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Forestales del Bajo Aragón participan  en las labores de ayuda en Catarroja Forestales del Bajo Aragón participan  en las labores de ayuda en Catarroja
Varios trabajadores de Infoar se distribuyen el trabajo en Catarroja. Infoar

Forestales del Bajo Aragón participan en las labores de ayuda en Catarroja

Los profesionales de Infoar fueron recibidos con un emotivo agradecimiento
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El pasado fin de semana, hasta doce forestales de Infoar, el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales del Gobierno de Aragón, viajaron desde el Bajo Aragón Histórico hasta la localidad valenciana de Catarroja, gravemente afectada por el paso de la dana. La movilización, ordenada por el Ejecutivo aragonés, formaba parte de un dispositivo de ayuda de emergencia en el que Infoar destinó cuadrillas desde sus bases en Valderrobres y Valdealgorfa para asistir a las víctimas y colaborar en los primeros trabajos de evacuación de aguas y limpieza de calles bloqueadas por las riadas.

Las cuadrillas enviadas por Aragón fueron dos, cada una formada por cinco trabajadores y un agente de protección de la naturaleza, (APN). En total, los doce agentes forestales se unieron a otros cuerpos de emergencia y equipos de Protección Civil que se movilizaron en un convoy que incluía sanitarios y bomberos de diversas comunidades autónomas. Fernando Zorrilla, uno de los APN del Bajo Aragón que participó en estas labores relató el impacto de la experiencia, destacando el momento emotivo de su llegada a Catarroja, cuando se cruzaron con las columnas de voluntarios locales que regresaban de las zonas más afectadas. "Fue un momento muy emotivo", afirmó, ya que los vecinos los recibieron con gestos de gratitud y apoyo. “Unos te levantaban la mano, te saludaban; otros te daban las gracias o te hacían el símbolo del corazón”, describió Zorrilla, reflejando el ambiente de solidaridad que encontraron nada más llegar a la zona.

Tareas de limpieza

Una vez en Catarroja, los forestales del Bajo Aragón, al igual que el resto de profesionales, se enfrentaron a un panorama desolador. Las intensas inundaciones habían dejado numerosas viviendas y espacios públicos anegados, y muchas calles estaban bloqueadas por árboles caídos, muebles arrastrados por las riadas y vehículos que obstruían el paso. Zorrilla explicó que su labor inicial se centró en la evacuación del agua acumulada en los garajes y en las plantas bajas de las viviendas, zonas a las que la dana había afectado especialmente. “Trabajamos por la noche, utilizando bombas de los camiones y bombas manuales para sacar el agua que había encerrada en los garajes”, señaló el agente, explicando que los equipos se turnaban en horarios nocturnos, pues el alumbrado público estaba inoperativo. La tarea de achique era crucial para despejar los niveles más bajos de las edificaciones y evaluar si había vehículos en el interior de los garajes, determinando también si los mismos podían estar ocupados.

La segunda labor de los forestales fue liberar las calles para permitir el acceso de los vehículos de ayuda y de asistencia. “Las calles estaban bloqueada con todo lo que había arrastrado la riada: enseres, muebles, arbolado”, explicó Zorrilla. Con la ayuda de maquinaria pesada, los equipos aragoneses y otros voluntarios retiraron vehículos bloqueados en las calles, muchos de los cuales habían sido desplazados por la fuerza del agua y obstaculizaban los accesos a las viviendas. Según detalló el APN, la labor de los forestales fue permitir que los vehículos de emergencia pudieran llegar a los afectados, en un proceso de trabajo constante y coordinado con otros cuerpos de rescate en la zona.

El agente también habló sobre la duración de las tareas de limpieza y evacuación, estimando que el trabajo completo podría extenderse varias semanas o incluso meses, según la magnitud de cada localidad. “Probablemente, semanas o meses, pero evidentemente dependerá de los diferentes grados de afección”, afirmó.

Un gran orgullo

Para Zorrilla, la experiencia ha sido intensa, tanto en el aspecto profesional como en el humano, destacando la dedicación de sus compañeros que han trabajado incansablemente en condiciones difíciles y, en muchos casos, emotivas. “Nos hemos dedicado a lo nuestro, a trabajar al momento y a echar una mano, a tratar de ser útiles. Estoy orgulloso de mis compañeros que han estado ahí en todo momento”, aseguró, recordando la gran dedicación de los forestales aragoneses que han aportado su esfuerzo para ayudar en un momento crítico como este.

Además, describió la experiencia como "impactante". “Por mucho que hayas visto en los medios, la realidad es totalmente distinta a cuando llegas y ves en directo la magnitud de la tragedia y el sufrimiento que tiene la gente en el día a día desde hace una semana”, explicó.

 

Uno de los forestales realiza tareas de limpieza para sacar el agua de las aceras de la localidad. Infoar

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