La peatonalización del Centro Histórico de Teruel, un largo proceso que se ha extendido a lo largo de varias décadas

Quedan muy pocos días para septiembre y a partir de ese mes está previsto que el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Teruel se reúna con las asociaciones vecinales y de comerciantes para abordar la ordenanza que regulará la peatonalización del Centro Histórico mediante un sistema de control de cámaras. El proyecto que este otoño se va a llevar a cabo es el último de un proceso de reducción del tráfico rodado en el casco antiguo de la ciudad que comenzó hace más de tres décadas y que ahora da el salto de la digitalización.

Como en anteriores etapas, de nuevo hay fondos europeos para cofinanciar el proceso. En este caso se ha incluido dentro de la iniciativa europea Edusi, que aporta el 50% con fondos Feder, en una de las últimas actuaciones del programa en la ciudad.

Se destinarán poco más de 200.000 euros para la actuación que va a acometer la UTE LPR Teruel y Altogra-Conecta. Esta Unión Temporal de Empresas se encargará de la reordenación de los usos y sentidos de las calles y de los aparcamientos así como de implantar un sistema de control de accesos en las diferentes entradas y salidas pero la ordenanza municipal tendrá que definir qué tipo de usuarios pueden acceder y los horarios a los que se podrá acceder. También incluirá el sistema sancionador.

A finales de los años 80 del pasado siglo comenzó a hablarse de peatonalización poniendo el foco en la calle El Tozal, la más comercial de la ciudad. A la asociación de comerciantes, recién constituida, le preocupaba este asunto pero finalmente lo vieron con buenos ojos pidiendo, eso sí, unos meses de prueba. El tráfico entre la plaza del Torico y la plaza Domingo Gascón, incluido el autobús urbano, se suprimió varios años después y ahora pocos son los que se acuerdan de cómo era esa calle con coches.

El siguiente espacio público en restringirse a la circulación fue la plaza del Seminario, que se convirtió en peatonal en agosto de 1998. Dejó de tener el carácter de aparcamientos para coches que había tenido durante unos 15 años. Se acudió al mobiliario urbano y a las jardineras para delimitar la plaza y se recuperó el antiguo pavimento.

Fue con el nuevo siglo cuando se le dio un empujón importante a este proceso donde gana protagonismo el peatón, siguiendo las tendencias de otras ciudades. En noviembre del año 2000 hubo un acuerdo unánime en el Ayuntamiento para peatonalizar el Centro Histórico a partir del año siguiente. Se planteó entonces 32 calles libres de tráfico, 24 de acceso restringido y solo dos rutas de entradas, por la calle Nueva y por la calle Abadía, además de los accesos a los aparcamientos de la plaza San Juan y de la calle San Martín. Se proponía como salidas la calle San Miguel, General Pizarro y Bartolomé Esteban.

En agosto de 2001 comenzaron los trabajos de remodelación del Centro Histórico que posibilitarían el proceso de peatonalización y para ello se contaba con el programa europeo Urban. Se actuó en una primera fase en el tramo entre la calle Yagüe de Salas y Salvador y en el eje de las calles Juan Pérez, Santa María y Santa Emerenciana.

Introducir la peatonalización suponía además aplicar medidas como la restricción horaria a la carga y descarga o la prohibición de la entrada de vehículos de gran tonelaje.

A caballo entre los años 2003 y 2004 se ejecutaron trabajos de reforma en la calle San Juan, incluidas en la segunda edición del plan Urban. Dos décadas después esta calle solo recibe tráfico en las horas de carga y descarga. También pueden pasar los taxis que, hasta que se avance en el proceso de peatonalización que ahora está pendiente, aparcan en la calle Comandante Fortea.

Párquines

La progresiva peatonalización del Centro Histórico de Teruel no puede desvincularse de dos procesos paralelos: la construcción de párquines subterráneos y la implantación del aparcamiento regulado, las conocidas como zonas azules y naranjas que se establecieron en 2001.

El primer aparcamiento público subterráneo que se construyó en Teruel fue el de plaza San Juan. Su construcción supuso peatonalizar este espacio público aunque todavía se mantuviera la circulación en su perímetro. El parking se inauguró el 15 de mayo de 1988. Posteriormente vendrían el de la calle San Martín, el de la estación de autobuses y el de la Glorieta.

En el primer caso, aunque durante unos años fue de carácter público, la década pasada se decidió destinarlo solo a propietarios para avanzar precisamente en la peatonalización, reduciendo el tráfico que entra al Centro Histórico. Ahora se va a dar un paso más con la instalación de cámaras que controlarán los accesos a sus calles.

LA HEMEROTECA DE DIARIO DE TERUEL

Ejemplo de remodelación

La remodelación de la plaza del Torico fue impulsada por el Gobierno de Aragón en la primera década de los años 2000. Como en el resto de calles del Centro no solo se actuaba en la superficie sino también en su interior, en las acometidas y redes, y en el caso de la plaza supuso además la recuperación de los aljibes medievales, abiertos al público en la actualidad, y la instalación de un sistema lumínico en el pavimento que resultó ser un fracaso. Este espacio se inauguró en diciembre de 2007 y entonces se decidió que el tráfico no atravesaría la plaza como lo estaba haciendo antes de las obras, entre la calle Nueva y las calles Salvador y Yagüe de Salas. Desde entonces los vehículos acceden al Centro por las calles San Miguel y San Martín y salen por el eje formado por la plaza del Seminario, Yagüe de Salas y El Salvador hasta el paseo del Óvalo. El tráfico en la calle Nueva está restringido hasta la calle Amargura y solo es utilizado por el autobús urbano y residentes y es peatonal desde la iglesia del Salvador y hasta la plaza del Torico. La plaza de la Catedral es también peatonal.