Los trenes de la línea de Teruel sufren retrasos de hasta una hora en su conexión con Valencia por un incendio en la estación de Massalfassar

Los trenes de la línea de Teruel están sufriendo retrasos de hasta una hora desde el pasado 21 de diciembre en su conexión con Valencia, por los graves problemas de circulación surgidos a raíz del incendio del edificio de la estación de Massalfassar (Valencia) donde se encontraban los sistemas de gestión y regulación del tráfico, provocado a consecuencia de un robo de cable.

Renfe y Adif lamentaron este miércoles los perjuicios que está causando esta situación a los usuarios y aseguraron que trabajan con celeridad para subsanarla lo antes posible, aunque reconocieron que se tardarán meses, mientras que los viajeros se quejan de que no están siendo informados y de que no les indemnizan al llegar a su destino con tanto retraso.

El siniestro en el edificio que albergaba los sistemas de gestión del tráfico tuvo lugar en la madrugada del pasado 21 de diciembre a consecuencia de un robo de mil metros de cable de electrificación, que a su vez provocó un incendio.

Las llamas destrozaron por completo los sistemas tecnológicos de gestión y regulación del tráfico, al igual que los equipos de señalización, comunicaciones y las instalaciones de seguridad, lo que ha provocado un cuello de botella en Massalfassar que afecta a la circulación de Cercanías, trenes de Larga y de Media Distancia, como es el caso de los que enlazan Valencia con Teruel y Zaragoza, así como en los servicios de Alta Velocidad en la relación Madrid-Castellón, y en el tráfico de mercancías.

Usuarios de Teruel

Los usuarios de la línea de Teruel han empezado a quejarse  esta semana muy molestos por los retrasos de hasta una hora que están sufriendo, al llevar ya así desde el pasado 21 de diciembre y sin que nadie les informe de qué está pasando. Además, se quejan de que cuando reclaman en taquilla la indemnización por esos retrasos les indican que no les corresponde por tratarse de un sabotaje, no por un problema de Renfe.

Hay viajeros que se han dirigido a este periódico para quejarse de esa falta de información, además de lamentar que de nuevo se esté expulsando a los usuarios del ferrocarril a pesar de que el problema sea en esta ocasión por causas ajenas a la operadora y al gestor de infraestructuras, puesto que se debió a un robo y al incendio de todos los sistemas de gestión del tráfico en Massalfassar.

Usuarios que aguardaban ayer la llegada del tren en la estación de Teruel a mediodía se mostraron también sorprendidos por el retraso y de que nadie les hubiese informado de lo que estaba pasando al adquirir el billete, ni en taquilla ni en Internet. Alguno comentó que no podía llegar tarde porque tenían citas concertadas, y otros manifestaron que la próxima vez buscarán otro medio de transporte, aunque también hubo quienes reconocieron que no los hay a mediodía ya que los autobuses salen a primera hora o por la tarde.
 

Fuentes de Renfe explicaron que los retrasos se están produciendo porque los trenes tienen que esperar los cruces de convoyes al haber quedado inhabilitados los sistemas de gestión del tráfico, y que en la línea que enlaza Aragón con Valencia se están produciendo retrasos de entre 30 y 40 minutos de media, aunque  hay casos que se están yendo hasta la hora como denuncian los viajeros.

Esfuerzo

Las mismas fuentes indicaron que desde Renfe se está haciendo un esfuerzo para informar a los usuarios y que sean conocedores de lo que está pasando, además de admitir que la situación va para largo por los graves destrozos causados por el incendio que provocó el robo de cable de electrificación en Massalfassar. En este sentido, precisaron que la incidencia es sobrevenida por un acto vandálico, y que desde la operadora se irá reforzando la información a los viajeros.

Por su parte, fuentes de Adif, que es la administradora de la infraestructura, explicaron que a raíz del siniestro se ha implantado un sistema de gestión alternativo y que se espera que en febrero se pueda poner un sistema automático que permita reducir los retrasos. Aclararon que el volumen de trenes que circulan es tan grande, que el problema es de consideración porque se quemó todo el enclavamiento, e insistieron en que lo ocurrido es ajeno a la explotación al haber sido causado por un robo.

Las mismas fuentes de Adif añadieron que se han adoptado todas las medidas posibles para subsanar en la medida de lo posible los retrasos que se están produciendo mientras se resuelve por completo la gestión de tráficos, y que trabajan con el máximo ahínco y celeridad posible. No obstante, admitieron que por experiencias similares ocurridas en Cataluña, la solución es complicada y llevará su tiempo porque cada enclavamiento es diferente y hay que diseñar un equipo informático específico para la estación de Massalfassar.

Lamentaron igualmente los perjuicios que están sufriendo los viajeros y recalcaron que lo ocurrido es por una cuestión ajena a Adif. Indicaron que ahora se tiene que hacer un proyecto y valorar los daños, algo que puede tardar varios meses porque en el momento actual no están en disposición de poder dar un plazo. Aseguraron que después acelerarán todo lo posible, pero que la situación creada es complicada y desde el administrador de infraestructuras se está haciendo todo lo posible para poder solucionarlo lo antes posible.

Quejas de los viajeros

Ana, una usuaria  que utiliza con frecuencia el tren, calificó la situación de “vergonzosa” porque aseguró que en la taquilla no se hacen cargo cuando se quejan y les piden que pongan una reclamación por Internet.

A eso se suman las quejas por la falta de información al no advertirles antes de comprar el billete de los problemas que está habiendo con los retrasos. Omar se enteró ayer de lo que estaba pasando cuando llevaba ya un largo rato esperando el tren que debía llegar de Valencia a las 12:15, y que 35 minutos después de esa hora seguía sin llegar. Opinó que el viaje con estos retrasos se hace muy largo y que es otro incidente más en un servicio que “deja mucho que desear”.

Sergio, que aguardaba también en el andén, dijo que nadie le había informado tampoco de estos retrasos y que al llegar a destino intentaría reclamar porque es un derecho de los usuarios, mientras que Rosana se mostró resignada porque tampoco le habían dicho nada. “Se tendría que informar a la gente para que lo sepa y se pueda organizar, ya que si tienen un compromiso en el destino a una hora no van a poder llegar”, comentó.

Juan Manuel y su esposa aguardaban también impacientes en el andén la llegada de su hijo, que les iba informando del retraso por el teléfono sin que nadie le hubiera explicado tampoco en el tren a qué se debía el retraso. El matrimonio dijo que era “fatal” que la compañía no informase, porque así la gente podría organizarse y optar por otros medios de transporte si supiesen lo de los retrasos.