Concud denuncia los malos olores y las filtraciones de las balsas de residuos
Los recipientes causantes son propiedad de la empresa Jamones AlbarracínEl barrio rural de Concud denuncia los residuos y los olores que, procedentes de las balsas de la empresa Jamones Albarracín, se producen en las inmediaciones de esta pedanía. “Llevamos con el tema varios años”, afirma Carlos Valero, alcalde delegado de Concud. Esta situación se viene sosteniendo en el tiempo, ya que según el vecindario “son más de cuatro años” con el problema.
En 2015, el Ayuntamiento de Teruel concedió licencia para el depósito, en una balsa, de residuos líquidos procedentes del despiece del jamón y desprendimientos del producto en el secado. La licencia permitía la construcción y uso de una balsa con estos fines, pero la ampliación que realizó la empresa, posteriormente, todavía está pendiente del informe medioambiental y de la autorización por parte del Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental), perteneciente al Gobierno de Aragón, y por lo tanto carece de licencia municipal, a la espera del preceptivo informe.
La ampliación
Esta ampliación se inicia en periodo de pandemia por covid, por lo que los permisos, informes y autorizaciones se conceden con la aquiescencia de que la empresa realiza una declaración responsable, y es en 2022 cuando se inicia la solicitud para la regularización de la ampliación en el número de balsas.
A su vez, las primeras balsas ya han tenido filtraciones y las consiguientes reparaciones, pero no de manera definitiva, pues el filtrado “se sigue produciendo”, según reconoció Juan Carlos Cruzado, concejal delegado del Área de Urbanismo (también engloba licencias y medioambiente).
La empresa, por su parte, ya solicitó el preceptivo informe al Inaga a comienzos del presente año, aunque este último aún no ha dado el visto bueno a dicha operación, por lo que cualquier medida correctora deberá estar basada en el dictamen de dicho expediente.
“Hay pérdida por defecto de la balsa antigua. La reparación no ha sido efectiva y habrá que volver a reparar”, comentó Cruzado. Ante el malestar de los vecinos de Concud, el Ayuntamiento de Teruel está buscando soluciones: “Nos estamos reuniendo con la empresa para alcanzar una solución y me consta que la empresa está buscando medidas que sean efectivas”, señaló el delegado de Urbanismo.
Alternativas
La constante filtración de residuos y los olores se ven multiplicados cuando el viento sopla desde el Moncayo, por lo que el olor “es más que desagradable”, dicen los vecinos.
Desde Concud han presentado varios escritos ante el Ayuntamiento de Teruel y plantean incluso el cierre de las balsas. Otra de las posibilidades, por parte de los vecinos de Concud, es la petición de “la instalación de una depuradora como medida urgente o el cierre de las balsas”, argumentó Carlos Valero. En esta línea, tras los informes y escritos presentados, se plantean la toma de decisiones “incluso la vía judicial, ya que administrativamente no se ha hecho nada. Si no hay soluciones lo llevaremos a la vía judicial”, concluyó Carlos Valero.
Concud cuenta con algo más de un centenar de inscritos en este barrio rural, aunque en época estival alcanza los 300 habitantes.
Este aumento se produce como consecuencia de la abundancia de pisos turísticos y casas rurales que existen en ese área.