Once cámaras controlarán las entradas y salidas de vehículos al Centro Histórico de Teruel

Teruel dará el próximo año un paso más en la consolidación de la peatonalización del Centro Histórico. Sus principales calles y plazas están habitualmente libres de vehículos pero ahora se va a establecer un sistema de control de tráfico mediante cámaras y se va a restringir el acceso a residentes y para atender los diferentes servicios que hay en el casco antiguo turolense para que sean menos los vehículos que entren en sus plazas y calles.

El Consejo de Administración de la Sociedad Municipal Urban Teruel publicó este lunes la adjudicación de la obra y el suministro necesario para las acciones contempladas en el proyecto para establecer un sistema de control de tráfico y accesos al Centro Histórico de la capital. La UTE (Unión Temporal de Empresas) LPR Teruel Altogra - Conecta ejecutará el proyecto por 201.305,28 euros, un presupuesto un 17% más bajo que el precio por el que salió a licitación.

El consistorio ya dispone de la financiación para acometer este proyecto, que se financia al 50% con fondos europeos Feder y que podría iniciarse este verano, una vez que la adjudicataria presente la documentación, y finalizar a principios del próximo año. Las actuaciones a realizar serán tanto de obra como de instalación de los elementos tecnológicos de control del tráfico. En concreto, del hardware porque el software será objeto de otra contrato en el que se establecerá el sistema de autorización de las matrículas de los vehículos que podrán acceder al Centro histórico, en coordinación con la Policía Local.

También habrá que aprobar una ordenanza que regulará cuáles serán las autorizaciones para poder acceder al Centro con vehículo, quiénes pueden solicitarlas y un sistema sancionador. “Todo eso tiene que estar regulado por una ordenanza porque ahora mismo no tenemos nada”, indicó el consejero delegado de la Sociedad Municipal Urban Teruel y concejal del área de Ciudad y Sostenibilidad, Juan Carlos Cruzado, que avanzó que ya se está trabajando en la ordenanza, aunque el nuevo sistema podría entrar en funcionamiento sin sancionar para “ir enseñando” a los usuarios y no descarta reuniones sectoriales para explicar el mecanismo. Cruzado incidió en la idea de que el Centro Histórico está ya prácticamente peatonalizado. Al entrar desde la calle San Miguel solo se puede hacer el recorrido por la calle San Martín, Yagüe de Salas, calle el Salvador a salir al paseo del Óvalo. En ese recorrido no se puede aparcar si no eres residente o para carga y descarga. “Si no se vive en el Centro no se puede aparcar”, comentó.

Pero lo que “no es lógico”, dijo es que pase un vehículo cada 17 segundos, según tienen cuantificado, por debajo de la torre mudéjar de El Salvador. “Eso no tiene ningún sentido a nivel turístico, ni de respeto al monumento ni es práctico para la ciudad, porque este recorrido por el Centro no te lleva a ningún sitio”, consideró.

Lo mismo ocurre cuando se accede con vehículo por la calle Portal de Valencia, ya que se pasa por la calle San Andrés y la plaza Bretón para subir por la calle Bartolomé Esteban y salir a la ronda Ambeles por la plaza de la Judería y la calle Ambeles pero en el trayecto no se puede estacionar, por lo que el trayecto “tampoco lleva a ningún sitio” más allá de la carga y descarga, comentó el responsable municipal.

Por ello, el objetivo de esta nueva fase del proyecto de peatonalización es dejar el Óvalo y las rondas “como zona de embarque y desembarque”, de personas que van al Centro, para que el resto del Centro quede libre de vehículos y solo accedan los residentes o conductores que tienen aparcamiento en su interior.

Cruzado recordó que la zona que ya es peatonal, formada por el eje Tozal, plaza del Torico y calle San Juan es “la más comercial de Teruel”.

Esta actuación se enmarca dentro del objetivo de mejorar el acceso, el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de la comunicación de la Edusi, la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, en uno de sus últimos proyectos.

Cámaras a instalar

Según el documento que se redactó en 2022 por el ingeniero Antonio Caudevilla será necesaria la instalación de once cámaras de control de tráfico del Centro de Teruel que serán de entrada en las calles Nueva, Abadía, plaza Goya y Domingo Gascón y de salida en las calles Salvador, Joaquín Arnau, Portal de Valencia, Ambeles y Domingo Gascón. Está previsto que en la calle San Miguel el control sea de entrada y salida y además habrá una cámara de control de flujo en la calle Santa Emerenciana.

Las cámaras  que se van a instalar reconocerán las placas de los vehículos con sistemas capaces de capturar las imágenes de las matrículas sean cuales sean las condiciones meteorológicas. 

La empresa adjudicataria propuso que además de las once cámaras del proyecto consideraba recomendable la colocación de una cámara adicional en la calle San Miguel para evitar los problemas derivados de que una sola cámara controle ambos sentidos y de tres más en Domingo Gascón, Arco de la Traición y Andaquilla para evitar la entrada de ciclomotores sin ser detectados. Al proceso de licitación se presentaron ocho firmas y tras resolverse una reclamación se acaba de adjudicar.

Plazas de aparcamiento

Con la actuación prevista, se pasará de unas 300 plazas de aparcamiento actuales a 270. Estas plazas corresponden a zona azul, naranja, de taxi, motos y reservado a la que ahora habría que sumar las de cortesía, que estarán situadas en la calle Miguel Ibáñez (2), en el paseo del Óvalo (2), en la ronda Ambeles (2) y en la ronda Damaso Torán (3).

La actuación va ligada a un reorganización del tráfico, para lo que será necesaria la instalación de bolardos y jardineras para cerrar accesos.

Las calles de circulación libre serán las que anillan al Centro y se permitirá la circulación a todos los vehículos sin ningún tipo de restricción. En el interior del Centro Histórico serán de libre acceso la calle Portal de Valencia, la calle Miguel Vallés y el tramo de la calle Joaquín Arnau hasta el acceso al aparcamiento de la plaza San Juan. Habrá además unas vías de usos restringido y otras de tráfico autorizado.

Este proyecto llevará consigo el cambio de sentido de algunas calles como Portal de Valencia hasta su confluencia con Miguel Vallés, la calle Alcañiz, la plaza San Miguel y la calle Santos Mártires. La calle Chantría y la calle Ripalda se intercambian el sentido de acceso y salida a la plaza del Obispo. Una parte de la calle San Andrés quedará restringida al tráfico, entre la calle la Parra y la calle Abadía.

En la calle Nueva, plaza Goya, calle Abadía, plaza Domingo Gascón y calle San Miguel se colocarán carteles de entrada al Centro Histórico. También se señalizará la llamada zona restringida, donde no habrá ninguna zona de estacionamiento salvo zonas de carga y descarga en horario establecido.

Otra de las líneas de actuación del proyecto será la reordenación de aparcamientos. Se suprimirán plazas de estacionamiento controlado, se cambiará la ubicación de las plazas naranjas, se reducirá los aparcamientos de motos dejando suficientes para los residentes y se establecerá cinco zonas de aparcamiento para patinetes y bicicletas.

Obras a realizar

Dentro de las actuaciones a realizar en el proceso que ahora se ha adjudicado destaca la desaparición de la zona azul de la plaza de la Bombardera. En la actualidad hay diez plazas que se podrán utilizar hasta dentro de unos meses cuando se acometa la actuación. Esta plaza está pendiente además de un proyecto de urbanización y peatonalización.

En la zona de la Nevera habrá un aparcamiento libre para motos que sustituirá la que hay en la plaza Domingo Gascón.

En la ronda Damaso Torán se ubicarán los aparcamientos de cortesía para descenso o recogida de pasajeros donde ahora está la zona naranja. Se mantiene además la zona de carga y descarga.

Otra zona de cortesía se instalará asimismo en la calle Miguel Ibáñez, donde también se ubicará un aparcamiento libre para 12 motos, por lo que en total se suprimirán cinco plazas azules.

En la ronda Ambeles, seis aparcamientos de la zona azul serán naranjas y dos aparcamientos naranjas serán destinados a plazas de cortesía.

Plano a partir del proyecto