Aparecen los restos de 14 personas en la exhumación de una fosa de la guerra en Albarracín

Los restos de catorce personas han aparecido hasta el momento en los trabajos de exhumación de una fosa de la guerra civil que se están llevando a cabo desde el pasado sábado en el cementerio de Albarracín. El objetivo es encontrar los cuerpos de las 13 mujeres y un hombre que fueron detenidas en Cella a mediados de septiembre de 1936 y llevadas allí para ser fusiladas, pero entre los restos excavados hasta ahora hay por lo menos cuatro hombres, con lo cual se trataría de otros represaliados que también fueron ejecutados en ese mismo sitio.

La exhumación la está llevando a cabo un equipo de profesionales de Arqueoantro, que es el grupo de arqueólogos, forenses y restauradores que habitualmente se encarga de estas labores en la provincia, dentro de una nueva iniciativa impulsada por la asociación memorialista Pozos de Caudé, cuyo presidente, Francisco Sánchez, expresó nuevamente su preocupación por que la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Aragón impida que se sigan haciendo estas exhumaciones. Aseguró, no obstante, que acudirán al Gobierno central para buscar financiación para continuar con esta tarea y restituir la memoria de las víctimas de la guerra.

A finales del año pasado ya se sacaron de esta fosa diez personas de Albarracín y la campaña que se inició el sábado, y que se prolongará durante toda la semana, busca ahora a las trece mujeres y un hombre de Cella que se sabe que fueron ejecutadas también allí y arrojadas en la fosa en las primeras semanas posteriores al golpe de Estado.

Sánchez explicó que hasta este lunes habían aparecido los cuerpos de 14 personas, y que en al menos cuatro de estos casos se había podido determinar que eran hombres, con lo cual se trataría de otros represaliados en principio, no del grupo de Cella. No obstante, se está a la espera de seguir avanzando en la excavación para poder sacar conclusiones.

Profesionales

El equipo de Arqueoantro está formado por una decena de profesionales, y a partir de mañana se dividirá en dos grupos para exhumar a tres hombres de Rodenas que están en una fosa común de Bronchales, y que fue localizada en una campaña anterior.

Sobre la fosa del cementerio de Albarracín, Francisco Sánchez explicó que los restos de las 13 mujeres y un hombre de Cella que buscan forman parte de los represaliados que hubo en este municipio a mediados de septiembre de 1936, en el que se conoce como el “día negro de Cella”.

Ese día, los sublevados decidieron ir casa por casa para coger a más de setenta personas y fusilarlas, pero según comentó el presidente de la Asociación Pozos de Caudé, alguien se enteró y la mayoría de ellos huyeron y se escondieron. Acudieron a Cella varios camiones para llevarse a esta gente, y cuando al ir por las casas en busca de ellos y encontrarse con que no estaban, sospecharon que se habían escondido, por lo que empezaron a llevarse con ellos a las mujeres.

Doce de los hombres que sí cogieron se los llevaron y acabaron fusilándolos en una cuneta de la carretera de Gea de Albarracín, mientras que a las trece mujeres y otro hombre los condujeron hasta Albarracín, donde los ejecutaron y arrojaron a una fosa en el cementerio. Aunque ahora está dentro del camposanto, en aquella época estaba al otro lado del muro.

Francisco Sánchez comentó que estaban satisfechos porque en la fosa seguían apareciendo restos de más personas y se iban a poder exhumar, pero dijo que era una “incógnita” saber si entre los cuerpos pueden estar también las mujeres o están del otro lado cuando se empezó a abrir el año pasado. Comentó que era “duro” ver la exhumación porque sobre los cuerpos fueron arrojadas grandes piedras que les habían roto los huesos.

En la mañana del lunes un grupo de estudiantes del IES de Albarracín se acercaron a la fosa común con sus profesores para conocer estos hechos históricos.