

-Entiendo que la actualidad me exige un estado de alerta continuo para poder estar presente, para poder desarrollar mis obligaciones y funciones según recoge nuestro Estatuto de Autonomía, en todos aquellos aspectos que la sociedad aragonesa demande. He constatado que, más allá de nuestra continua alerta, los ciudadanos se dirigen a nosotros y nos cuentan de primera mano no solo sus problemas, sino también sus impresiones. Llegar a la Justicia de Aragón es fácil. Basta acercarse al Palacio de Armijo o a nuestras delegaciones en Huesca y en Teruel, sin cita previa, a través de una llamada telefónica, un correo electrónico o un escrito, para que nuestra Institución se ponga en marcha y comience un seguimiento del que informa puntualmente al ciudadano, en cada uno de sus avances, de manera directa, presencial o telefónica. Todo mi equipo está volcado en esta labor y trabajan sin escatimar esfuerzos en ese contacto directo con los ciudadanos que, en estos tiempos, es absolutamente necesario para luchar contra sensaciones de desamparo. Todo ello nos permite estar muy cerca de la realidad y constituirnos en la voz de todas aquellas reivindicaciones, aspiraciones, deseos y objetivos que deben ser amparados. Una voz que la administración escucha, como decía antes, que surge de un estudio serio, profundo, intenso, riguroso y ponderado con el que nuevamente me comprometo sin fisuras ante los aragoneses.