La familia desalojada del número 22 de la calle San Francisco será trasladada a un piso municipal

La familia que hasta este viernes habitaba un piso del número 22 de la calle San Francisco y que fue realojada a un hotel se podrá trasladar a partir de este miércoles a una vivienda que el Ayuntamiento de Teruel, en colaboración con Cáritas, va a poner a su disposición. Así lo indicó la alcaldesa, Emma Buj, este lunes a preguntas de los medios antes de participar en un encuentro con representantes políticos y empresariales en el que se dio a conocer la nueva imagen del IAF.

El edificio permanece precintado por la Policía Local desde el pasado viernes. La alcaldesa recordó que es un inmueble de dos viviendas, donde solo vivía una familia, formada por una pareja y tres hijos, que estaban alquilados allí desde este verano.

La familia requirió los servicios de una trabajadora social que se desplazó al domicilio para atenderla y consideró que no reunía las condiciones de habitabilidad y avisó al Servicio de Inspección Urbanística. Allí se personó un arquitecto municipal que vio que las escaleras del edificio no reunía las condiciones de seguridad. Entonces se realojó a la familia en un hotel donde permanecerá hasta este miércoles porque desde el Ayuntamiento “les hemos buscado una ubicación”.

Así lo indicó Buj que informó que el edificio tiene más de 50 años pero no tiene el informe de evaluación que le corresponde hacer a los propietarios. “Les vamos a requerir que lo hagan y con ese informe tomen las medidas correctoras oportunas”, dijo.

La alcaldesa desvinculó este caso a lo ocurrido en el solar situado justo enfrente, el del número 21, donde se hundió un edificio de cinco plantas en junio de 2023, sin causar víctimas personales. “En el margen de los números pares hay edificaciones especialmente viejas y están mal debido a la antigüedad y a la falta de mantenimiento”, señaló.

Ahora, habrá que esperar al informe de evaluación del edificio que tienen que hacer los propietarios “porque es su responsabilidad”, incidió la alcaldesa.

Buj descartó que haya peligro de derrumbe inminente porque en ese caso “ya estaríamos actuando”. Recordó que la ruina del edificio puede ser física o económica, que es cuando rehabilitar el edificio es mucho más caro que tirarlo y hacer uno nuevo.