Piden de uno a seis años de prisión por apropiarse de 36.000 euros de un anciano centenario

La Audiencia Provincial de Teruel dejó este martes visto para sentencia el juicio contra un hombre acusado de haberse apropiado indebidamente de 36.000 euros de la cuenta bancaria de un tío suyo durante los primeros meses de la pandemia en 2020, y por el que las acusaciones le piden entre uno y seis años de prisión. El acusado negó que se hubiese apropiado de ese dinero y la defensa pidió la libre absolución al entender que no se había demostrado el ilícito penal que se le imputa.

Los presuntos hechos delictivos ocurrieron entre los meses de junio y noviembre de 2020, en plena pandemia. El propietario de la cuenta bancaria era tío del acusado, que como sobrino tenía autorización para sacar dinero cuando su familiar le pedía que lo hiciera para entregárselo, ya que entonces tenía 102 años de edad y vivía en una residencia de ancianos de la capital turolense.

Tras morir el anciano en noviembre de ese año, otros dos sobrinos que viven en Valencia denunciaron al acusado al entender que se había apropiado durante los últimos meses de 36.000 euros sacados de la cuenta del tío, mediante extracciones realizadas directamente en la caja con el DNI, puesto que tenía autorización por el titular, y otras en el cajero automático.

Las acusaciones consideraron estos hechos como constitutivos de un delito de apropiación indebida, si bien la Fiscalía en sus calificaciones aplicó el tipo penal básico, al entender que no se dejó en una mala situación económica al anciano, mientras que los herederos que reclaman tampoco lo están. En cambio, la abogada que representa a los sobrinos de Valencia pidió una pena privativa  de libertad muy superior por la condición agravada de que el acusado conocía el testamento y que una vez que falleciera el titular de la cuenta ese dinero iba a ir a los otros parientes.

Responsabilidad civil

El ministerio público pidió 12 meses de prisión, mientras que la acusación particular solicitó 6 años y una multa de 3.600 euros. En ambos casos también se solicitó como responsabilidad civil la devolución del dinero supuestamente extraído sin autorización del anciano y que se habría quedado el sobrino que vive en Teruel, en total 36.000 euros.

Las acusaciones argumentaron en la vista que el sobrino de Teruel sacó entre julio y noviembre de 2020 esa cantidad de dinero mediante extracciones en caja con su DNI, al estar autorizado por el anciano, pero sobre todo a través del cajero automático. El banco certificó que esa cuenta no estaba asociada a ninguna tarjeta, por lo que el dinero tuvo que extraerse con la cartilla.

De estas últimas extracciones en el cajero, que se hacían de forma continuada hasta varias veces al día en cantidades que rondaban cada vez los 200 euros, el acusado aseguró que de eso no sabía nada. Indicó que las extracciones en caja sí las realizaba cuando se lo pedía su tío y le llevaba la cantidad a la residencia, y solo reconoció que sacó 3.000 euros por su cuenta cuando se produjo el fallecimiento pensando en el funeral y que reintegró después al estar todos los gastos cubiertos.

Los sobrinos de Valencia aseguraron que la única libreta del tío la tenía el acusado, aunque la defensa rebatió que estaba en posesión del anciano en la residencia. El acusado se refirió a un amigo de su tío que era testigo de Jehová y que también hacía extracciones, pero ayer finalmente no compareció como testigo en el juicio.