La toma de agua flotante a reparar en Cueva Foradada entrará en servicio el mes de enero

La reparación de la toma flotante en el embalse de Cueva Foradada que mejorará el abastecimiento de agua potable a nueve localidades del norte de la provincia y al polígono industrial de la Venta del Barro estará terminada a finales de enero de 2025, según prevé la Comarca del Bajo Martín en el anuncio de licitación.

De esta forma, la institución responsable del suministro pretende estabilizar la potabilización y distribución en el medio plazo. Mucho antes, se espera acabar con el problema de la turbidez –que mantiene la prohibición de beber agua del grifo desde hace un mes– con los trabajos de urgencia que comenzaron el lunes en la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) situada entre el pantano y Oliete.

Arreglar la toma que capta dos metros por debajo de la lámina de agua del embalse costará un máximo de 281.000 euros, impuestos incluidos. Las ofertas pueden presentarse hasta el próximo 24 de octubre, con un plazo de ejecución de tres meses. Serán financiadas en primera instancia con remanentes de tesorería de la comarca, según una modificación de créditos aprobada el pasado jueves por el consejo comarcal. Posteriormente, el desembolso se repercutirá a todos los usuarios: los Ayuntamientos de Ariño, Albalate del Arzobispo, Urrea de Gaén, Híjar, Samper de Calanda, Castelnou, Jatiel, La Puebla de Híjar y Oliete; y la Mancomunidad Industrial del Bajo Martín que gestiona el polígono de la Venta del Barro.

La toma flotante, compuesta por flotador, reja de derivación y tubería de toma propiamente dicha, fue puesta en servicio hace una década para acabar con la concentración de manganeso que sedimenta en el fondo del agua embalsada.

De esta forma, se pasó a utilizar la toma de tres bocas a sendos niveles construida con las obras de la presa –el inferior es el que se está utilizando desde la avería de la boya– por una toma flotante que permitía captar el agua muy cerca de la cota de lámina, reduciendo estos valores que afectan a la turbidez y, por ende, a la potabilidad.

No obstante, el año pasado el tubo de toma colapsó. Ahora, además de sustituirlo, se aprovechará para modificar el sistema de apertura de la válvula de vertido para un funcionamiento más eficiente.

Desde su instalación, según indica el proyecto de renovación, el tubo de toma se ha atascado en varias ocasiones, afectando al cuerpo de flotación que ha quedado por encima del nivel del embalse cuando éste descendía como ahora (se sitúa al 30% de su capacidad). Al resituar el conjunto atascado, mediante la grúa ubicada en el pantano, se solucionaba temporalmente el problema. Pero el año pasado el sistema quedó inutilizable definitivamente, sin solución, debido a que el caño se encuentra abollado debido a una excesiva velocidad y amplitud de apertura de la válvula de descarga al exterior, detalla el proyecto.

La reparación incluirá el desmontaje de flotadores, estructura de fijación, extracción del tubo y transporte a taller; la fabricación de un nuevo tubo de acero inoxidable de 10 milímetros de espesor y 16,5 metros de longitud; la mejora de la aducción de aire en el tramo de tubería instalado en los flotadores; el montaje del conjunto; la instalación de caudalímetro para control de apertura de la válvula Howell-Bunger y la puesta en carga y maniobra.

Nueva gestión de la ETAP

Por otra parte, la Comarca del Bajo Martín ha sacado a licitación, hasta el 11 de noviembre, la operación y mantenimiento de la ETAP para los próximos cinco años por 651.000 euros, impuestos incluidos. El trámite no responde a un descontento con la actual empresa concesionaria, FACSA, sino que era algo programado que ha coincidido con el problema de la turbidez.

La potabilizadora, obstruida ahora debido al arrastre de las tormentas de primeros de septiembre en el tramo alto de la cuenca del río Martín, entró en funcionamiento en el año 2008.

Según el pliego, el sistema de abastecimiento de agua potable a través de la ETAP está formado por una captación desde el embalse de Cueva Foradada, una estación de bombeo de agua bruta y una planta potabilizadora. Ésta última está compuesta por una etapa de coagulación-floculación, una arqueta de decantación-preoxidación, una filtración mediante lecho de arena silícea y una desinfección final.

El agua potable deberá cumplir con lo establecido por las legislación sanitaria y “mantenerse incluso en los periodos de alta turbidez de agua bruta que puedan producirse en la ETAP”. El contratista mantendrá “el funcionamiento normal de la ETAP, bombeo e instalaciones anejas, de forma ininterrumpida y consiguiendo en todo momento unos índices de potabilización que correspondan, como mínimo, a los rendimientos normales y condiciones que se indican” en el pliego, y reparará o repondrá “todos los elementos deteriorados”.

“Las reparaciones de elementos esenciales que impidan la continuidad del funcionamiento de las instalaciones deberán hacerse dentro del plazo máximo de 24 horas”, o ser reemplazados “de manera provisional o definitiva por otros iguales o similares”, prosigue el pliego.

“En el caso de averías de elementos esenciales cuya reparación no sea posible en 24 horas cuando no existan otros similares en el mercado, previa autorización de la Comarca del Bajo Martín, el contratista podrá utilizar el sistema de abastecimiento de una manera parcial”, detalla.

El incumplimiento en calidad “sin que medie causa técnicamente justificada facultará a la Comarca del Bajo Martín a penalizar al contratista con la pérdida del abono de la parte fija del sistema de abastecimiento correspondiente a los días en que se produzcan estas circunstancias”.

El contrato, a razón de 130.000 euros anuales, establece mejoras por 32.000 euros, entre ellas la redacción del proyecto de una instalación de ósmosis inversa que cumpla con las futuras exigencias normativas en cuanto a concentración de sulfatos y reducción de la turbidez.

Fin de la situación de sequía extraordinaria

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Carlos Arrazola, ha declarado el final de la “situación excepcional por sequía extraordinaria” en el Guadalope alto y medio que decretó el 13 de junio a partir de los indicadores de sequía de mayo de 2024.

En el informe mensual de septiembre se concluye que, según los criterios establecidos por el Reglamento de Planificación Hidrológica, la UTE 06 (cuenca del Huerva) y la UTE 09A (Guadalope alto y medio) ya no están en situación de sequía prolongada. También se especifica que, respecto al indicador de escasez, el Huerva se encuentra en situación de normalidad y el Guadalope en estado aún de alerta.

Esta circunstancia ha llevado a la CHE a declarar el final de la situación excepcional por sequía extraordinaria, tras la que “ya no queda ninguna unidad territorial” en esta condición en toda la cuenca con motivo de la sequía de 2024.

No obstante, el hecho de que la cuenca del Guadalope continúe estando en situación de alerta respecto al índice de escasez recomienda que los usuarios continúen siendo prudentes en este inicio de año hidrológico 2024/2025. Lo mismo ocurre en la cuenca del Matarraña y sus afluentes.

Desde junio, ha habido que restringir el uso de agua de riego tanto en el Guadalope, como en las cuencas del Martín y Matarraña. Finalmente, las lluvias de finales de agosto y septiembre han permitido acabar satisfactoriamente la campaña de riegos, que en el Bajo Aragón se estira hasta mediados de octubre por el cultivo del melocotón tardío.

Por otro lado, la CHE destaca la situación en la cuenca del Ciurana (Cataluña), que todavía no han salido de la situación de escasez severa y en la que hay que continuar aplicando las medidas necesarias para dar respuesta a un año hidrológico que, si no cambia de tendencia, puede ser complicado.