Trabajos de excavación este viernes en la fosa del cementerio de La Iglesuela del Cid. ArqueoAntro
ArqueoAntro busca los restos de soldados franquistas en una fosa de La Iglesuela del Cid
La asociación científica realiza una campaña en la localidad turolense y en la vecina de Vilafranca
ArqueoAntro está buscando en La Iglesuela del Cid los restos de varios combatientes franquistas que fueron enterrados en el cementerio del municipio y cuyos cuerpos están sin identificar, dentro de los trabajos de recuperación de la memoria que lleva a cabo esta asociación científica. Las tareas se están llevando a cabo dentro del VII Curso teórico-práctico de Arqueología y Antropología Forense, comenzaron esta semana y se prolongarán la próxima tanto en esta localidad turolense como en la vecino de Vilafranca, en la provincia de Castellón, donde la búsqueda es de soldados republicanos. Con motivo de esta intervención, los expertos advirtieron del paso atrás que supone desde las instituciones pretender bloquear los trabajos de memoria histórica que vienen realizándose desde hace años.
Podría ser la última actuación en este lugar con financiación del Gobierno de Aragón, manifestó el antropólogo de ArqueoAntro, Javier Iglesias, ante la decisión del Ejecutivo aragonés de derogar la ley de memoria democrática y de no destinar fondos a estas actuaciones arqueológicas cuyo objetivo es rescatar los restos de miles de personas del periodo de la guerra y la posguerra que permanecen en fosas comunes.
No son los únicos restos de víctimas de la guerra que están en fosas anónimas en La Iglesuela, ya que donde la ermita hay constancia de que fueron sepultados varios republicanos. La financiación y autorización con que cuenta en esta campaña ArqueoAntro es solo para la búsqueda y localización de los soldados del bando nacional que fueron sepultados dentro del cementerio.
Además, tienen permiso de la Comunidad Valenciana para intervenir en una fosa de Vilafranca, donde se buscan cuatro soldados republicanos que fueron hechos presos y fusilados. En este lugar sí han aparecido ya huesos, no así todavía en La Iglesuela del Cid, donde se trabaja en una zona del cementerio en la que podrían estar.
Iglesias explicó que lo común de estos enterramientos era hacerlos individuales, que los restos podrían estar en el lugar donde han abierto la excavación, pero que hay testimonios que apuntan a que no sería ese sitio en el que se encuentran. De momento a mediodía de este viernes no había aparecido nada todavía.
Esos soldados franquistas murieron en los combates que registró la zona en mayo de 1938. Eran enterrados en los cementerios más próximos, pero sin identificar en las fosas y sin dar posibilidad a sus familiares de poder rescatarlos.
Iglesias insistió en que el trabajo que están desarrollando estos días se centra exclusivamente en la búsqueda y la localización de las fosas, por lo que la exhumación quedaría pendiente para otras campañas, pero si no hay financiación no habría forma de poder culminar los trabajos.
En septiembre está previsto que otros equipos multidisciplinares de ArqueoAntro excaven en varios sitios de la provincia de Teruel para la búsqueda y exhumación de más víctimas de la guerra, como continuación de trabajos iniciados tiempo atrás y que han contado hasta ahora con financiación pública.
En las excavaciones participan una veintena de personas entre técnicos de la asociación científica y los alumnos del curso, que son diez. Es la octava edición de esta iniciativa enfocada a formar de manera teórica práctica en qué consiste una excavación arqueológica y forense de este tipo. La formación abarca desde aspectos históricos sobre el conflicto bélico y su desarrollo en esta parte limítrofe de las provincias de Teruel y Castellón, hasta cuestiones técnicas sobre el proceso científico que debe regir la búsqueda y extracción de los restos humanos que se encuentran.
El sábado y lunes pasado ya empezó el equipo técnico de ArqueoAntro a preparar el terreno, mientras que el miércoles comenzó el curso, que ha cumplido su séptima edición, si bien son once las campañas que se han desarrollado para la búsqueda de combatientes en el Frente del Levante, según indicó el antropólogo. Las sesiones se prolongarán hasta el día 22, si bien los técnicos seguirán trabajando hasta al menos el próximo fin de semana, y hoy habrá en Vilafranca una jornada de puertas abiertas para explicar a la gente la intervención.
Iglesias comentó que la sensibilización e información entre las personas que viven en estos lugares es importantísima. Indicó que el mismo viernes un vecino se había puesto en contacto con ellos para indicarles otro lugar donde sabía que había restos de otro soldado republicano.
El antropólogo lamentó que la derecha que ha llegado a los gobiernos autonómicos de Aragón y la Comunidad Valenciana haya dejado claro que no quiere saber nada de la memoria histórica, al igual que ha pasado en otras comunidades gobernadas por el PP que “no han movido nada”. Apuntó que la búsqueda de las personas que siguen en fosas es “contra reloj” porque los familiares más cercanos son ya muy mayores, y que en el caso de Aragón era una “pena” que el plan de fosas impulsado por el Ejecutivo se vaya a “echar para atrás”.
Aclaró que es una cuestión de “derechos humanos” y que trabajan por “dar una oportunidad a las familias que quieren recuperar a sus familiares”. Argumentó que es “absurdo” derogar las leyes de memoria porque en el trabajo que hacen no se distingue entre un bando y otro. “La ideología se queda en las puertas del cementerio, es así de simple”, comentó en referencia al trabajo que hacen.
Lluís Galocha, un investigador que desciende de Mirambel que participa en la búsqueda y que ha indagado sobre lo ocurrido en esta línea limítrofe entre ambas provincias durante la guerra, incidió en que se trata de “derechos humanos” y que no se puede politizar un asunto como este cuando la búsqueda responde a la necesidad que tienen los familiares de saber dónde están sus cuerpos, y el trabajo que se hace es rigurosamente científico para recuperar los restos sin entrar en ideologías.
Galocha indicó que hay familiares que acuden a los sitios donde supuestamente murieron sus seres queridos y solo con tocar la tierra “tienen como una paz interior”. Destacó la importancia de que puedan recuperar sus restos para recordarlos.
“Esto es una cuestión de derechos humanos, es igual de qué bandera estaban, porque muchas veces además eran jóvenes sin filiación, que les tocó vivir una guerra y participar en ella según el sitio donde les pilló”, argumenta Lluís Galocha, un investigador de la zona que ha indagado sobre lo ocurrido en esta parte del Frente del Levante entre las provincias de Teruel y Castellón, y que participa en las excavaciones que se están llevando a cabo en La Iglesuela y Vilafranca.
Galocha incide en que es una cuestión de “humanidad” y lamenta que desde la política actual se “mezclen” las cosas, cuando ochenta años después de aquello “hay gente que todavía está buscando a sus familiares y tiene derecho a recuperarlos”.
Podría ser la última actuación en este lugar con financiación del Gobierno de Aragón, manifestó el antropólogo de ArqueoAntro, Javier Iglesias, ante la decisión del Ejecutivo aragonés de derogar la ley de memoria democrática y de no destinar fondos a estas actuaciones arqueológicas cuyo objetivo es rescatar los restos de miles de personas del periodo de la guerra y la posguerra que permanecen en fosas comunes.
No son los únicos restos de víctimas de la guerra que están en fosas anónimas en La Iglesuela, ya que donde la ermita hay constancia de que fueron sepultados varios republicanos. La financiación y autorización con que cuenta en esta campaña ArqueoAntro es solo para la búsqueda y localización de los soldados del bando nacional que fueron sepultados dentro del cementerio.
Además, tienen permiso de la Comunidad Valenciana para intervenir en una fosa de Vilafranca, donde se buscan cuatro soldados republicanos que fueron hechos presos y fusilados. En este lugar sí han aparecido ya huesos, no así todavía en La Iglesuela del Cid, donde se trabaja en una zona del cementerio en la que podrían estar.
Iglesias explicó que lo común de estos enterramientos era hacerlos individuales, que los restos podrían estar en el lugar donde han abierto la excavación, pero que hay testimonios que apuntan a que no sería ese sitio en el que se encuentran. De momento a mediodía de este viernes no había aparecido nada todavía.
Esos soldados franquistas murieron en los combates que registró la zona en mayo de 1938. Eran enterrados en los cementerios más próximos, pero sin identificar en las fosas y sin dar posibilidad a sus familiares de poder rescatarlos.
Iglesias insistió en que el trabajo que están desarrollando estos días se centra exclusivamente en la búsqueda y la localización de las fosas, por lo que la exhumación quedaría pendiente para otras campañas, pero si no hay financiación no habría forma de poder culminar los trabajos.
En septiembre está previsto que otros equipos multidisciplinares de ArqueoAntro excaven en varios sitios de la provincia de Teruel para la búsqueda y exhumación de más víctimas de la guerra, como continuación de trabajos iniciados tiempo atrás y que han contado hasta ahora con financiación pública.
En las excavaciones participan una veintena de personas entre técnicos de la asociación científica y los alumnos del curso, que son diez. Es la octava edición de esta iniciativa enfocada a formar de manera teórica práctica en qué consiste una excavación arqueológica y forense de este tipo. La formación abarca desde aspectos históricos sobre el conflicto bélico y su desarrollo en esta parte limítrofe de las provincias de Teruel y Castellón, hasta cuestiones técnicas sobre el proceso científico que debe regir la búsqueda y extracción de los restos humanos que se encuentran.
El sábado y lunes pasado ya empezó el equipo técnico de ArqueoAntro a preparar el terreno, mientras que el miércoles comenzó el curso, que ha cumplido su séptima edición, si bien son once las campañas que se han desarrollado para la búsqueda de combatientes en el Frente del Levante, según indicó el antropólogo. Las sesiones se prolongarán hasta el día 22, si bien los técnicos seguirán trabajando hasta al menos el próximo fin de semana, y hoy habrá en Vilafranca una jornada de puertas abiertas para explicar a la gente la intervención.
Iglesias comentó que la sensibilización e información entre las personas que viven en estos lugares es importantísima. Indicó que el mismo viernes un vecino se había puesto en contacto con ellos para indicarles otro lugar donde sabía que había restos de otro soldado republicano.
El antropólogo lamentó que la derecha que ha llegado a los gobiernos autonómicos de Aragón y la Comunidad Valenciana haya dejado claro que no quiere saber nada de la memoria histórica, al igual que ha pasado en otras comunidades gobernadas por el PP que “no han movido nada”. Apuntó que la búsqueda de las personas que siguen en fosas es “contra reloj” porque los familiares más cercanos son ya muy mayores, y que en el caso de Aragón era una “pena” que el plan de fosas impulsado por el Ejecutivo se vaya a “echar para atrás”.
Aclaró que es una cuestión de “derechos humanos” y que trabajan por “dar una oportunidad a las familias que quieren recuperar a sus familiares”. Argumentó que es “absurdo” derogar las leyes de memoria porque en el trabajo que hacen no se distingue entre un bando y otro. “La ideología se queda en las puertas del cementerio, es así de simple”, comentó en referencia al trabajo que hacen.
Lluís Galocha, un investigador que desciende de Mirambel que participa en la búsqueda y que ha indagado sobre lo ocurrido en esta línea limítrofe entre ambas provincias durante la guerra, incidió en que se trata de “derechos humanos” y que no se puede politizar un asunto como este cuando la búsqueda responde a la necesidad que tienen los familiares de saber dónde están sus cuerpos, y el trabajo que se hace es rigurosamente científico para recuperar los restos sin entrar en ideologías.
Galocha indicó que hay familiares que acuden a los sitios donde supuestamente murieron sus seres queridos y solo con tocar la tierra “tienen como una paz interior”. Destacó la importancia de que puedan recuperar sus restos para recordarlos.
"Es una cuestión de derechos humanos, no de ideología"
“Esto es una cuestión de derechos humanos, es igual de qué bandera estaban, porque muchas veces además eran jóvenes sin filiación, que les tocó vivir una guerra y participar en ella según el sitio donde les pilló”, argumenta Lluís Galocha, un investigador de la zona que ha indagado sobre lo ocurrido en esta parte del Frente del Levante entre las provincias de Teruel y Castellón, y que participa en las excavaciones que se están llevando a cabo en La Iglesuela y Vilafranca.
Galocha incide en que es una cuestión de “humanidad” y lamenta que desde la política actual se “mezclen” las cosas, cuando ochenta años después de aquello “hay gente que todavía está buscando a sus familiares y tiene derecho a recuperarlos”.
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