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Los vecinos de Concud se plantan ante la falta de respuestas administrativas a los vertidos Los vecinos de Concud se plantan ante la falta de respuestas administrativas a los vertidos
Una de las balsas que recoge los residuos procedentes del secado del jamón en la empresa instalada en Concud

Los vecinos de Concud se plantan ante la falta de respuestas administrativas a los vertidos

Denuncian que los residuos de un secadero de jamones en balsas causan un perjuicio medioambiental y de salud
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La reunión mantenida por los vecinos de la pedanía de Concud desembocó el pasado viernes en la toma de decisiones, una respuesta a la falta de medidas para paliar los olores procedentes de los residuos depositados en las balsas próximas al núcleo urbano.

La asamblea vecinal acordó, “en primer lugar, dar a conocer la cuestión a los medios de comunicación; en segundo lugar, reunirnos con los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Teruel y también con los que no la tienen”, manifestó Fernando Belenchón, portavoz de los vecinos. Pero, entre las decisiones tomadas, también está la realización de una manifestación en Teruel capital y “no descartamos la vía judicial, si no encontramos las respuestas adecuadas, es decir, cumplir la legalidad”, arguyó Belenchón.

Esta afirmación viene como consecuencia del “incumplimiento -por parte del Ayuntamiento de Teruel- del decreto de cierre firmado en mayo de 2023, y que, todavía a fecha de hoy, no se ha ejecutado”, indicó el portavoz de Concud.

La problemática tiene su origen en septiembre de 2022, cuando se abre un expediente de ampliación para nuevas balsas, y tras la licencia concedida en 2015 por el Ayuntamiento de Teruel. A esta primera actuación se le concede licencia de obra y construcción (denominada Licencia de Actividad Clasificada, que no necesita informe medioambiental) de 6.000 metros cuadrados para albergar aguas residuales con contenido salino y con capacidad de hasta 75 toneladas por día de trabajo (a partir de esta cifra sí necesita Informe de Impacto Ambiental certificado por el Inaga), con 260 jornadas por año y para una producción de 2.500.000 de unidades, que corresponderían 67 toneladas día, muy por debajo del límite de 75.

Estos parámetros no se corresponden con los actuales datos, que arrojan una producción superior y por tanto no cumplirían con la normativa. Con la concesión de la ampliación de 2022 se superan estos guarismos, ya que de una balsa de 6.000 metros cuadrados se pasa a balsas de 15.000 metros cuadrados. Motivo por el cual y, tras Informe Técnico Municipal del otoño de 2023, con la irrupción de fuertes olores y la aparición de filtraciones por residuos, se inician las protestas de los vecinos de Concud. Este informe se sumaría a otro solicitado al Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, que ya ratificaba “el grave perjuicio para la salud de las personas”, señaló Fernando Belenchón.

Índices

Este suceso tiene como consecuencia que se rebasan varios extremos. Por un lado, en lo que se refiere a la contaminación medioambiental, pues las aguas residuales depositadas, además de agua y sal, aportan grasa, aceite, sangre y pequeños sólidos. Todo esto implica que el coeficiente de contaminación DBO (Demanda bioquímica de oxígeno, el oxígeno necesario para la correcta evaporación), no sea suficiente al existir mayor cantidad de producto que la cantidad necesaria de litros de agua para poderlo disolver.

Otro de los puntos en conflicto estaría en la distancia mínima a considerar, 1.000 metros, cuando las mediciones hechas por los vecinos no alcanzan esa cifra.

También hay alusión (según el Informe Técnico del Ayuntamiento de Teruel), del incumplimiento -por exceso- en las mediciones del agua, arrojando cifras muy superiores a los 5,6 miligramos de materia orgánica por litro de agua, ya que la analítica presentada para dicho informe superaba los 500 miligramos por litro, siendo este agua altamente contaminante.

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