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La búsqueda de cuerpos en las fosas de Albarracín continuará el próximo año La búsqueda de cuerpos en las fosas de Albarracín continuará el próximo año
La fosa con las doce mujeres de Cella (los cuerpos de los laterales son otros y no se han tocado) en el cementerio de Albarracín antes de su exhumación

La búsqueda de cuerpos en las fosas de Albarracín continuará el próximo año

Halladas tres personas más en una cata además de las doce exhumadas
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La Asociación Pozos de Caudé solicitará financiación el próximo año para continuar con los trabajos de exhumación en las fosas de la Guerra Civil que hay en el cementerio de Albarracín, después de que además de las 12 personas exhumadas durante estos días en la excavación arqueológica que ha llevado a cabo ArqueoAntro, hayan aparecido restos de otras tres en una cata realizada junto a esta fosa.

El presidente de la asociación memorialista, Paco Sánchez, explicó este martes, después de que el lunes finalizasen los trabajos de la campaña de excavación que comenzó la semana pasada, que las dos exhumaciones para las que van a solicitar fondos tanto al Gobierno central como al autonómico serán para excavar la nueva fosa aparecida con restos de personas represaliadas, así como buscar los restos de soldados del bando nacional que también fueron enterrados allí, en este caso a petición de familiares que se han puesto en contacto con la Asociación Pozos de Caudé.

Sánchez, que manifestó estar “loco de contento” por haberse encontrado los restos de las mujeres de Cella que fueron asesinadas a mediados de septiembre de 1936 tras sacarlas de sus casas y arrojadas a una fosa común en Albarracín, poco después del golpe de Estado, precisó que ahora habrá que cotejar el ADN de los esqueletos hallados con los de los familiares para poder confirmar que son ellas.

El presidente de la asociación explicó que llevaban cuatro décadas buscando dónde podían estar sepultadas estas mujeres. Fue durante su mandato como alcalde de Cella entre 1983 y 1987 cuando arrancó la búsqueda al interesarse un familiar de las víctimas.

Hace dos años se empezó a excavar en las fosas comunes del cementerio de Albarracín, al haberse identificado allí el lugar donde fueron enterradas, pero no ha sido hasta este año cuando se ha dado con esqueletos de mujeres que podrían corresponder a ellas.

En 2022 se exhumaron 10 personas, pero eran restos de hombres, al igual que con los 19 de otra saca que se excavaron el año pasado. En el primer caso están sobre alguna pista para intentar dar con los posibles familiares, mientras que con los del año pasado hay sospechas de que pueda ser una de las sacas del Seminario de Teruel entre los que podría estar un médico de Monreal del Campo que se llevaron los falangistas.
 

Los profesionales de ArqueoAntro explican a los familiares el proceso de excavación y exhumación en la fosa el domingo

Búsqueda

La asociación buscaba las trece mujeres de Cella y un hombre (el marido de una de ellas), que durante la noche negra que sufrió este municipio en septiembre de 1936 fueron sacadas por los falangistas de sus casas, fusiladas y arrojadas en una fosa común. Los cuerpos que han encontrado son doce, pero al lado, al hacer una cata, han aparecido otras tres personas, pendientes de exhumación.

Sánchez comentó que la cata se hizo para intentar dar con las fosas de soldados del bando nacional que también estarían enterrados en esta zona del cementerio, puesto que hay familiares que han solicitado su búsqueda a la asociación. Durante la guerra hubo un hospital de sangre en un convento de monjas de Albarracín y se trataría de heridos durante los combates fallecidos después.

Los restos de las tres personas aparecidas no son soldados sino represaliados, puesto que uno de los cráneos presenta un tiro de gracia. A la vista de que en la fosa común se han extraído doce esqueletos, cuando se buscaban catorce, los otros encontrados podrían pertenecer al matrimonio, si bien al aparecer otro cuerpo es posible que se trate de otra saca y haya más restos.

El presidente de la Asociación Pozos de Caudé comentó que para el próximo año pedirán financiación a los Ejecutivos central y autonómico para abordar esta excavación y buscar al lado la posible fosa de los soldados nacionales. En total serían dos proyectos.

Durante los trabajos de excavación y las catas se encontraron también otros tres cuerpos sin identificar, enterrados en féretros, que podrían ser anteriores, y que no se han tocado ni exhumado y se han dejado en el lugar.

El domingo acudieron familiares de las mujeres de Cella asesinadas en 1936 y los arqueólogos y forenses de ArqueoAntro les explicaron todo el proceso seguido antes de empezar a proceder a la exhumación de los cuerpos. Sánchez dijo que había sido un momento “muy emotivo” por el tiempo que llevaban esperando a poder recuperar sus restos.

El presidente de la asociación indicó que al menos hay dos familias que quieren llevarse los restos, una vez estén identificados, porque era la promesa que habían hecho a sus parientes ya fallecidos para poder enterrarlos con ellos. Con el resto, aunque todavía tiene que concretarse, la intención es poder inhumarlos de nuevo en un nicho conjunto con una lápida que las identifique.

La pretensión, como se ha hecho con otros hallazgos cuyos restos se han podido identificar a partir del ADN aportado por los familiares, es hacer unas jornadas durante un fin de semana en las que contar con expertos y poder hablar con los nietos y familiares de estas personas.

Los cuerpos han aparecido dispuestos de la misma forma como se hacían en otros enterramientos de personas ejecutadas en las llamadas sacas. Estaban a un metro y diez centímetros de profundidad y casi todas tenían el tiro de gracia en la cabeza. Había restos de los cubos de cal que les echaron encima antes de arrojarles escombros para cubrir los cuerpos y cerrar la fosa.

Estos trabajos se han llevado a cabo con financiación del Gobierno de España y del Gobierno de Aragón a través de las partidas que las administraciones públicas dedican a las exhumaciones y la restitución de la memoria democrática.

Paco Sánchez recordó que según diversos testimonios recabados, la conocida como “semana negra” de Cella tuvo lugar a mediados de septiembre de 1936, cuando grupos falangistas confeccionaron listas con alrededor de 70 personas para ir a buscarlas a sus casas y asesinarlas.

Hay constancia de que 12 hombres fueron enterrados en la cuneta de la carretera entre Gea y Albarracín, y las mujeres en Albarracín, ya que hubo quienes huyeron al saber que iban a ir a buscarlos, y los represores lo que hicieron fue llevarse a las esposas como represalia.

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